Zapatero no convence a Junts y Puigdemont apuesta por romper con Sánchez mañana
Los movimientos «a la desesperada» del PSOE en las últimas horas, con propuestas concretas para frenar la decisión, «han llegado tarde»
Puigdemont en el Press Club de Bruselas –
En otoño «van a pasar cosas que no han pasado nunca hasta ahora» avisó, en verano, Carles Puigdemont. Y con la llegada del otoño hace apenas un mes, con el arranque del nuevo curso político, las cosas «pasarán», dice en conversación con ABC un dirigente de Junts, desde el coche, de camino a Perpiñán (Francia). «El tiempo del buenismo y del diálogo ha terminado», expresa con vehemencia, a las puertas de una de las citas más importantes para los posconvergentes. «Y estar hoy aquí es culpa del PSOE» sentencia.
El líder de la formación separatista dio de tiempo a Moncloa hasta la noche de este domingo para intentarles convencer de que realmente tenían interés en mantener vigente el acuerdo de Bruselas firmado a finales de 2023. Pero, pese a los esfuerzos de José Luis Rodríguez Zapatero en las últimas horas, con múltiples llamadas e intercambios de mensajes que no se descarta sigan aún hasta mañana, ni en Waterloo (Bélgica) ni en Barcelona han visto ningún avance tangible.
Por eso, según fuentes cercanas al expresident, que este domingo reúne a su núcleo duro en Perpiñán antes de la reunión de la ejecutiva ampliada de mañana lunes, Puigdemont propondrá romper con Pedro Sánchez. «La decisión está tomada» afirma otra dirigente. Eso sí, el fallo, tal como ya avanzó el jueves este periódico, tendrá que ser refrendada por la bases mediante una consulta como la que avaló, en otoño de 2023, el pacto de Bruselas que ahora se pretende dejar sin efecto. La incógnita es si ese referéndum interno se celebrará este martes y miércoles, como apuntan algunas fuentes, o se dejará reposar unos días más.
El comunicado con Alemania sobre el catalán
El comunicado con un supuesto avance hacia la oficialidad del catalán en la UE por parte de Alemania, desmentido este sábado por el portavoz del canciller Friederich Merz, es el que más ruido y titulares ha acaparado. El primer intento de los muchos que, entre el jueves y hoy, el PSOE ha hecho para convencer a sus socios. Pero Junts desconfía, más aún tras el pronunciamiento del Bundesregierung ayer mismo.
Moncloa hace más de un mes que, a través de Zapatero en la última reunión en Suiza, informó a Puigdemont de la implicación directa de Pedro Sánchez en lograr desbloquear la oficialidad del catalán en la UE. Por eso, en la víspera de ese comunicado conjunto, el presidente español se dejó grabar y fotografiar charlando con el canciller alemán, para que en Waterloo comprobasen que iba en serio.
Pese la insistencia del Ejecutivo en que alguna cosa ha cambiado en eso, frente a una Alemania que siempre había mostrado muchas reticencias, la próxima votación no es hasta el 17 de noviembre. Por lo que el calendario, según lo previsto por los separatistas, con el aliento de Sílvia Orriols en el cogote en las encuestas y unos alcaldes cada vez más preocupados por la fuga de afiliados a Aliança Catalana, no juega a su favor.
El resto de carpetas abiertas
Además e la cuestión del catalán, una de las muchas carpetas del acuerdo de Bruselas que siguen por resolver, el PSOE también ha movido ficha entre el jueves y hoy con las balanzas fiscales y la amnistía. Pero ni en un tema ni en el otro, según informan fuentes al más alto nivel de Junts, la propuesta que les han hecho llegar los socialistas són del agrado de los posconvergentes.
Respecto al tema fiscal, los de Puigdemont salieron de la reunión «especialmente cabreados» con la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. «Nos toma el pelo y se ríe de nosotros» dicen. Según ellos Hacienda límite el déficit fiscal que sufre Cataluña en 10.000 millones, la mitad de lo que lo cifran ellos, y se niega a dar el desguace de las cifras para comprobar quién tiene razón.
Sobre la amnistía que tanto anhela Carles Puigdemont, indican fuentes de la negociación, Moncloa les ha hecho llegar «en las últimas horas» un calendario sobre los pasos que va a dar el Tribunal Constitucional para resolver a favor del expresidente de la Generalitat, antes de marzo de 2026. La negativa de la fiscalía a aplicar las cautelares que pedía su defensa para un eventual retorno a Cataluña tampoco han generado confianza en Junts.
En el PSOE, para tratar de ablandar a los catalanes, incluso les han prometido hacer cambiar de opinión a Podemos con la delegación integral de las competencias de inmigración que, hace unas semanas, los morados tumbaron en la votación que se produjo en el Congreso. «Otra promesa que no llegará» sostiene un dirigente de Junts. En todo caso, indica, «el PSOE está demostrando que solo se pone las pilas cuando ve las cosas muy negras, como ahora, lo que deja claro que antes no tenía voluntad».
Otra cosa que los separatistas venían pidiendo, en especial desde Waterloo y que tiene que ver en parte con la amnistía, es la rehabilitación política del prófugo. Sánchez, desde Bruselas, llegó a abroncar a los periodistas el jueves por preguntarles de nuevo por una posible foto con Puigdemont que lleva más de un año y medio prometiendo «cuando toque». Ahora es el propio Puigdemont, según indican en su entorno, el que no quiere esa foto.
