«La industria más o menos se ha derrumbado. La situación es peor este año que el pasado y tomará tiempo revertirla», dijo un experto local en azúcar que pidió el anonimato a la agencia Reuters, en referencia a la venidera cosecha del otrora cultivo rey de la agricultura cubana.
De acuerdo con las cifras oficiales, en la zafra azucarera de 2021 la industria cubana produjo poco más de 800.000 toneladas métricas de azúcar sin refinar, la cifra más baja desde 1908 y solamente el 10% del récord de ocho millones de toneladas logrado en 1989.
Según el experto que habló con Reuters, Cuba podría tener problemas para llegar incluso a ese tonelaje en 2022.
El grupo estatal azucarero AZCUBA anunció haber transformado 56 centrales azucareros en empresas separadas e incorporó dentro de ellas plantaciones locales, en un último esfuerzo para evitar que se desplome la industria.
Un comunicado del Consejo de Ministros de Cuba en su reunión de junio refirió que estaba llevando a cabo una revisión de la industria «para garantizar en un futuro la vitalidad de estas actividades, que tanto han significado en lo económico y en la historia de Cuba».
Las autoridades esperan que esas decisiones permitan fijar los salarios de los trabajadores y de los precios de la caña que se compra a las cooperativas y campesinos, manteniendo AZCUBA el control del 80% de los ingresos de exportación.
No obstante, diversos medios provinciales han reportado escasez de caña, reparaciones de molinos atrasadas, escasez de neumáticos, baterías y combustible para transportar la caña durante la cosecha.
«Del área que debía ser cubierta por el cultivo en la provincia, un 45% se reporta vacía», informó el periódico oficial Escambray, de Sancti Spíritus.
La cosecha de azúcar en Cuba comienza en noviembre y se extiende hasta mayo, pero este año el primer central no abrirá hasta el 5 de diciembre, con la mayor parte empezando a producir entre finales de diciembre y enero. En 2020 abrieron solamente 38 agroindustrias y este año podrían ser menos, según algunos informes.
Cuba consume entre 600.000 y 700.000 toneladas de azúcar al año y tiene un acuerdo para vender a China 400.000 toneladas anuales, por lo que en los últimos tiempos se ha vuelto habitual que el Gobierno tenga que importar el producto de países tan remotos como Francia.
Asimismo, las autoridades no hacen públicas las cifras de exportaciones e importaciones anuales de ese producto.
De acuerdo con el experto que habló con Reuters, la situación de la industria puede mejorar, «pero tendrán que ir más allá con las reformas, atraer inversión extranjera o desviar dinero de otros sectores, como el turismo», señaló.