Villasmil: ¿Por qué el «thanksgiving» es una tradición tan hermosa?

El «Thanksgiving» o Día de Acción de Gracias, es una tradición hermosa y significativa porque su esencia reside en dos pilares universales que hay que defender siempre: la gratitud y la unión familiar.
Como su nombre lo indica, el objetivo central es «dar gracias«, «agradecer«. En medio de la rutina y las preocupaciones diarias, la fiesta busca que las personas hagan una pausa en sus ocupaciones diarias y reflexionen sobre los hechos positivos que les han ocurrido en el año, y los retos presentes.
Es un momento para contar las propias bendiciones (“count your blessings”), como salud, trabajo, o la compañía de los seres queridos.
Thanksgiving es, sin duda alguna, junto a la Navidad, la fiesta de reunión familiar más importante del año en Estados Unidos. En los días previos, millones de personas viajan largas distancias para compartir este día, con un volumen de desplazamientos masivos que, según las tendencias recientes, suele superar los 80 millones de personas (más de 70 millones por carretera, en automóvil, más de 7 millones por avión, y aproximadamente 3 millones por otros medios, como autobús, trenes o barcos).
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La cena (con el tradicional pavo asado) no es solo una comida, sino un ritual para compartir con la familia y, a menudo, con amigos cercanos, alejados geográficamente de sus seres queridos.
No puede dejarse de mencionar que la tradición también se extiende a la caridad, con muchas organizaciones y voluntarios sirviendo comidas calientes a los más necesitados, reflejando un valioso espíritu de generosidad.
La celebración ha evolucionado e incluye elementos culturales que unen a la nación en un día común de descanso, como el famoso Desfile de Macy’s, de globos gigantes y carrozas en Nueva York, que marca festivamente la mañana y es visto por televisión por millones de personas.
No puede faltar asimismo la tradición casi obligatoria de sintonizar los partidos de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) que se programan especialmente para este día, convirtiéndolo en un evento de ocio compartido.
¿Cuándo arrancó la tradición? Cuenta la leyenda que en 1620 los colonos puritanos (Peregrinos) llegaron a Plymouth Rock. El primer invierno fue catastrófico; más de la mitad de los 102 colonos murió de hambre y enfermedades.
La supervivencia de la colonia se debió en gran parte a Squanto, un nativo de la tribu Patuxet (afiliada a los Wampanoag). Squanto había sido secuestrado años antes, llevado a Europa y regresado, por lo que hablaba inglés. Él enseñó a los peregrinos a cultivar maíz (un alimento nativo) y a pescar y cazar en la zona.
Squanto facilitó una alianza de paz con el jefe de la tribu Wampanoag, Massasoit, esencial para la seguridad y supervivencia de los colonos.
En el otoño de 1621, tras la primera cosecha exitosa, el gobernador William Bradford organizó una celebración de tres días para dar gracias (una «fiesta de la cosecha», que no se llamó formalmente «Día de Acción de Gracias» hasta años después).
El pavo se convirtió en el plato central y simbólico de Thanksgiving por una combinación de factores prácticos y de tradición que se consolidaron en el siglo XIX: El pavo es un ave grande, nativa, y era la opción más lógica para alimentar a grandes reuniones familiares de manera eficiente, mucho mejor que una gallina o un pato.
Cuando el presidente Abraham Lincoln proclamó formalmente el Día Nacional de Acción de Gracias en 1863 (designando el último jueves de noviembre como día festivo nacional para agradecer y reunir a un país dividido por la Guerra Civil), se buscó un símbolo de unidad y prosperidad; la escritora Sarah Josepha Hale, conocida como la «Madre del Thanksgiving» por su incansable campaña para establecer la fiesta, defendió que el menú incluyera pavo como el centro del banquete.
El pavo simboliza la abundancia, la riqueza y la unión familiar alrededor de una mesa compartida, reafirmando los valores de gratitud que originaron la festividad.
En esencia, la belleza del Thanksgiving radica en que trasciende las diferencias políticas o culturales para centrarse en una experiencia universal de unidad, comida y agradecimiento antes de la llegada de la temporada navideña.
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En el ánimo del espíritu del Thanksgiving, que prioriza la unidad y la gratitud, ¿no puede considerarse positiva la reunión de Trump y el alcalde de Nueva York, Mandani?
En el contexto de la división política existente hoy, que el actual presidente y el nuevo alcalde de Nueva York se reúnan cordialmente es un hecho potencialmente positivo.
La reunión ocurrió entre dos figuras que se encuentran en polos opuestos del espectro político: Trump (republicano conservador) y Mamdani (demócrata socialista, a quien Trump llegó a calificar de «comunista» y atacó públicamente).
El encuentro muestra disposición a negociar y a establecer una relación de trabajo a pesar de la hostilidad previa. El alcalde electo prioriza las necesidades de la ciudad (seguridad pública, vivienda y economía) por encima del antagonismo personal o ideológico, un acto de madurez política y de servicio. En el espíritu de Acción de Gracias, el encuentro es una muestra de que ambas partes reconocen una necesidad mutua. Trump desea una relación funcional con la ciudad más grande del país (donde él nació, y en la cual ha residido la mayor parte de su vida), y Mamdani necesita garantizar la cooperación de Washington para su administración.
El tono de la reunión fue reportado como cordial, y Trump incluso llegó a ofrecer palabras de elogio a Mamdani, diciendo que esperaba que hiciera un «excelente trabajo» y que era hora de «superar las diferencias de partido».
Ahora bien, reconozcamos que sigue existiendo un gran escepticismo sobre la posibilidad real de que estas dos administraciones colaboren a largo plazo, dada la retórica previa de Trump de cortar fondos federales a la ciudad bajo un liderazgo progresista. También, que el tono cordial en reuniones políticas nunca garantiza resultados concretos.
Mientras, celebremos una vez más el espíritu de unidad, de gratitud y de cordialidad que acompañan al “Día de Acción de Gracias”.