Analista peruano: “Pedro Castillo llevaba un año y medio consolidando una fama de persona tonta e inepta”
Para el columnista del diario La República, Mirko Lauer, el ex Presidente peruano se asustó “y trató de dar este batacazo, de tener un golpe de suerte, pero termina cometiendo el error de su vida. Cuando Pedro Castillo sale a dar su autogolpe, no sólo está pilucho, sino que está perfectamente solo”, señala.
“Había dos ideas que estaban rondando a la opinión pública desde hacía un año y medio. La primera es que el Congreso iba a vacar al Presidente y la otra idea es que el Presidente iba a disolver el Congreso”, dice a El Líbero desde Lima el escritor, analista política y columnista del diario La República, Mirko Lauer.
Y las dos cosas terminaron ocurriendo este miércoles con pocas horas de diferencia. Finalmente, tras un fallido autogolpe de Pedro Castillo, el Congreso lo destituyó a él y nombró a la abogada Dina Boluarte como Mandataria, quien hasta entonces era la vicepresidenta.
“Este es un caso de ‘tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe’. Lo que no teníamos claro era cuál de los cántaros iba a romperse. El martes en la tarde, los diarios estaban llenos de información sobre problemas legales, jurídicos y penales del Presidente y su familia, y la oposición más dura tenía fuertes esperanzas de que toda esa información, más el clima de los tiempos, llevara a una suspensión de Castillo o a su vacancia”, dice Lauer, analizando las causas de lo sucedido.
«El emperador está calatísimo«
“Lo que pasó este miércoles es que las cosas se voltearon dos veces. La primera vez con un Pedro Castillo que parece un loco y que está enloquecido, que declara el cierre del Congreso, que declara la reorganización y la intervención del Poder Judicial y que decreta un toque de queda. Y a una hora de producido esto, ocurre la segunda volteada. Ahí se nota que Pedro Castillo no tiene el menor apoyo para realizar este acto. No tiene a la policía, no tiene a las Fuerzas Armadas, todos sus ministros están renunciando. El emperador está, como decimos en Lima, calatísimo”, agrega.
A juicio del analista político, “Castillo improvisó. Llevaba un año y medio consolidando una fama de persona tonta, inepta, sin capacidad para gobernar, sin capacidad para nombrar un buen ministro de Cultura o cosas básicas de ese tipo”.
“De un momento a otro, Castillo se asusta o entusiasma y trató de dar este batacazo, de tener un golpe de suerte, pero termina cometiendo el error de su vida. Cuando Pedro Castillo sale a dar su golpe, no sólo está pilucho, sino que está perfectamente solo”, señala.