Paula Quinteros: El camino a la Paz
«Machado ha luchado por la paz en el terreno más inhóspito: un narcoestado, una estructura criminal sostenida en el petróleo, el tráfico de drogas y la corrupción»

Ilustración de Alejandra Svriz

——
La paz es una conquista que se defiende cada día. María Corina Machado lo entendió antes que muchos y lo pagó con persecución, inhabilitaciones y cárcel en diferido. Allí donde otros hubieran visto un final, ella encontró un inicio: eligió a un desconocido para representar un proyecto colectivo y, con ese gesto, transformó la política venezolana.
Ese instante —cuando ella ofrece y Edmundo González acepta— explica por qué hoy Venezuela no es solo un país derrotado, sino una sociedad en resistencia. Ciudadanos anónimos se organizaron en cada centro de votación, recogiendo pruebas de una victoria que el régimen quiso arrebatar. Lo hicieron frente a la soberbia de un poder convencido de que bastaba con comprar voluntades. Descubrieron que el orden también puede ser revolucionario.
Machado ha luchado por la paz en el terreno más inhóspito: un narcoestado, una estructura criminal sostenida en el petróleo, el tráfico de drogas y la corrupción sistemática. Lo ha hecho sin renunciar a la esperanza, esa condición previa a toda libertad.
Durante años se intentó reducirla a su origen social, a su condición de mujer, a unas ideas que incomodaban a quienes preferían callar. Ese empeño en minimizarla fue más mezquino que el silencio frente a las injusticias. Hoy ya no necesita explicaciones: es Premio Nobel de la Paz.
Su triunfo no es solo internacional, sino íntimo y colectivo: demostrar que Venezuela todavía puede creer en sí misma. Madre de tres hijos que han crecido compartiéndola con un país entero, su sacrificio privado se ha convertido en la antesala de una paz aún improbable, pero ahora posible.
Hoy quiero felicitar a una amiga, a ella y a su familia, a quienes admiro y quiero. Este premio no solo reconoce a una mujer valiente: reconoce también a quienes han sostenido con ella el peso de esta lucha. Hoy son premiados, y con ellos, un país entero.