¡A debatir sobre el futuro de Cuba!
Granma informa en su edición digital de este miércoles que se iniciarán los debates sobre los documentos del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) relativos a la «la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030», que pretenden sentar las bases para la continuación de la visión estatalista, centralista y autoritaria que tiene la dirección del PCC sobre socialismo que ha demostrado su fracaso económico, social y político en la Isla y en todas partes donde han intentado fórmulas similares.
Documentos que llevan varios años debatiendo y cambiando en las estructuras superiores del PCC y ahora esperan que los cubanos de abajo digieran, y discutan en una reunión media hora antes de la novela.
Los miembros del partido llevan varios años debatiendo alrededor de estos documentos y cambiando en las estructuras superiores del PCC y ahora esperan que los cubanos de abajo digieran y discutan sobre ellos en una reunión media hora antes de la novela.
El debate no puede ser en una reunión. Debe ser un amplio proceso de discusión nacional, horizontal, democrático e inclusivo, donde todos los cubanos puedan expresar y dar a conocer públicamente sus ideas sobre el futuro que desean y no únicamente lo que al respecto cree la dirección del PCC.
El debate que necesitamos debe ser reflejado diariamente en todos los órganos digitales del partido y en todos los sitios de internet posibles, de manera que todos sepamos los que otros están pensando y, además, poder opinar sobre lo que otros plantean, de manera que no sea un «debate» vertical más, donde suben y bajan los criterios sin horizontalidad. Un debate así puede servir para decir que se consultó, pero en la práctica no tendrá calificación alguna para ser considerado un debate democrático.
El debate no puede ser en una reunión. Debe ser un amplio proceso de discusión nacional, horizontal, democrático e inclusivo
Esperamos que no se trate de dar una lectura dirigida a los extensos documentos. La gente deberá ir preparada a los debates, con sus opiniones previamente concebidas y,de ser posible, por escrito, para agilizar la discusión. Los cubanos no podemos dejar pasar esta oportunidad y hacer patentes nuestros deseos de cambios, expresarlos y darlos a conocer a todos.
Ante estas circunstancias y como se trata de documentos que en realidad no aportan soluciones concretas a los acuciantes problemas que tenemos delante los cubanos en lo económico, político y social, sugerimos a las bases del PCC y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), a las secciones sindicales, estructuras de bases de las organizaciones de «masa», a las asambleas de rendición de cuentas del Poder Popular y a toda persona que pretenda realmente hacer un aporte al debate, presentar planteamientos concretos para la solución de los problemas de la ciudadanía.
Sin pretender ni mucho establecer una agenda para esos debates, desde las posiciones del Socialismo Democrático ponemos a disposición de todo el pueblo los cinco puntos del programa mínimo de la Izquierda democrática cubana suscritos el 13 de marzo de 2015 por el Socialismo Participativo y Democrático (SPD), la Izquierda Democrática Socialista (IDS) y el Nuevo Proyecto Socialista (NPS), con la intención de que sean incorporados al debate si son compartidos.
Proponemos estos cinco puntos con el objetivo de crear las condiciones para un rápido y efectivo crecimiento económico con justicia social y responsabilidad compartida por todos los cubanos, de dentro y de fuera, y de todas las visiones políticas, destinado a resolver en el corto y mediano plazos las acuciantes necesidades de la vida material y espiritual de todos los cubanos.
- Creación de un ambiente de distensión y concordia que lleve al establecimiento de un diálogo nacional inclusivo; al reconocimiento de las libertades fundamentales; a una nueva Constitución fruto de la creación y discusión colectivas y horizontal del pueblo cubano, aprobada luego en referendo; a una nueva Ley electoral democrática y al establecimiento de un Estado moderno de derecho con plena transparencia funcional e informativa, bajo control popular, con autonomías municipales, presupuestos participativos en los diferentes niveles y el sometimiento a referendo de las leyes que afecten a todos los ciudadanos. Es decir, una República Democrática humanista y solidaria, con plena justicia social, donde rijan integralmente los principios consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en la que quepamos todos.
- Demanda de una nueva política económica, que partiendo de la aceptación de todas las formas de producción modernas, estimule preferentemente, con apoyo público y privado, el trabajo libre, de tipo autogestionario, individual o asociado (cuentapropista, cooperativista, mutualista, la cogestión obrera estatal y/o privada, y demás variantes), hacia el empoderamiento ciudadano de sus condiciones de existencia y reproducción, camino a la más amplia socialización de la propiedad y la apropiación de los resultados del trabajo, de manera que todos los ciudadanos disfruten de su propiedad individual o colectiva, sin interferencia de ningún tipo y sin hacer daño a terceros; resuelva los graves problemas de pobreza creciente que afrontan los jubilados, las madres solteras y los discapacitados, así como las demandas de los jóvenes. Particularmente, la generalización inmediata de internet como un derecho inalienable al desarrollo.
- Eliminación por ley, con efectos punibles, de cualquier tipo de discriminación por la forma de pensar, el color de la piel, sexo o preferencia sexual, religión, edad, origen regional, y demás exclusiones sociales.
- Integración del ser humano con el medio ambiente y el respeto y desarrollo de la biodiversidad y los ecosistemas, especialmente el uso de las energías renovables, el reciclaje de las materias primas y la sanidad ambiental, como conceptos integrados.
- Política internacional basada en el respeto al derecho internacional, la paz, la amistad y la cooperación con todos los pueblos y gobiernos del mundo y la solución de los conflictos internacionales por vía pacífica, excluyendo el uso de la violencia. Especialmente una integración efectiva con América Latina y el Caribe que beneficie a todos los pueblos del libre intercambio de comercio, movimiento de personas, bienes y capitales y una normalización de relaciones con EE UU, en igualdad de condiciones, que deje atrás la confrontación tradicional y todas sus negativas consecuencias.