Ambulancias inteligentes

Una de las consecuencias positivas de la crisis sanitaria  en el Reino Unido –informa el Financial Times–  ha sido la invención de metodologías novedosas para el tratamiento de los pacientes de Covid-19 y, en general, todos los achaques de los súbditos de Su Majestad Isabel.

Las ambulancias inteligentes son una de ellas,  permitiendo la consulta por video mientras el enfermo es trasladado al hospital de emergencia; particularmente útil en el caso de infartos, cuando el factor tiempo es crucial para evitar daños cerebrales mientras las células mueren a velocidad vertiginosa a resultas de un coágulo o la interrupción del fluido sanguíneo.

Pruebas realizadas en el servicio de salud en el este del Reino revelaron los formidables resultados de Visionable, que así se llama una de las plataformas; un tratamiento complicado donde el equipo médico precisa saber con exactitud qué tipo de infarto está enfrentando a fin de aplicar una u otra terapia, incompatibles.

Paramédicos en las ambulancias  se conectan durante el traslado, de modo que al llegar a destino las imágenes de sus scaners ya están en manos de los especialistas, acelerando el lapso necesario para la decisión en las tres primeras horas críticas, salvando por supuesto vidas pero también muchos millones de libras en la rehabilitación, que mucho significan en la apretada coyuntura actual.

Visionable, informa el diario, que arrancó en junio de 2020 con 6 millones de libras esterlinas de inversores privados y recibió fondos adicionales de la agencia oficial Innovate UK, se propone ampliar el servicio al resto del país y también desarrollar scaners portátiles cada vez más pequeños y electrocardiógrafos de quinta generación, capaces de remitir vastas masas de datos del paciente desde el mismo vehículo.

Una consecuencia de la práctica de video-consultas popularizada por el Covid-19 es el siguiente paso, que imagina la empresa CAREOLOGY:  añadir aparatos de biometría portátiles para monitorear de manera permanente los niveles de oxigenación y temperatura, con lo cual se podría detectar más rápidamente cualquier anomalía.

Otra invención son anillos detectores que los pacientes portan para revelar precozmente eventuales señales de Covid-19, hasta con un 90% de precisión, conforme un estudio del Instituto de Neurociencia Rockefeller de la Universidad de West Virginia en asociación con un consorcio hotelero y la asociación de baloncesto.

En resumen, nos hallamos en la alborada de un enfoque absolutamente preventivo, donde las máquinas suplirán las limitaciones lógicas de los galenos para conocer la existencia de una enfermedad incluso antes de que el propio paciente esté consciente de ella.

Varsovia, enero 2021