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Encuesta GAD3 para ABC: La suma Podemos-IU sería un escollo para formar un Gobierno estable

evolucion-estimacion-votomayo--620x349Su candidatura, con 68 escaños, no superaría al PSOE en las elecciones. El Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C’s) necesitarían al Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Coalición Canaria (CC) para la absoluta si no hay pacto de izquierdas.

Consumado el fracaso político para investir un presidente del Gobierno, el Rey disolverá este martes las Cortes y convocará elecciones el 26 de junioLa gran novedad en el nuevo tablero político puede ser la coalición electoral de Podemos e Izquierda Unida, que están negociando para unir sus fuerzas e intentar superar al PSOE en las urnas. ¿Lo conseguirán? Están muy lejos de ello, según la última encuesta de GAD3 para ABC, realizada entre los días 26 y 29 de abril. Su coalición lograría en este momento 68 diputados, frente a los 94 que obtendría el PSOE, suficiente para obstaculizar la formación de un Gobierno estable en España.

La negociación entre las formaciones de Pablo Iglesias y Alberto Garzón se produce justo cuando Podemos está cayendo con fuerza en las encuestas, e Izquierda Unida gana terreno perdido. Hace poco menos de un mes, el partido morado se situó en un 15,5 por ciento de estimación de voto, 5,2 puntos y 23 diputados menos que el 20 de diciembre. Muchos de sus electores expresaron así su desencanto al comprobar que la «nueva política» consistía en pedir sillones y bloquear gobiernos. Izquierda Unida, en cambio, doblaba su voto del 20-D y se disparaba hasta los 11 escaños. En ese contexto, el interés de Podemos por pactar con IU era evidente.

La suma de sus fuerzas les colocaría ahora en un 20,9 por ciento de estimación de voto, un resultado muy similar al que obtuvo Podemos en diciembre (20,7). Pero lejos de su anhelado salto al PSOE. Los socialistas seguirían siendo la segunda fuerza política en España con un 23,2 por ciento de los votos, y 94 diputados.

Hay un dato relevante: Podemos e IU podrían unirse, pero por el camino se dejarían muchos votos, sobre todo de electores de la formación de Garzón, que siguen sin ver con claridad una «fusión» con el partido de Iglesias que posiblemente diluiría las siglas de IU. Por separado suman el 22,3 por ciento de voto, y en una coalición se quedan en el 20,9 por ciento, según GAD3.

El principal objetivo de la alianza Podemos-IU, pasar por encima del PSOE de Pedro Sánchez, acabaría en un sonoro fracaso. Ni siquiera mejoraría el resultado que consiguieron las dos formaciones por separado el 20 de diciembre (sumaron 71 diputados con un 24,4 por ciento de votos). ¿Qué efectos tendría entonces una alianza así? Como se verá, la principal consecuencia podría ser el obstáculo a cualquier opción de Gobierno estable, que no fuera la «gran coalición» PP-PSOE.

Beneficio de la ley electoral

La coalición Podemos-IU se beneficiaría de la ley electoral D’Hondt, y en concreto del reparto de los restos de votos, en detrimento principalmente del primer partido, el PP, que perdería hasta cuatro diputados respecto a unas elecciones sin esa alianza de la izquierda radical.

El PP ganaría en las urnas con 125 diputados, dos más que el 20-D, y solo podría formar Gobierno estable si pacta con los 94 diputados que sumaría el PSOE. Es decir, la misma fórmula que pidió Rajoy desde el pasado diciembre, y que tropezó con el veto de Pedro Sánchez. Si ahora volviese a encontrarse con el muro del «no» del PSOE, solo podría mirar a Ciudadanos, pero sus 39 diputados serían claramente insuficientes. Como ahora. Rajoy y Rivera podrían sumar con los seis del PNV y el diputado de Coalición Canaria, quedándose a 5 diputados de la mayoría absoluta.

La situación del PSOE también sería muy similar a la actual. Si no quiere mirar al PP, tendrá que hacerlo a la coalición Podemos-IU. Un pacto del PSOE y Podemos-IU sumaría 162 diputados, solo uno más que los agregados entre los tres el 20-D. Volver a pactar con Ciudadanos en solitario le serviría de muy poco. El reparto de fuerzas y de escaños después del 26-J sería casi un calco al que existe ahora.

¿Pero qué ocurriría si Podemos e IU finalmente no llegan a un acuerdo y se presentan por separado el 26 de junio? En ese caso, la formación de Iglesias obtendría 50 diputados, y la de Garzón, ocho. Entre los dos, 58, diez menos que si se presentan juntos, ya que perderían muchos restos de votos en distintas circunscripciones. Esos diez escaños que dejarían de ganar irían a parar al PP (cuatro más), al PSOE (uno), a Democracia y Libertad (uno), a Ciudadanos (2) y a Bildu (dos).

En unas elecciones sin coalición entre Podemos e IU, el PP ganaría con menos votos (un 29,3 por ciento), pero con más diputados (128), al beneficiarse de unos restos en el recuento de votos que, a su vez, perjudicarían a Izquierda Unida, aunque la participación de los electores de este partido sea algo mayor. Al mismo tiempo, el voto a Ciudadanos apenas cambiaría: tendría 41 diputados, con un 13,9 por ciento en estimación de voto. Así, PP más Ciudadanos llegarían a 170 escaños, siete más que los que sumaron el 20 de diciembre. Si pactan con Coalición Canaria (1) y PNV (seis), alcanzarían los 177 diputados, superando en un parlamentario el listón de la mayoría absoluta.

Sin una coalición Podemos-IU, el PSOE tendría 95 diputados, cinco más que los obtenidos el 20 de diciembre, con un 22,6 por ciento de votos. Si los socialistas pactan con los partidos de Iglesias y Garzón, llegarían a 153 diputados, todavía menos que los 161 que sumaron tras el 20-D, y que hicieron imposible el Gobierno.

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