Así son los ‘Melonomics’, las propuestas del programa económico que Giorgia Meloni tiene para Italia

De ahí la moderación y cierta ambigüedad con que en los últimos días se ha movido Meloni. Es una ambigüedad muy calculada, que incluso algunos elogian, porque demuestra su capacidad para adaptarse a la situación. Esto puede contribuir, sin duda, a dar una imagen de ella muy diferente de la que se ha ofrecido en el pasado. A la luz de este cambio de la líder del bloque de derechas, con marcha atrás de algunas promesas irrealizables, los expertos analizan su nueva línea política, con los puntos clave de su programa económico. Algunos, como por ejemplo diario económico ‘Il Sole 24 Ore’, los defines como los ‘Melonomics’.

Para poner en práctica buena parte de este programa, Meloni quiere situar al frente del ministerio de Economía a un técnico, para dar garantías a Bruselas y a los mercados internacionales. Deberá demostrar que se aleja del populismo con medidas concretas. Por ejemplo, los empresarios del norte de Italia piden mano de obra extranjera, porque no la encuentran en Italia. Será difícil que Hermanos de Italia, que ha tenido un 30 por ciento de votos en el nordeste del país, hasta ahora feudo de la Liga a la que ha duplicado en las urnas, haga oídos sordos a los empresarios del Véneto, por ejemplo, que solicitan que se amplíe la contratación de inmigrantes para ayudar a empresas en dificultades.

Estos son los llamados ‘Melonomics’ del programa de Meloni:

Meloni ha frenado completamente las promesas imposibles que han hecho algunos socios del bloque de derechas. Por ejemplo, se abstiene totalmente de prometer un aumento de las pensiones mínimas a 1.000 euros al mes, incluyendo «a amas de casa y abuelas», como hizo Silvio Berlusconi. En lugar de un tipo único del 15 por ciento para todos en el IRPF −como hicieron sus aliados, en particular Matteo Salvini−, Meloni explica que es mejor empezar a aplicar ese impuesto del 15 por ciento para autónomos, pero solo sobre el aumento de los ingresos con respecto al año anterior.

Hermanos de Italia propone «reducir la carga fiscal de las empresas y las familias mediante una reforma en nombre de una justa distribución de la riqueza»: reforma del IRPF con introducción progresiva del cociente familiar; extensión del impuesto de tasa única al 15 por ciento para autónomos con facturación hasta los 100.000 euros; eliminación progresiva del IRAP (Impuesto Regional sobre Actividades Productivas). Acabar con la política miope de bonificaciones, para sustituirla por medidas estables y duraderas.

Meloni considera que debe suprimirse la llamada renta de ciudadanía, un subsidio del que se benefician 1,6 millones de personas. Ha sido la bandera electoral del Movimiento 5 Estrellas, que lo aprobó estando en el Gobierno, y le ha dado millones de votos. Pero es un subsidio muy criticado por varios partidos, porque desincentiva la búsqueda de trabajo de jóvenes en condiciones de trabajar.

Meloni quiere sustituirlo para introducir una nueva herramienta que proteja a las personas sin ingresos, efectivamente frágiles e incapaces de trabajar o difíciles de emplear: discapacitados, mayores de 60 años, familias con menores a cargo. Para quienes estén en condiciones de trabajar, habrá cursos de capacitación y fortalecimiento de políticas laborales activas. Se elevarán las pensiones mínimas y sociales.

El plan Meloni es construir un modelo de redes de seguridad social universales para todos los trabajadores: establecer una prestación por desempleo para los autónomos que siga las mismas reglas que la compensación prevista por el trabajo dependiente.

El objetivo es fomentar que regresen a Italia las empresas que se habían instalado en el exterior y desalentar las deslocalizaciones; combatir con determinación la competencia desleal y las prácticas evasivas de traslado de domicilio social en paraísos fiscales europeos; fortalecer las herramientas para estimular y fomentar la canalización del ahorro privado hacia la financiación de la economía real, en particular en las pequeñas y medianas empresas. Desgravación fiscal a quien contrata trabajadores.

Reducción estratégica de los impuestos sobre el trabajo, en beneficio de trabajadores y empresas. Y la racionalización de las decenas de diferentes tipos de incentivo a la contratación actualmente existentes. Las numerosas normas se concentrarán en unas pocas medidas, pero más efectivas.

En las últimas décadas, Italia no ha hecho inversiones importantes en infraestructuras. Ahora Meloni se propone el relanzamiento de las inversiones en infraestructuras viarias, ferroviarias, portuarias y aeroportuarias. Italia quiere hacerse competitiva con otros países europeos a través de la modernización de la red de infraestructuras y la construcción de grandes obras, el fortalecimiento de la red de alta velocidad para conectar todo el territorio nacional desde el norte hasta Sicilia y desde el Adriático hasta el mar Tirreno , así como la mejora y el desarrollo de las infraestructuras digitales. Con una cláusula para salvaguardar el interés nacional, también desde el punto de vista económico, para las concesiones de infraestructuras públicas, como autopistas y aeropuertos. Y la protección de las empresas estratégicas mediante un correcto uso de la llamada «acción de oro».

La promoción de la marca ‘made in Italy’ también pasa por el fortalecimiento de la Agencia ICE, el organismo gubernamental creado para fomentar la presencia del ‘made in Italy’ en los mercados extranjeros. Se trata de apoyar las iniciativas y servicios ofrecidos a las empresas para su promoción en el extranjero y su internacionalización. El objetivo es ayudar a las empresas italianas para encontrar nuevas oportunidades a nivel internacional y afrontar los retos del mercado global.

A Italia se han asignado 200.000 millones de euros, en préstamos y dinero a fondo perdido, para cinco años. El fondo representa una «gran oportunidad para la modernización de Italia y sus infraestructuras y para el reinicio económico de la nación». Pero Meloni se propone una «actualización adecuada» con respecto al proyecto aprobado por el Gobierno Draghi, a la luz de la crisis derivada de la guerra en Ucrania y el aumento de los precios de las materias primas. El objetivo es «destinar más recursos al abastecimiento y la seguridad energética, liberar a Italia y a Europa de la dependencia del gas ruso y proteger a la población y al tejido productivo del racionamiento y aumento de precios».

Para promover la formación e integración de los jóvenes en el mundo del trabajo, se pretende relanzar, con las garantías adecuadas, los instrumentos del contrato de aprendizaje y de prácticas; fortalecer el sistema de cursos de posgrado para la inserción laboral; promover la formación en ciertas disciplinas (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), con el fin de facilitar la entrada de los jóvenes en el mundo laboral y suplir la actual escasez de personas cualificadas en estas materias.