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Primer ministro de Perú, el cargo que nadie quería ocupar

La brevedad del cargo y el difícil desarrollo en un país golpeado por la crisis política de manera constante han lastrado el nuevo nombramiento, que fue rechazado al menos por cinco personas y aceptado finalmente por Ernesto Álvarez Miranda

A la izquierda, el presidente de Perú, José Jerí, junto al nuevo primer ministro, Ernesto Álvarez Miranda afp

 

Antes de que se cumplir una semana como presidente de Perú, José Jerí nombró como primer ministro al expresidente del Tribunal Constitucional, Ernesto Álvarez Miranda. Abogado conservador, es miembro de la Coordinadora Republicana que une a grupos de distintos partidos políticos de derecha que «defiende las tradiciones de nuestro pueblo y los valores de la vida y la libertad» y que confronta «el llamado marxismo cultural, que erosiona nuestros valores nacionales y destruye la familia y la cohesión social».

El sucesor de Boluarte, de 38 años, tuvo muchos problemas para conformar el gabinete porque desde el 2016 ha habido sucesivos cambios presidenciales lo que causa que los cargos se conviertan en amargos episodios de la vida profesional. Según pudo conocer ABC, hubo hasta cinco opciones que rechazaron ser primer ministro porque desde fuera se ve como un cargo difícil y que por definición, dura poco.

«El Gabinete de ministros se puede definir con la frase peruana, Es lo que hay. Ese es el tono del gabinete: no hay más. Ni siquiera los partidos que sostienen al pacto pueden poner sus cuadros porque quieren postular a las elecciones del 2026. (El presidente) Jeri no puede convocar a personas de prestigio, no hay de dónde», dijo la periodista y conductora de Sin guion, Rosa María Palacios.

Ernesto Alvarez Miranda, de 64 años, fue parte del equipo de campaña del fallecido presidente Alan García en el 2016 y fue profesor en la ‘escuela naranja’ de formación de políticos del partido político de Keiko Sofía Fujimori. Desde 1984 es parte del partido Popular Cristiano al que pidió licencia para incorporarse al Gobierno de transición.

Antes de asumir como primer ministro, trabajó como Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad San Martin de Porres, cuyo rector es Luis Chang, exministro de Educación del gobierno de Alan García.

Irónicamente Álvarez cuestionó la salida exprés de Dina Boluarte (2022-2025) en su columna publicada en el diario ‘Expreso’ titulada ‘La Censura presidencial’ donde indicó que la destitución de Boluarte fue «políticamente inevitable, pero jurídicamente reprochable».

«La demostrada incapacidad gubernamental no alcanza a constituir incapacidad moral permanente, habiéndose desnaturalizado el instrumento excepcional que la Constitución brinda y aplicado peor, sin conceder el debido proceso», agregó.

Entre los ministros nuevos que juramentaron figura el diplomático de carrera, Hugo de Zela, como Canciller; el ministro del Interior, el general de la Polícia, Vicente Tiburcio, y de Cultura, Alfredo Luna. Solo hay 4 mujeres en el gabinete y el ministro de Defensa, César Diaz Peche tiene denuncias de acoso y espionaje. Según el semanario ‘En sus Trece’, su expareja lo denunció por hostigarla en la vía pública y mediante videovigilancia y audios.

«Una transición a prueba»

El politólogo Fernando Tuesta Soldevilla dijo que el gabinete de ministros «reúne a funcionarios con experiencia en la administración pública, pero con escaso perfil político».

En su opinión, «cuenta con la venia del Congreso, pues varios ministros provienen de espacios técnicos apadrinados por la coalición parlamentaria mayoritaria. Sin embargo, salvo el premier —históricamente ligado al Partido Popular Cristiano—, ninguno de los demás ministros posee trayectoria política visible. El gabinete, más que un proyecto de poder, parece una fórmula de contención institucional: un Ejecutivo técnicamente sólido, pero políticamente frágil», dijo Tuesta.

Aseguró además que Álvarez «no es un tecnócrata neutro. Expresidente del Tribunal Constitucional, ha sido un político hábil, conocedor de las reglas del juego y cercano al gobierno de Dina Boluarte, al que defendió con vehemencia…En él recae la tarea de sostener a un presidente interino sin estructura partidaria ni base social», dijo al tiempo que añadió «la dupla Jerí–Álvarez carga con una misión compleja: conducir al país con estabilidad hasta el 26 de julio de 2026 o naufragar en el intento».

 

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