Aún reflexionando sobre relaciones con EE.UU., Fidel Castro responde (15-10-2014)

Luego de haber sido omnipresente en la prensa cubana y famoso por sus discursos de varias horas, Fidel Castro ha desaparecido considerablemente de la luz pública en Cuba. Pero a pesar de haberle cedido las riendas del país a su hermano Raúl en 2008, a sus 88 años, al antiguo mandatario le sigue gustando influir en la opinión pública de sus ciudadanos.

El diario Granma, que publica el gobierno cubano, difunde con frecuencia columnas bajo la firma del “compañero Fidel”. En ellas, Castro aborda temas de interés público y procura defender el legado de la revolución que lo llevó al poder en 1959.

El martes, Castro dedicó una columna al editorial del domingo que publicó The New York Times, instando a que la Casa Blanca reanude relaciones diplomáticas con La Habana y comience a desmantelar el contraproducente embargo que Estados Unidos ha mantenido contra Cuba durante décadas. La columna fue excepcional por una razón principal: al citar casi todos los párrafos del editorial, Castro le dio gran difusión a un texto que incluye serias críticas sobre el gobierno cubano. Dado que pocos cubanos tienen acceso a internet, los puntos de vista que están en contra del gobierno normalmente no circulan ampliamente.

Presentadores de radio en la isla leyeron la columna de Castro y analizaron su contenido el martes, una instancia extraordinaria durante la cual los líderes de la isla permitieron que los medios controlados por el estado abordaran temas delicados, como los presos políticos y la sospechosa muerte de un activista.

La columna se publicó en la segunda página de Granma, y un prominente titular en la primera página destacó su importancia. Castro se expresó a favor del editorial, comparándolo con una famosa entrevista que le dio en 1957, cuando era un líder rebelde, al periodista Herbert Matthew de The New York Times, para demostrar que el ejército cubano no lo había matado.

No está claro cuánto poder ejerce Castro hoy en día, debido a su delicado estado de salud. Existen facciones del gobierno que ven la perspectiva de un acercamiento a Estados Unidos como una apuesta peligrosa y un proceso que solo debe ser manejado en forma gradual. Pero al compartir el contenido del editorial con el pueblo, Castro parece estar dándole énfasis a un mensaje que líderes cubanos de menor rango le han estado enviando a Washington en años recientes: queremos un diálogo.

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