Democracia y Política

Apología del babeo

No es un chiste: hay un “Instituto de tos Estudios del Pensamiento Político de Hugo Rafael Chávez Frías” (http://goo.gl/zPMg3Y), iniciativa tragicómica que se suma a las loqueras cometidas por el régimen durante estos tres lustros.

Ahora ya no solo se trata de adoctrinar a los infantes, haciéndoles escribir cartitas de afecto al barinés, sino de querer encasquetarle al imaginario popular la idea de que el Comandante tenía ideas, en vez de una combinación de complejos, sobresaliendo el de inferioridad, alimentado por una combinación de resentimientos, por los pequeños fracasos con que todos debemos lidiar diariamente, y que en su caso, en vez de drenarse en el olvido y el perdón, se iban acumulando, para que si se le presentara algún chance, estallasen bajo forma de megalomanía y mitomanía. Lo normal en los tiranos, pues.

Esa oportunidad efectivamente se presentó cuando el sistema descuidó aquella actividad conspirativa, e incluso lo dejó suelto luego de haberlo cazado, para que con sus actuaciones confirmara su ensalada mental de autodidactismo desordenado, que mezclaba hechos históricos para justificarlos con una amorfa plastilina de doctrinas y frases sueltas.

La iniciativa es chistosa, por dedicarle una burocracia al babeo cerebral de su líder, e inquietante, por sus costos, justo ahora cuando el precio del petróleo ha caído un 20%.

Sus promotores dicen que hay solicitudes de varios países para profundizar sobre el supuesto pensamiento de quien les regaló dinero y soberanía a mano suelta: Argentina, Cuba, Nicaragua, Rusia y China. Faltaría más.

También se informa que, complementando dicho “instituto”, se creó la fundación privada “Comandante Eterno Hugo Chávez Frías” dirigida por Rosa Virginia Chávez -aunque habría que averiguar de donde provienen los reales para su funcionamiento-, para “ordenar correctamente” los homenajes que impliquen dedicarle calles, casas, o estatuas.

Rosa Virginia, para saber lo que le espera, haría bien en informarse sobre la suerte de plazas y estatuas de dictadores mucho más importantes y “queridos” que su padre; por su parte, el régimen ¿por qué no?, bien podría poner al frente de este instituto a la otra hijita del barinés, para que pueda profundizar los conocidos vínculos que tiene con todos ellos.

Y ya que estamos ¿por qué no extender esas iniciativas de difusión del legado del Comandante a la de sus amigotes, creando organizaciones al efecto?. Algunas ideas:

“Instituto Muammar Gadaafi para la Defensa de los Derechos Humanos”

“Fundación Bashar Hafez al-Assad para la Protección de las Minorías Étnicas”

“Fundación Vladimir Putin para la Promoción de la Integridad Territorial”

“Instituto de Estudios Fidel Castro para el Avance de la Democracia”

“Universidad de la Amistad entre los Pueblos Sadam Hussein”

“Cátedra Diosdado Cabello de Estudios sobre Ética Empresarial”

“Cátedra Carlos el Chacal de Investigaciones sobre Protección Ciudadana”

“Congreso Internacional Ernesto Ché Guevara sobre de Estudios sobre la Paz”

Hay pues muchísimos nombres de dictadores ignorantes, de asesinos y ladrones, que pueden hacerle compañía académica al extinto líder criollo, para así reafirmar la degeneración cultural y espiritual que él mismo inició, en contraste con institutos y fundaciones que con constancia y entrega, difunden el legado de grandes venezolanos, como Arístides Calvani y Rómulo Betancourt.

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