Annalena Baerbock, la decepción verde de los alemanes
Hace tres meses parecía que iba a superar en votos a Merkel. Ahora su imagen se derrumba al saberse que infló su currículum, no declaró unos ingresos y plagió en un libro
La primavera demoscópica, que llegó a vaticinar en marzo que Annalena Baerbock ganaría las elecciones generales alemanas del 26 de septiembre, ha derivado en un verano de desánimo y decepción. Los Verdes, que amenazaban por entonces con superar en intención de voto a la CDU de Merkel, caen ahora por debajo del 20% en las encuestas. Si las elecciones fueran este domingo, obtendrían un 19%. Los conservadores se mantendrían con el 30% como la primera fuerza política, mientras que el Partido Socialdemócrata (SPD) sigue sin superar el 15% y los liberales (FDP) y la extrema derecha (AfD) se mantienen anclados en torno al 10%. Hay un 22% de votantes indecisos, pero ya parece claro que Baerbock no será la nueva Merkel.
Comenzó a perder credibilidad cuando se vio obligada a reconocer que «había olvidado» declarar una parte de sus ingresos al Bundestag. Se había estado embolsando dietas por eventos electorales e incluso un «plus Covid» sobre los que no informó. El partido organizó un congreso el mes pasado para relanzar su candidatura bajo el lema «Todo es posible», en el que además intentaron borrar su perfil ecopacifista con otro ecoliberal. Pero en el curriculum oficial que presentaba el partido fueron descubiertos varios datos falsos y ella apenas farfulló una justificación. Los otros partidos no tiraron a dar, porque los sondeos anticipan que habrán de negociar coaliciones entre ellos y nadie quiere cerrarse puertas con tanta antelación. Los Verdes creyeron poder recuperar todavía su imagen positiva con la publicación del libro presentado hace unos días. Se titula ‘Ahora ¿cómo renovamos nuestro país?’ y riega 240 páginas de afirmaciones ecologistas, económicas y de política exterior, salpicadas aquí y allá de anécdotas personales con las que trata de construir la imagen de una líder sensata, determinada y con visión. El caso es que el traje político de Merkel, perfectamente reconocible, no le sentaba del todo bien a Annalena y, para terminar de arreglarlo, el vigilante de plagios austriaco Stefan Weber asegura haber encontrado hasta 12 párrafos copiados de otros autores a los que Annalena no cita, según el resultado de un estudio basado en el software Turnitin. El colmo de este plagio es un párrafo sobre modernización de las administraciones copiado de un libro publicado en 2020 por Thomas Heilmann y Nadine Schön, dos diputados de la CDU.
«Su credibilidad se ha visto definitivamente cuestionada», es el juicio de Markus Blume, el secretario general de la CDU, que acusa a Los Verdes de «engaño deliberado». Desde la sede de Los Verdes, responden que no se trata de una obra académica, por lo que no es necesario ni procedente citar todas y cada una de las fuentes a pie de página. Ven en la acusación «oportunismo electoral» y anotan con pesar la caída en las encuestas. «Duró solo un instante la fantasía aventurera», dice el analista berlinés de TAZ Feliz Hackenbruch, «ahora todos se dan cuenta de que el candidato debió haber sido Robert Habbeck, como estaba previsto, pero se dejaron influir por la burbuja verde de Twitter y ahora todos sus errores se les vienen encima: un candidato prefabricado, un libro copiado que realmente nadie necesitaba y una gestión de crisis muy poco profesional».