Antolología de páginas inolvidables (17) : Else Lasker-Schüler
Continúo con mi antología de páginas inolvidables como las que ya les ofrecí de Liv Ullmann, Jorge Amado, Marcos Ana, José López Rubio, Juan Ramón Jiménez, Gottfried Benn, Luigi Pirandello, Rainer Maria Rilke, Álvaro Mutis, Arthur Miller y el poeta neerlandés J. B. Charles (seudónimo de Willem Hendrik Nagel), así como William Somerset Maugham, Tomás Segovia, Franz Kafka, Oscar Wilde y la gran poeta costarricense Eunice Odio.
Hoy les quiero presentar un poema de su par alemana, la judía Else Laske –Schüler, poema que se titula “Un viejo tapiz del Tíbet” y fue publicado por Karl Kraus en su consagratoria revista Die Fackel [=La Antorcha], con una nota a pie de página justamente famosa: «El poema aquí citado se cuenta, según pienso, entre los más primorosos y conmovedores que haya leído nunca, y hay pocos, de Goethe acá, en los que –como en este tapiz tibetano– estén entreverados sentido y sonido, palabra e imagen, idioma y alma».
Les ofrezco en primer lugar el inalcanzable original :
Ein alter Tibetteppich
Deine Seele, die die meine liebet,
Ist verwirkt mit ihr im Teppichtibet.
Strahl in Strahl, verliebte Farben,
Sterne, die sich himmellang umwarben.
Unsere Füße ruhen auf der Kostbarkeit,
Maschentausendabertausendweit.
Süßer Lamasohn auf Moschuspflanzenthron,
Wie lange küßt dein Mund den meinen wohl
Und Wang die Wange buntgeknüpfte Zeiten schon?
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Séale permitido al autor de estas líneas argüir su pena por no haber podido trasegar al castellano ni un diezmo de la riqueza del original, pero ojalá el empeño de mi texto, y de la aproximación que sigue, aficionen al lector a aprender alemán para emborracharse de poesía y penetrar en los reinos de esta bella judía, que parece salida de una petenera: «tan compuesta y a deshora». Y sigue mi aproximación a “Un viejo tapiz del Tíbet”:
Tu alma, que por la mía se desvive,
trenzada está con ella en un tapiz del Tíbet.
Destello con destello, enamorados colores,
estrellas cielo avante diciéndose de amores.
Nuestros pies en esta joya descansando,
nudosmilesymilesocupando.
Dulce hijo de un Lama sobre un trono de almizcle,
¿desde cuándo se besa tu boca con la mía
y en la mejilla urde del tiempo viva urdimbre?