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PSOE, Podemos, Ciudadanos: No sé si nos toman por tontos

img_dduch_20151207-220248_imagenes_lv_propias_dduch_20151207-4-17-kNUH-U301850191959csD-992x558@LaVanguardia-WebÉstos son algunos datos clave de los principales partidos tras el 26-J:

-El PP sube 4,3 puntos su porcentaje de apoyo, gana unos 800.000 votos y 14 diputados.

-El PSOE eleva medio punto su porcentaje, pierde 100.000 votos y cinco escaños.

-Unidos Podemos cae cuatro puntos y se deja 1,1 millones de votos. Mantiene los 71 escaños que tenían Podemos y sus confluencias e Izquierda Unida en diciembre.

-Ciudadanos apenas pierde porcentaje, pero se deja 400.000 votos y ocho diputados.

Todo ello con una participación inferior en 1,2 millones de votantes respecto al 20-D. Como ha escrito Lucía Méndez, no es que el 26-J haya resucitado el bipartidismo, es que han quedado para competir un partido grande y tres medianos. Como si en la Liga española de repente desaparecieran el Barça y el Atleti y quedaran para enfrentarse al Madrid equipos como el Villarreal, el Sevilla o el Valencia. Dicho sea como ejemplo y sin ningún ánimo de molestar a nadie.

¿Cómo han explicado a los españoles los tres perdedores estos malos resultados?Pedro Sánchez ha dado el resultado por bueno sólo porque ha mantenido la«hegemonía de la izquierda». En otras palabras, un partido que ha gobernado España durante la mayor parte de esta etapa democrática se conforma con ser segundo y obvia que ha obtenido el peor resultado de su historia. Unidos Podemos se proclama en estado de shock, sí. Pero en declaraciones de algunos líderes empiezan a echar la culpa… a los españoles: se han equivocado al continuar optando por la corrupción, como afirmó el miércoles Mónica Oltra, de Compromís. Podemos quiere hacer una encuesta para explicar por qué han fallado las encuestas. Pero no comenta la huida de más de 200.000 votos en las capitales en las que gobiernan. Por ejemplo.

Y Ciudadanos echa la culpa a la ley D’Hont de la pérdida de seis diputados con el mismo porcentaje de votos que el 20-D. Como si D’Hont no hubiera influido en los 40 escaños que consiguieron en diciembre. Y no dan cuenta de los 400.000 votos que se han evaporado.

Éstas son las explicaciones que los partidos han ofrecido hasta ahora. Por supuesto que el 26-J ha abierto debates internos, que en algún caso -Podemos, como publicamos hoy- tienen una elevada carga de profundidad porque los resultados han revelado enormes errores de estrategia política. Pero éstos quedan recluidos en las cúpulas. Creen que no es momento de reconocer que se han equivocado.

Estos partidos han ofrecido excusas pero no un análisis de lo que de verdad creen que ha pasado para se haya producido este gran giro político en sólo medio año. Tapan sus vergüenzas creyendo que así los ciudadanos no se van a enterar. Parece que nos toman por tontos.

Hace una semana, el Reino Unido optó por dejar la UE en un referéndum que el Partido Conservador y el Partido Laborista perdieron por un escaso margen. El líder de los conservadores, David Cameron, presentó su dimisión al día siguiente. El de los laboristas, James Corbyn tiene al partido levantado en armas en un intenso debate público porque se resiste a marcharse. Los británicos serán muy suyos, pero asumen responsabilidades y los partidos no ocultan a la sociedad sus problemas.

Un referéndum de este tipo es mucho más trascendental que unas elecciones parlamentarias. Pero eso no quita para que nuestros líderes políticos, en vez de quejarse porque, dicen, muchos españoles han votado la corrupción y los escándalos del PP, intenten explicar por qué a pesar de esa mochila popular, los ciudadanos no los han preferido a ellos.

@vicentelozano

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