Ana Cristina Vélez: La trompa del elefante
National geographic:
En el mundo natural, la trompa del elefante es una adaptación muy particular, pues, siendo una extensión de la boca, se parece más a un gran brazo. Se comporta como los tentáculos del pulpo, ya que está formada por músculos hidrostáticos. Los elefantes mueven la trompa de distintas maneras y con distintas funciones: pueden envolver los objetos, torcerlos, estirarlos y acortarlos. Estos inteligentes animales usan la trompa como una musculosa herramienta para llevarse el alimento a la boca, lo que les permite ingerir una gran cantidad de hierbas cada día, más o menos 200 kilos.
La trompa es una herramienta útil para muchas otras cosas. Los elefantes barren con ella, limpian el territorio y juntan hierbas en un montículo; utilizan su extremo con la habilidad y delicadeza con la que usamos los labios los humanos. Ellos son capaces de coger un nacho sin quebrarlo, pueden ser muy delicados si así lo desean. Con esos “labios” pueden succionar como las aspiradoras; bueno, las aspiradoras están basadas en las trompas de los elefantes, y no, al revés. Nadie se imagina el volumen de líquido que puede almacenar un elefante en su trompa, 2,4 galones, antes de mandarla para el estómago, o de utilizarla como ducha para bañarse o bañar otros elefantes. Estos paquidermos también, utilizan la trompa para ayudar, para acariciar y para producir sonidos.
Aunque la mayoría de las vocalizaciones las hacen en la laringe, producen el trompeteo empujando aire a través de la trompa. Se comunican con la manada por medio de rugidos, ladridos, gritos y bufidos. Con los ruidos de trompeta, muestran que están muy estimulados.
Sonidos aquí:
Los elefantes que trompetean pueden estar también perdidos, enojados, juguetones o sorprendidos. Cuando retumban con sonidos de baja frecuencia, lo hacen para comunicarse a larga distancia; también, para ahuyentan a los depredadores, para sacar a los intrusos de su territorio, para saludar, calmar los nervios o solicitar parejas. Rugen para intimidar, para mostrar angustia; chirrean, para anunciar, para pedir ayuda o prestar apoyo, y hacen burbujas cuando se están bañando en un charco, por puro placer o para jugar con otros elefantes.
Los colmillos no tendrían ese tamaño e importancia si no les fueran muy útiles. Los colmillos son dientes que están por fuera. Sirven para proteger la trompa, para levantar objetos, para recoger alimentos, para pelear, para abrir huecos y encontrar agua, y como adorno. En los elefantes asiáticos, solo algunos machos tienen colmillos; en los africanos, ambos los tienen, hembras y machos.
Los elefantes son majestuosos, empáticos, muestran tener muchos sentimientos filiales, de compasión, amor y de duelo, tienen autoconciencia, saben que ellos son ellos, y son muy inteligentes. Tan impresionantes, asombrosos y bellos son los elefantes, que entre las deidades hindúes hay una que tiene cuerpo humano y cabeza de elefante: Ganesha.
Ganesha es reverenciado por su poder para eliminar obstáculos, es patrón de las artes, de las ciencias y señor de la abundancia.