A días de las elecciones, las dos encuestadoras más respetadas dan como claro ganador a Lula da Silva
Existe preocupación por la reacción que tendrá Bolsonaro, quien durante la campaña ha dejado entrever que no reconocerá una derrota.
Brasil entra en la recta final de lo que sin duda ha sido una prolongada y tensa campaña electoral. En pocos días tendrán lugar las elecciones presidenciales en el país más grande de América Latina y las dos encuestadoras más respetadas del país coinciden en otorgar una sólida ventaja al ex presidente de izquierdas Luiz Inácio Lula da Silva, por sobre el actual mandatario, el conservador Jair Bolsonaro.
Con ventajas de 15 o 12 puntos sobre Bolsonaro, según la encuestadora, los brasileños comienzan a prepararse para el triunfo del septuagenario ex jefe de Estado (2003-2010) y fundador del Partido de los Trabajadores (PT), quien estuvo acosado por los escándalos de corrupción y cual ave fénix ha resucitado en este 2022 para obstaculizar la relección del actual mandatario.
Para dos diplomáticos europeos consultados por DIARIO DE CUBA, la preocupación que rodea al 2 de octubre, cuando 147 millones de brasileños aptos por el padrón electoral acudan a votar, no es la victoria de Lula de Silva que ambos dan por descontado, sino la reacción que tendrá Bolsonaro, quien durante la campaña ha dejado entrever que no reconocerá una derrota, argumentando que el sistema electoral no es confiable e involucrando a los militares en la diatriba política.
«Llevo 22 años analizando este país y nunca lo ví tan asediado por el peligro de una intentona de guerra civil, dado el calado de odio que Bolsonaro ha conseguido inyectar en todos los extractos de la sociedad», apunta el periodista español Juan Arias, un veterano conocedor de la dinámica política brasileña.
Las fuentes consultadas por DIARIO DE CUBA confirmaron que el equipo de Lula da Silva ha adelantado contactos con EEUU y varios países clave de la Unión Europea, entre estos Alemania y Francia, para que haya un rápido reconocimiento internacional a lo que se espera sea su victoria. Según el comando del PT, si la comunidad internacional dilata su pronunciamiento Bolsonaro podría actuar para desconocer los resultados y convocar a manifestaciones de calle de sus seguidores.
De acuerdo con los últimos datos dado a conocer por la reconocida Datafolha, Lula da Silva tiene una ventaja holgada. Recibe el 45% de intenciones de voto para el 2 de octubre contra el 33% que votaría por Bolsonaro. Es una diferencia de 12 puntos.
«Aquí no está la mentirosa Datafolha. Aquí está nuestro Datapueblo», dijo un exaltado Bolsonaro ante sus seguidores, poniendo en duda la victoria que le otorgan prácticamente todas las encuestadoras al ex presidente. El mandatario también ha avivado el temor al comunismo.
Por su parte, el más reciente estudio de Ipec presenta una diferencia de 15 puntos a favor del fundador del PT: 46% versus 31%. El Ipec ha sido fundado por los ejecutivos e investigadores del antiguo Ibope Inteligência, uno de los centros de estudios de opinión pública de mayor tradición en Brasil, pero que cerró sus puertas en 2021. Por esta razón se le otorga credibilidad a este centro de pesquisas.
En el estudio de Datafolha, que difundieron los conocidos diarios O Globo y Folha de São Paulo, se evidencia que Bolsonaro tiene un rechazo muy consolidado y mayoritario, lo cual a ojos de analistas hace inviable su relección.
El 53% de los electores consultados dijo rechazar completamente a Bolsonaro, mientras que la aversión hacia Lula da Silva suma 38%.
De confirmarse los resultados de las encuestas de Datafolha e Ipec, este 2 de octubre, Lula da Silva ganaría pero no evitaría el balotaje, fijado para el 30 de octubre. Para que un candidato resulte ganador de las elecciones en la primera ronda necesita obtener el 50% más uno de los votos válidos emitidos. El comando del PT tiene como meta alcanzar el triunfo en la primera vuelta.
Medios de prensa brasileños reportaron que la pelea codo a codo entre los dos candidatos se trasladó al terreno religioso. Tanto Bolsonaro como Lula da Silva han lanzado mensajes a los votantes evangélicos, que representan un 25% del padrón electoral.
Si Bolsonaro pierde la relección, sería el primer jefe de Estado en ejercicio del poder que no lo logra reelegirse, desde que se estableció esta figura en 1994.
Carolina Botelho, politóloga e investigadora del Laboratorio de Estudios Electorales de la Universidad de Estado de Río de Janeiro, comentó que «la reelección normalmente se produce porque el presidente tiene la máquina del gobierno a su disposición y es una poderosa arma electoral».
Sin embargo, esta académica enfatiza que Bolsonaro tuvo una actuación tan mala, especialmente en el marco de la pandemia del Covid-19, «que consiguió anular esa arma poderosa».