Anna Maria Tribuna: Italia se rinde a la piloto que sorteó el fuego talibán
Sus compatriotas han convertido a esta oficial de la Fuerza Aérea transalpina en la nueva heroína del momento: logró evacuar a un centenar de afganos a los mandos del C-130 que tripulaba bajo una lluvia de balas
«En un país como Afganistán donde las mujeres no tienen ningún derecho es un motivo de orgullo que el avión que ha salvado a un centenar de personas huyendo de Kabul haya sido pilotado por una mujer con coraje». Frases como esta, firmada Patricia Zenzolo en Facebook, se han escrito a miles en Italia para elogiar a Anna Maria Tribuna, piloto de la Aeronáutica Militar. En una de las últimas operaciones de evacuación de civiles de Afganistán a finales de agosto, el avión C-130J que pilotaba Anna Maria fue atacado presumiblemente por disparos de talibanes, durante la fase de despegue del aeropuerto Hamid Karzai de la capital afgana. Uno de los pasajeros a bordo era el periodista de ‘La Repubblica’ Giuliano Foschini, que contó el pavor de los 98 refugiados afganos y cómo la piloto esquivó los proyectiles: «La joven oficial dio la alarma y de inmediato procedió a una maniobra evasiva con el lanzamiento de bengalas, pequeños cohetes con un alto contenido de magnesio que se utilizan para confundir la puntería y la dirección de los proyectiles o misiles antiaéreos. Fueron momentos de angustia porque todos los que estábamos dentro del C-130 fuimos sacudidos por la maniobra evasiva del avión, con una rápida pérdida y recuperación de altitud. Le debemos la vida a la piloto de la Fuerza Aérea, yo y mis compañeros de viaje». El avión aterrizó sin daños en el aeropuerto de Kuwait, como tenía previsto.
Aunque hace ya dos décadas desde que se permitió el ingreso de mujeres en la Fuerza Aérea, son pocas las comandantes de aviones. La siciliana Anna Maria, casada, con 17 años de brillante carrera militar, es una piloto de combate con más de dos mil horas de vuelo, siempre con el petate hecho dispuesta a partir. «La maleta está siempre hecha porque estamos a menudo en misiones en todo el mundo, a veces para ayudas de emergencia, como el transporte médico, que ha sido muy frecuente durante la pandemia», dice Anna Maria. Reconoce que algunas operaciones son muy particulares por el estrés: «Cuando sabes que transportas un recién nacido en peligro de muerte, no hay satisfacción más grande que cuando aterrizas por la mañana quizás después de una noche de vuelo y saber que has salvado una vida».
Al mando del C-130J, un avión que se caracteriza por su versatilidad, fue la primera mujer italiana en aterrizar sobre el hielo en una expedición a la Antártida. Fue en 2019, cuando en condiciones climáticas extremas logró abastecer a la base Zucchelli, una ‘fortaleza de la ciencia’ italiana que investiga sobre los hielos polares y el futuro de la Tierra.
Anna Maria recuerda también con especial emoción algunas de sus misiones africanas: «A veces aterrizamos en un aeropuerto remoto en África y emociona ver la sonrisa de los niños, que simplemente estaban felices porque les habíamos dado una botella de agua; son emociones muy especiales». Sensación muy distinta es la que ha sentido en otros países, como el caso de los Emiratos: «Hay mucha admiración y curiosidad porque comprueban que disfrutamos de un grado de emancipación que en algunos países no existe. Por el papel que desempeñamos, probablemente nos convertimos en un modelo a seguir».
Seguramente también por ello, Anna Maria es vista como un símbolo en Italia. Mientras que con la victoria de los talibanes, la aspiración de derechos y autodeterminación de las mujeres de Afganistán se desvanece, Italia demuestra que en los países occidentales la mujer puede ser protagonista en todos los ámbitos. Anna Maria Tribuna es el ejemplo.