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Andrea Tavares: Quítense de la vía

Promoción de la abstención en elecciones no puede prohibirse ni sancionarse  │ Acceso a la Justicia

 

Abstención activa. Deja el miedo. No vayas a votar. Simón Pérez Enríquez

 

Hoy, en Venezuela, el voto ya no es un acto de fe ni una máxima moral. Es un acto político. Participar en un proceso electoral bajo un régimen dictatorial, corrupto y fraudulento no es un ejercicio de libertad, sino un reforzamiento del poder de quienes nos han despojado de nuestra soberanía.

El voto bajo Maduro no es una elección libre, es una trampa. Cada voto emitido en estas elecciones, que no son más que una farsa, valida la mentira de un sistema que no respeta la voluntad popular. Participar en este circo electoral es contribuir a la permanencia de un régimen que niega la democracia y arrastra a Venezuela al abismo. Es un acto de colaboración al parecer no gratuita, en algunos casos.

Si la dictadura no ha aceptado su derrota del 28 de julio… ¿cómo vamos a participar en unas elecciones sin garantías? ¿Cómo confiar en un proceso electoral cuando los resultados anteriores han sido manipulados y desconocidos? La dictadura sigue negando la voluntad popular y no ofrece ni mínimas condiciones para que las elecciones sean libres, justas y transparentes. ¿Por qué, entonces, seguir participando en un sistema que ni siquiera respeta los resultados cuando le son adversos?

Hoy, muchos de los que fueron testigos electorales en julio tienen miedo de hacerlo otra vez. El régimen ha creado un clima de intimidación y represión que castiga a quienes se atreven a alzar la voz en defensa de la verdad. La amenaza constante de persecución, detenciones y violencia política ha sembrado el terror (recuerden que se trata de una banda terrorista) entre aquellos que aún creen en la posibilidad de un cambio. La Abstención Activa es también una respuesta a esa violencia. Es una forma de resistir, de negarse a ser cómplices de un sistema que persigue y silencia a su pueblo. Y entonces… ¿Con quién van a instalar las Mesas Electorales?  ¿Quiénes serán los testigos electorales?  De verdad… ¿ Nos vamos a tragar el cuento de que el régimen va a permitir una observación imparcial en un proceso destinado a ser un fraude?

Pero, ¿cuál es el móvil que impulsa a Capriles (y a sus similares) a participar en las elecciones regionales? ¿Será un móvil personal, quizás de ego, o miedo a no pasar a la historia como líderes, o tal vez esa baja pasión llamada envidia? ¿O podría ser (y ojalá lo fuese) una razón política estratégica? La verdad es que, en este momento, participar en una farsa electoral solo legitima un sistema que ya ha demostrado su corrupción y represión y coloca a ese sector sedicente opositor, en muy malas condiciones éticas frente al electorado.

La Abstención Activa, sin embargo, va de la mano con una política firme y decidida. La estrategia política puesta en práctica hasta ahora ha sido correcta. Edmundo González Urrutia, María Corina Machado y factores que, con valentía y coherencia, como la Causa R e individualidades a nivel nacional e internacional han mantenido una postura firme contra la dictadura. Este rechazo al fraude no solo es un acto de resistencia, sino también de apoyo a un liderazgo que se ha mantenido fiel a la lucha por la democracia, por la justicia y por la reconstrucción de un país libre.

La Abstención Activa no es solo una forma de resistir, sino también una propuesta de reconfiguración de nuestra lucha política. Es un llamado a abandonar la dependencia de un sistema electoral fraudulento y, en su lugar, fortalecer la movilización, la protesta y nuevas formas de organización ciudadana que nos permitan recuperar el control del futuro de Venezuela. La oposición debe reinventar su estrategia: no podemos seguir jugando en un campo que está amañado y minado.

Hay que denunciar ante la comunidad internacional que el reconocimiento de estas elecciones fraudulentas solo ayuda a consolidar la dictadura. Los actores internacionales deben estar a la altura de la situación y continuar presionando para que el régimen reconozca la voluntad popular, apoyando el llamado a nuevas formas de lucha y presionando por una verdadera transición democrática en Venezuela.

La Abstención Activa es la respuesta. Una respuesta que desafía a quienes intenta convencernos de que el sistema aún tiene algo de democracia. No hay nada moral en participar en una farsa, no hay fe en un sistema que nos ha traicionado. La Abstención Activa es nuestra forma de seguir luchando, de deslegitimar un régimen y exigir un futuro libre para Venezuela.

Venezuela no se reconstruye con urnas vacías de justicia, sino con corazones llenos de resistencia. Los claudicantes, los normalizadores, los complacientes e inconsistentes…Apártense. Quítense de la vía. Esto va…

Hasta el final,

 

 

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