La música monástica que Enrique VIII quiso silenciar vuelve a sonar en una abadía inglesa
Apenas se conserva música monástica de la Inglaterra medieval, debido a la destrucción generalizada de manuscritos durante la disolución de los monasterios que llevó a cabo el monarca inglés

Miembros del coro de la universidad de Exeter – Universidad de Exeter
Tras la ruptura de Enrique VIII con la Iglesia de Roma, comenzó en Inglaterra la destrucción de los monasterios ingleses, que eran vistos como «uno de los baluartes del sistema papal», los monjes considerados como «el gran ejército permanente de Roma» y, por ello, debían ser suprimidos, según explica la Enciclopedia Católica.
Una de las víctimas de esta política que implantó Enrique VIII fue la abadía cisterciense Buckland del valle de Tavy, en Devon, al suroeste de Inglaterra. Ahora, cinco siglos después de la expulsión de los monjes, volverá a sonar la música que una vez cantaron estos «monjes blancos» (llamados así por el color de sus hábitos), gracias al descubrimiento de un manuscrito medieval.
«Quienquiera que recopilara esta colección parece haber sido inusualmente creativo, juntando palabras y música de muchas fuentes diferentes», explica Daisy Gibbs, investigadora e historiadora musical del National Trust. «Las piezas de este libro piden a Dios misericordia, perdón y protección. […] Parece como si alguna vez se hubieran cantado como una secuencia completa, quizá para ayudar a los monjes a superar una crisis», reflexiona la investigadora.

Una página de una rara colección de música medieval del Libro de Buckland, que ahora forma parte de la Colección de la Biblioteca Británica – Colección de la Biblioteca Británica
Este manuscrito, que data de 1450, contiene detalles de los rituales diarios de los monjes, así como una «inusual» colección de música medieval que se copió durante la época de los Tudor. Fue descubierto por el historiador de la Universidad de Exeter James Clark mientras investigaba sobre la abadía de Buckland para el National Trust.
«Aunque había más de 800 monasterios en la Inglaterra medieval, se pueden contar casi con los dedos de una mano las piezas musicales que sobrevivieron», advirtió el historiador. «El Estado de los Tudor suprimió el culto en latín y la letra y la música que lo acompañaban desaparecieron en su mayor parte», lamentó.
Estas canciones, que quedaron silenciadas hace 500 años, volvieron a ser cantadas este 16 y 17 de agosto por el coro de la capilla de la universidad. La música es de un estilo llamado «canto llano», una sola línea musical que los monjes o sacerdotes cantan todos juntos.
Por otro lado, Clark explicó que la mayor parte del libro fue escrita en el siglo XV, aunque pudo datar la música a principios del siglo XVI: «Eso lo hizo especialmente emocionante porque nos transporta a esa última generación de monjes de la tradición medieval inglesa que llevaba allí un milenio», comentó.
Por su parte, Michael Graham, director de Música de Capilla de la universidad, añadió: «Aunque la música está escrita utilizando la misma notación que se sigue utilizando en la Iglesia católica moderna, no da instrucciones sobre el ritmo o la dinámica, así que tuvimos que tomar decisiones sobre cómo debían sonar las piezas. Esta es una de las partes más interesantes, y también más difíciles, de interpretar música de más de 500 años de antigüedad».
La historiadora musical indicó que «aunque queda trabajo por hacer para averiguar qué ocurrió con el ‘Libro de Buckland’ entre el cierre de la abadía y cuando fue vendido a lo que entonces era la biblioteca del Museo Británico en 1753». Y sugiere que «quizá uno de los monjes se llevó el libro consigo y permaneció en silencio en una estantería después de que no se produjera la esperada revocación de la disolución de los monasterios».
El libro ha sido prestado a Buckland por la Biblioteca Británica y puede verse en la abadía.