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Conclusiones de la apertura con Cuba

euucubaEn poco más de un mes cumpliremos año y medio de la apertura del presidente Barack Obama con Cuba. Ya podemos sacar algunas conclusiones:

▪ Los turistas norteamericanos van a Cuba por montones. Quieren ver los autos viejos que todavía por el ingenio de los cubanos circulan en la isla.

▪ También van hombres de negocios con mucho dinero y la idea de ganar aún más. Ellos llevan o mandan a sus abogados para que les indiquen si en la isla hay condiciones para invertir o no.

▪ Allí también van políticos estadounidenses –republicanos y demócratas, no importa–. Van porque pueden ir y cualquier excusa es buena para darse un viajecito pagado por los contribuyentes.

▪ Van los políticos que creen en la política de acercamiento y otros que van a curiosear.

El último del cual leímos había ido a Cuba es el gobernador de Puerto Rico. Eso no lo entiende nadie en ninguna de las dos alas del pájaro: Cuba y Puerto Rico.

La Isla del Encanto tiene una deuda que no la brinca un chivo. Están tratando de ver como pueden conseguir una bancarrota legal.

Así y todo a la vecina isla va el gobernador a ver como el nuevo destino turístico del Caribe le va a quitar aún más turistas a Puerto Rico.

De veras no entiendo. Es posible que el honorable embajador tenga la ilusión de que el gobierno cubano le va a pagar la deuda o por lo menos cómo no pagarla sin repercusiones.

La lógica dice que ya el embullo de los primeros días tiene que haber pasado. Los hermanos Castro –Fidel y Raúl– se han esmerado en explicarle claramente a todo el que quiera oírlo que en Cuba no va a haber cambios políticos.

Cuba tiene un gobierno comunista. El único partido político en la isla es el Partido Comunista. Y la constitución actual lo dice claramente. En Cuba no puede haber ningún otro partido.

Lo que sí ha cambiado son los viajes. A Cuba van los turistas americanos. Y de Cuba vienen los disidentes a hacerse conocer por el exilio y los jóvenes cubanos –estos últimos por miles de miles– para escapar de una cárcel que no les permite prosperar y donde no tienen futuro.

También hay los que vienen a ver que pueden sacar del capitalismo maldito que les da ayuda en cuanto llegan y muchos de ellos regresan a Cuba en cuanto pueden. Unos a ver familiares. Otros a vivir de la trampa con el dinero que generosamente les da el Tío Sam.

A todas estas, el exilio cubano, particularmente el histórico, hace todo lo que puede por pelear contra esta política sin sentido. Pero hasta ahora lo único que hemos logrado es lo de Don Quijote: ir contra los molinos de viento que nunca podremos vencer.

Y es que ya casi nadie –por no ser pesimista– nos presta atención. No importa que tengamos la razón. Tampoco importa que de Cuba nos sigan diciendo que allá nada va a cambiar.

Los ilusos piensan en cómo ayudar a los cuentapropistas en mercadear sus mercancías y servicios. Esto lo hacen con mucha ilusión. Se olvidan que cada vez que en Cuba alguien levanta cabeza y comienza a prosperar el gobierno pasa una nueva ley o reglamento para cerrar esa salida económica para el pueblo.

Las personas mayores de cuarenta años en la isla tienen la ilusión que las cosas van a mejorar con la generosa apertura del presidente Obama.

Los jóvenes no creen en eso y salen de la isla por aire, mar y tierra. Por supuesto los que salen por tierra primero tienen que ir en avión o barco a tierra firme para de ahí comenzar su largo viaje a la frontera con Estados Unidos.

Hay cubanos en ese proceso en Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica y Nicaragua. ¿Cómo van de ahí a la frontera americana? Pues lo hacen con muchas dificultades pagando pasajes aéreos con dinero que les mandan los parientes o amigos de Estados Unidos, o con la ayuda de coyotes que le sacan todo el dinero que pueden.

Lo cierto es que todo esto ocurre en contra de la voluntad del exilio histórico. Pero ya va siendo hora que nos demos por vencidos. El mundo está al revés y los que ganan son los amos en la isla.

Hemos perdido esta batalla y quizás la guerra. Por lo menos tenemos que aceptar una verdad ineludible.

Periodista cubanoamericano.

Guimar123@gmail.com

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