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Alexis Ortiz / No somos delincuentes
Me dolió en la piel y la sangre ver a jóvenes compatriotas míos de rodillas, rapados y encadenados, en una de esas cárceles humillantes del presidente autoritario de El Salvador.
Muchos de esos muchachos fueron cazados, hasta en sus propias casas, por funcionarios xenófobos de Estados Unidos, desconociendo una institución vital de la democracia: el derecho a la defensa (además de irrespetando la decisión de un juez que, precisamente, reclamaba el cumplimiento del debido proceso).
A los jóvenes criollos se les acusó, sin pruebas y sin juicio, de ser militantes del publicitado grupo delincuencial Tren de Aragua. Es posible que algunos de ellos lo sean, pero insistimos en que para ser deportados era necesaria la comprobación y decisión de un juez.
La verdad es que el Tren de Aragua, la Piedrita, los pranes, los colectivos, el Cartel de los Soles, son grupos de bandidos armados y financiados por la narcodictadura castrochavista, para acosar a los activistas de la oposición democrática y al pueblo venezolano en general.
No en balde la líder y el presidente legal de Venezuela, María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, con la prudencia que los adorna, hicieron un llamado al gobierno norteamericano: «Distinguir entre criminales y migrantes».
Entre los muchachos deportados a los calabozos para terroristas de El Salvador, debe haber varios que arriesgaron su vida y las de sus familiares para atravesar el llamado infierno del Darién en Panamá, huyendo del Tren de Aragua y en busca de refugio en la democracia estadounidense.
Los venezolanos que residimos en EEUU somos gente de paz y trabajo, respetuosos de las leyes, agradecidos con nuestros anfitriones. Y curiosamente, los que tienen la nacionalidad norteamericana votaron mayoritariamente por el presidente Trump. Los presuntos miembros del Tren de Aragua son bastante menos del 1% de nuestra comunidad.
Y lo que más nos sorprende es que Marcos Rubio, a quien consideramos un aliado de Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, no haya protestado por ese atropello.