Ángeles Mastretta: No oigo cantar a las ranas (fragmento)
A mí me gusta el mundo, por eso quiero estarme en él cuanto tiempo sea posible, porque creo junto con otros que sólo la vida existe, lo demás lo inventamos. Para inventar, como para el amor y los desfalcos, es necesario estar vivos. Sabemos esto tan bien como sabemos de la muerte. La muerte que es sólo asunto de los vivos, delirio de los vivos.
Ilustración: Alma Rosa Pacheco
Temo perder los mares y la piel de otros, temo que un día no estaré para maldecir el aire turbio de las mañanas en la ciudad de México, temo por la luz que no veré en los ojos de mis nietos, temo olvidar los chocolates y los atardeceres, temo que no estaré para el temible día en que desaparezcan los libros, temo que no sabré de qué color es Marte, ni si lloverá en abril del 2060. Por eso mientras puedo, quiero cada minuto de mi vida y cada instante de las vidas ajenas que pesan en la mía.
Ángeles Mastretta
Diciembre, 1999