El presidente turco dijo que «poner a hombres y mujeres en posiciones iguales va en contra de la naturaleza»

El presidente de Turquía, el islámico conservador Recep Tayyip Erdogan, aseguró hoy que la igualdad entre géneros va contra los dictados de la naturaleza y defendió que el papel reservado a la mujer es el de madre.

«No puedes poner a hombres y mujeres en posiciones iguales, eso va en contra de la naturaleza, porque su naturaleza es distinta«, declaró el presidente islamista en un foro internacional de Estambul sobre los derechos de las mujeres, según la agencia de noticias Anadolu.

«La esencia de las mujeres y sus condiciones son diferentes a las de los hombres«, remató.

«Algunas veces se habla de igualdad entre hombres y mujeres. «Igualdad entre mujeres» e «igualdad entre hombres» es la forma de expresarlo de forma correcta», declaró el mandatario turco, de 60 años.

«La igualdad está convirtiendo a la víctima en opresor por la fuerza y viceversa. Lo que las mujeres necesitan es ser equivalentes, más que iguales», sostuvo Erdogan.

«No se puede dejar a las mujeres que hagan el mismo tipo de trabajo que a los hombres como en el pasado sucedió bajo el régimen comunista», dijo. «¿Hay que darles una pala y dejarles trabajar? No puede ser. Eso va en contra de su grácil estatura».

En su intervención ante el foro, el presidente de Turquía hizo referencia a la posición de la mujer en la religión islámica.

«Nuestra religión ha otorgado una posición a las mujeres, la posición de madre», declaró, para precisar que ser madre es «la posición más alta» que se puede alcanzar.

Además, criticó a las feministas, de las que dijo que son incapaces de comprender y aceptar «la maternidad».

«Están aquellos que entienden y los que no. No se puede hacer que las feministas entiendan esto, ellas no aceptan la maternidad. Pero aquellos que entienden son suficientes para nosotros, continuaremos nuestro camino con ellos«, concluyó el mandatario.

La visión del papel de la mujer de Erdogan, presidente desde agosto, causa controversia en Turquía. Cuando fue primer ministro y jefe del partido gubernamental AKP, islámico y conservador, soliviantó los ánimos cuando señaló que toda mujer debería tener al menos tres hijos.

Según el Banco Mundial, la fuerza laboral femenina en Turquía es relativamente baja, sólo del 29 por ciento, en comparación con el 57 por ciento en Estados Unidos.

Las mujeres sufren además en Turquía especialmente el azote de la violencia doméstica. En 2013 fueron asesinadas 214 mujeres a manos de sus parejas, según el portal de noticias independiente Bianet.

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