Ana Cristina Vélez: ¿Altruismo en las aves? Las urracas se han burlado de los científicos al ayudarse mutuamente a eliminar los dispositivos de rastreo
Esta es una traducción del artículo original Altruism in birds? Magpies have outwitted scientists by helping each other remove tracking devices, de la investigadora Dominique Potvin. Profesora titular de Ecología Animal, Universidad de Sunshine Coast. Publicado originalmente el 21 de febrero de 2022.
Cuando les conectamos a cinco urracas unos pequeños dispositivos de seguimiento, similares a mochilas australianas, para un estudio piloto, no esperábamos descubrir un comportamiento social completamente nuevo que rara vez se ve en las aves.
Nuestro objetivo era aprender más sobre el movimiento y la dinámica social de estas aves altamente inteligentes, y probar estos dispositivos nuevos, duraderos y reutilizables. Lo qué pasó fue que vimos que los pájaros nos salieron adelante.
Como lo explica nuestro nuevo trabajo de investigación: las urracas comenzaron a mostrar evidencia de tener un comportamiento cooperativo, que se podría llamar de «rescate», para ayudarse mutuamente a eliminar el rastreador.
Si bien estamos familiarizados con las urracas como criaturas inteligentes y sociales, esta fue la primera vez que vimos este tipo de comportamiento aparentemente altruista: el de ayudar a otro miembro del grupo sin obtener una recompensa tangible e inmediata.
Probando nuevos dispositivos emocionantes
Como científicos académicos, estamos acostumbrados a que los experimentos salgan mal por uno u otro motivo. Sustancias caducadas, equipos defectuosos, muestras contaminadas, un corte de energía no planificado: todo esto puede retrasar meses (o incluso años) una investigación cuidadosamente planificada. Para aquellos de nosotros que estudiamos los animales, y especialmente el comportamiento, la imprevisibilidad es parte del trabajo. Esta es la razón por la que a menudo requerimos estudios piloto.
Nuestro estudio piloto fue uno de los primeros de su tipo: la mayoría de los rastreadores son demasiado grandes para acomodarlos en aves medianas o pequeñas, y los que lo permiten tienden a tener una capacidad muy limitada de almacenamiento de datos o duración de la batería. También, tienden a ser de un solo uso.
Un aspecto novedoso de nuestra investigación fue el diseño del arnés que usamos para sujetar el rastreador. Ideamos un método que no requería que las aves fueran capturadas nuevamente para descargar los datos valiosos o para reutilizar los pequeños dispositivos.
Uno de los rastreadores que adjuntamos a cinco urracas, pesaba menos de un gramo. Este fue proporcionado por la autora Dominique Potvin.
Capacitamos a un grupo de urracas locales para que acudieran a una «estación» de alimentación terrestre al aire libre, que podía cargar de forma inalámbrica la batería del rastreador, descargar datos o liberar el rastreador y el arnés mediante el uso de un imán.
El arnés era resistente, con solo un punto débil donde el imán funcionaba. Para quitar el arnés, se necesitaba ese imán o unas tijeras realmente buenas. Estábamos entusiasmados con el diseño, ya que abrió muchas posibilidades de eficiencia y permitió recopilar una gran cantidad de datos.
Queríamos ver si el nuevo diseño funcionaría según lo planeado y descubrir qué tipo de datos podríamos recopilar. ¿Hasta dónde llegaron las urracas? ¿Tenían patrones u horarios a lo largo del día en términos de movimiento y socialización? ¿Cómo afectaban sus actividades la edad, el sexo o el rango social de dominio?
Todo esto podría descubrirse utilizando los pequeños rastreadores, que pesan menos de un gramo, y que les colocamos con éxito a cinco de las urracas. Todo lo que teníamos que hacer era esperar y observar, y luego atraer a las aves de vuelta a la estación para recopilar los valiosos datos.
Lo que no ocurrió
Muchos animales que viven en grupos sociales cooperan entre sí para garantizar la salud, la seguridad y la supervivencia del grupo. De hecho, se ha encontrado que la capacidad cognitiva y la cooperación social se correlacionan. Los animales que viven en grupos más grandes tienden a tener una mayor capacidad para resolver problemas, como las hienas, los lábridos manchados o Anampses meleagrides (peces) y los gorriones comunes.
Las urracas australianas no son una excepción. Como una especie todera que sobresale en su capacidad de resolver problemas, se ha adaptado bien a los cambios extremos de su hábitat por causa de los humanos. Las urracas australianas generalmente viven en grupos sociales de entre dos y doce individuos. Ocupan y defienden cooperativamente su territorio a través de coros y comportamientos agresivos (como abalanzarse contra el enemigo). Estas aves también se reproducen y actúan cooperativamente, ya que las aves mayores emparentadas ayudan a criar los polluelos.
Las urracas juegan entre ellas
Durante nuestro estudio piloto, descubrimos qué tan rápido las urracas se unen para resolver un problema grupal. A los diez minutos de colocar el último rastreador, vimos a una hembra adulta sin rastreador trabajando con su pico para tratar de quitarle el arnés a un ave más joven.
En cuestión de horas, se habían quitado la mayoría de los rastreadores. Para el tercer día, incluso el macho dominante del grupo se había deshecho con éxito de su rastreador.
No sabemos si el mismo individuo se lo había quitado o si otro le había ayudado, el caso es que nunca habíamos leído sobre ninguna otra ave que cooperara de esta manera para deshacerse de los dispositivos de rastreo.
Las aves tuvieron que resolver los problemas que plantó deshacerse del arnés, posiblemente ensayando con el pico a tirar y cortar diferentes secciones de este. También, necesitaban ayudar voluntariamente a otras aves, y aceptar ayuda.
Nuestro nuevo diseño de rastreador era innovador, pues permitía que un imán liberara el arnés., proporcionado por el autor, Dominique Potvin.
El único otro ejemplo similar de este tipo de comportamiento que pudimos encontrar en la literatura fue el de las currucas de Seychelles que ayudan a liberar a otras aves de su grupo social de los pegajosos racimos de las semillas de Pisonia. Este es un comportamiento muy raro, denominado de «rescate».
Salvar a las urracas
Hasta ahora, la mayoría de las especies de aves que han sido rastreadas no necesariamente han sido muy sociales o consideradas solucionadoras de problemas cognitivos, como las aves acuáticas y las rapaces. Nunca consideramos que las urracas pudieran percibir el rastreador como una especie de parásito que requiriera ser eliminado.
El seguimiento de las urracas es crucial para los esfuerzos de conservación, ya que estas aves son vulnerables a la creciente frecuencia e intensidad de las olas de calor debido al cambio climático.
El seguimiento de las urracas es crucial para los esfuerzos de conservación.
En un estudio publicado esta semana, los investigadores de Perth demostraron que la tasa de supervivencia de los polluelos de urraca en las olas de calor puede ser tan baja como el 10 %. Es importante destacar que también se encontró que las temperaturas más altas producen un menor rendimiento cognitivo más bajo para enfrentar tareas como la búsqueda de alimento. Esto podría significar que los comportamientos cooperativos se vuelven aún más importantes en un clima que se calienta continuamente.
Al igual que las urracas, los científicos siempre estamos aprendiendo a resolver problemas. Ahora tenemos que volver a la mesa de dibujo para encontrar formas de recopilar datos de los comportamientos más vitales para ayudar a las urracas a sobrevivir en un mundo cambiante.
Dominique Potvin no trabaja, consulta, posee acciones ni recibe financiamiento de ninguna empresa u organización que se beneficiaría de este artículo, y no ha revelado afiliaciones relevantes más allá de su cargo académico.
Artículo original, aquí:
https://theconversation.com/altruism-in-birds-magpies-have-outwitted-scientists-by-helping-each-other-remove-tracking-devices-175246