Arantza Quiroga: «Para imaginar a Sánchez o Iglesias en La Moncloa solo tengo que mirar a Grecia»
La presidenta del PP en el País Vasco, ante la doble cita electoral del otoño, advierte de una encrucijada: avanzar o «meterse en abismos»
A las puertas de un curso político que arranca con emociones fuertes, Arantza Quiroga, presidenta del PP vasco, ya piensa en las elecciones generales e, incluso, en las vascas de 2016. Pero el corto plazo obliga a dirigir antes la vista a otra cita con las urnas: los comicios en Cataluña. «Todo el país está pendiente de lo que pueda ocurrir», afirma.
–Hay mucho en juego el 27-S.
–Se ha llevado a una situación límite a Cataluña, en la que a una sociedad le haces elegir entre el sí y el no. Desgraciadamente, porque a ningún ciudadano nos gusta posicionarnos de una manera tan drástica. Cuando a una sociedad le haces elegir entre dos opciones tan radicales dejas poco espacio a la convivencia, a la concordia.
–¿Es el colofón a la huida hacia delante de Artur Mas?
–Nosotros sabemos perfectamente lo que es ese proceso. Lo vivimos con Ibarretxe. Esto es un paso más, un salto vacío. En Cataluña algunos creen que la forma de gobernar es estar continuamente diferenciando entre los catalanes nacionalistas y los no nacionalistas. Haciendo ver que los nacionalistas son los buenos y que los otros son los malos catalanes. Es intrínseco a los nacionalistas, que siempre tienen que encontrar un enemigo con el que reafirmarse.
La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, en una recepción en Zarzuela
–¿El nacionalismo es el gran lastre?
–Los «ismos», tanto el nacionalismo como el populismo, no construyen una sociedad sana, en convivencia, Aquí lo hemos vivido de manera tremenda, cuando el nacionalismo se imponía desde las armas. Tengoun concepto del nacionalismo muy negativo. Es verdad que tienes que tener mucho cuidado y respeto a que detrás de ese nacionalismo hay ciudadanos que lo apoyan. A mí me han gustado mucho esas luces largas con las que ha ido Mariano Rajoy en todo momento. Sabe que habrá un día después, que no se pueden romper los puentes, Creo que ha sido un acierto esa estrategia de no sucumbir a las constantes provocaciones.
–¿Cuál ha de ser la respuesta a esas provocaciones?
–Va siendo tiempo de jugarles a la grande. Decirles: «Nos aburre ya vuestro monotema, vuestra pequeñez». Somos una gran nación que cuando se pone objetivos los consigue entre todos, sin estar en estos debates que no nos llevan a ninguna parte. Cuando le juegas a la grande al nacionalismo, lo neutralizas.
–Tras las catalanas, las elecciones generales. ¿Qué se juega España?
–Simple y llanamente, si continuamos en ese camino de tratar de que las cosas vayan a mejor o nos metemos en una serie de incógnitas y abismos.
–El PP acude con nuevo impulso.
–Es un PP mucho más pegado al día a día y mucho más pegado a lo que está demandando la sociedad. Tenemos que ser esa correa de transmisión.
–La principal baza es la salida de la crisis. ¿Será suficiente?
–Creo que va a pesar mucho en los ciudadanos a la hora de tomar la decisión. Y luego tenemos que ser capaces de trasladar que somos un partido que entendemos cuáles son las claves del tiempo que nos ha tocado vivir. Que se nos deje de ver en ese rol tan rígido de que los números cuadren y que se nos vuelva a ver ese lado de transformación de la sociedad.
–Se da por hecho un pacto PSOE-Podemos para desalojar al PP. ¿Imagina su efecto?
–Me lo imagino perfectamente. Solo tengo que mirar a Grecia. Llegarían Pedro Sánchez o Pablo Iglesias, me da igual, y sus primeras medidas serían decir: «A mí no me manda Europa y voy a tomar estas decisiones, que sean muy populistas, y no me importan las consecuencias». Y cuando lleguen las consecuencias, que por supuesto las van a sufrir los ciudadanos, decir que el malo es Europa, sin asumir ninguna responsabilidad.
–¿Ve al PSOE dispuesto a todo para llegar al poder?
–El PSOE está pasando una grave crisis y no termina de encontrar su sitio. Lo que está haciendo es elegir caminos que no le llevan a lo que se supone que tiene que representar: una opción de gobierno de toda España.