«A mi familia del tenis y más allá»: la sentida carta de despedida de Federer

De todos los regalos que me ha dado el tenis a lo largo de los años, el mayor, sin duda, ha sido la gente que he conocido en el camino: mis amigos, mis competidores y, sobre todo, los fanáticos que le dan al deporte su vida. Hoy, quiero compartir algunas noticias con todos ustedes.

Como muchos de ustedes saben, los últimos tres años se me han presentado con desafíos en forma de lesiones y cirugías. He trabajado duro para volver a una forma competitiva total. Pero también conozco las capacidades y los límites de mi cuerpo, y últimamente su mensaje para mí ha sido claro. Tengo 41 años. He jugado más de 1.500 partidos en 24 años. El tenis me ha tratado con más generosidad de la que nunca he soñado, y ahora debo reconocer que es momento de terminar mi carrera profesional.

La Laver Cup, la próxima semana en Londres, será mi último torneo ATP. Jugaré más tenis en el futuro, por supuesto, pero no en Grand Slams o en el circuito.

Esta es una decisión agridulce, porque voy a extrañar todo lo que el circuito me ha dado. Pero al mismo tiempo, hay mucho que celebrar. Me considero una de las personas más afortunadas en la Tierra. Me fue dado un talento especial para jugar al tenis, y lo hice en un nivel que nunca imaginé, por mucho más tiempo de lo que jamás pensé posible.

Me gustaría agradecer especialmente a mi increíble esposa, Mirka, quien ha vivido cada minuto conmigo. Ella me ha motivado antes de las finales, vio innumerables partidos incluso cuando tenía más de ocho meses de embarazo, y ha soportado mi lado tonto junto a mi equipo por más de 20 años. También quiero agradecer a mis cuatro maravillosos niños por apoyarme, siempre con ganas de explorar nuevos lugares y creando maravillosos recuerdos. Ver a mi familia alentándome desde la tribuna es algo que atesoraré por siempre.

También me gustaría agradecer y reconocer a mis amados padres y a mi querida hermana, sin los cuales nada hubiera sido posible. Un gran agradecimiento a todos mis ex entrenadores, que siempre me llevaron en la dirección correcta. ¡Han sido maravilloso! Y a Swiss Tennis, que creyó en mí como jugador joven y me dio un punto de partida ideal.

Verdaderamente quiero agradecer y hacer un reconocimiento a mi increíble equipo, Ivan, Dani, Roland, y sobre todo Seve y Pierre, que me han dado los mejores consejos y siempre han estado ahí para mí. También a Tony, por gestionar creativamente mi carrera durante más de 17 años. Eres completamente increíble y he disfrutado cada minuto contigo.

Quiero agradecer a mis leales patrocinadores, quienes en verdad fueron como socios para mi; y a los equipos y torneos que trabajan duro en la ATP Tour, quienes constantemente nos recibieron a todos nosotros con amabilidad y hospitalidad.

También me gustaría agradecer a mis competidores en la cancha. Fui lo suficientemente afortunado para jugar muchos partidos épicos que nunca olvidaré. Luchamos limpiamente, con pasión e intensidad, y siempre intenté lo mejor por respetar la historia del deporte. Me siento sumamente agradecido. Nos empujamos unos a otros y juntos llevamos el tenis a nuevos niveles.

Por encima de todo, debo brindar un agradecimiento especial a mis increíbles fanáticos.

Nunca entenderán cuánta fuerza y confianza me han dado. El inspirador sentimiento de caminar en estadios llenos ha sido una de las grandes emociones de mi vida. Sin ustedes, esos éxitos se habrían sentido vacíos, en lugar de llenos de alegría y energía.

Los últimos 24 años en el circuito han sido una aventura increíble. Mientras que a veces se siente como si todo hubiera pasado en 24 horas, también ha sido tan profundo y mágico que parece como si ya hubiera vivido toda una vida.

He tenido la inmensa fortuna de jugar frente a ustedes en más de 40 países diferentes. He reído y llorado, sentí alegría y dolor, y sobre todo me he sentido increíblemente vivo. A través de mis viajes, he conocido a muchas personas maravillosas que seguirán siendo amigos de por vida, que consecuentemente sacaban tiempo de sus ocupadas agendas para ir a verme jugar y animarme en todo el mundo. Gracias.

Cuando comenzó mi amor por el tenis, yo era recogepelotas en mi ciudad natal, Basilea. Solía mirar a los jugadores con una sensación de asombro. Ellos eran como gigantes para mí y comencé a soñar. Mis sueños me llevaron a trabajar más duro y comencé a creer en mí mismo. Algo de éxito me dio confianza, y me puso en camino al más increíble viaje que me ha traído hasta estos días.

Por eso, quiero agradecerles a todos desde el fondo de mi corazón, a quienes alrededor del mundo han ayudado a hacer realidad los sueños de un joven recogepelotas suizo.

Finalmente, al tenis: te amo y nunca te dejaré.