Así viven la noche madrileña los hijos del chavismo
El primogénito del ministro de Defensa de Venezuela, Padrino López, encadena juergas bañadas en champán y reguetón en las discotecas de moda de la capital
Más de uno se ha tomado una copa a su cuenta en algunos de los reservados más exclusivos de la capital sin conocer su nombre ni mucho menos el de su todopoderoso padre. En Madrid, pocos conocen la identidad que se oculta tras un misterioso joven de 24 años, cabello oscuro y lacio, ojos rasgados y estatura media que frecuenta los clubs con más empaque de la ciudad. Esos en los que las botellas desfilan coronadas con bengalas para que quede a vista de todos quiénes son los verdaderos dueños de la noche. Y Mitchell Padrino, el hijo mayor del ministro de Defensa del Régimen Vladimir Padrino López, es uno de ellos. Su rostro únicamente podría resultar familiar a algunos de los exiliados venezolanos afincados en Madrid, como los que el pasado miércoles se concentraron en la Puerta del Sol para celebrar la proclamación de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Mitchell Padrino conoce bien los entresijos de la noche madrileña y encadena largas juergas sin importar el día de la semana que marque el calendario. Sabe bien cómo exprimir la madrugada a golpe de champán caro, cachimbas y mucho reguetón. Su cicerone en Madrid se llama Miguel Rodríguez, un dj venezolano de su misma edad y afincado en nuestro país hace año y medio. Comenzó pinchando en Juanita Cruz, uno de los locales del grupo Larrumba, que ha movido mucho público VIP latino. Actualmente, Rodríguez ha creado su propia marca y organiza fiestas en algunas de las discotecas con más renombre de la capital como los bastiones de la Milla de Oro, Le Boutique y Serrano 41, o la mítica Joy Eslava. El modus operandi cada vez que Mitchell quiere pegarse una buena fiesta es sencillo. Mensaje de Instagram o whatsapp dirigido al dj para que este gestione las listas con su nombre y los de su pandilla. Acceden directamente sin esperar colas y una vez en el interior siempre les acomodan en el mejor reservado. En cuestión de segundos, comienzan a llegar las botellas de alcohol y las cubiteras.
Además de los clubs en los que pincha el dj Miguel Rodríguez, las facturas que deja Mitchell son épicas en otros locales como Bling Bling, Panthera o Casa Suecia, donde el pasado mayo se apuntó a una gran fiesta que convocó a la comunidad venezolana de Madrid. «Cuando se sale con Mitchell la diversión y los tragos están asegurados. Es otro nivel», asegura una persona del entorno que por supuesto se niega a desvelar su identidad.
Mitchell Padrino cursa junto a su hermana Yarazetd (22) estudios universitarios en la capital. Ella también se deja ver en algunos de los sitios de moda como reflejó la cantante y actriz venezolana Kiara en su cuenta de Twitter, donde acumula más de 500.000 seguidores. «Tu hija estaba en Juanita Cruz /Paseo La Habana en Madrid bebiendo champaña», escribía la intérprete en un mensaje dirigido a la cuenta de Twitter del propio Vladimir Padrino. Pero sus hijos no son los único que disfrutan de cómodas y placenteras vidas en el exterior. En 2017, la hija de Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador, fue increpada por venezolanas en Australia, donde llevaba viviendo un año.
Mitchell y Yarazetd nacieron fruto del matrimonio del militar bolivariano con Yarazetd Betancourt, hija del coronel Ángel Vicente Betancourt Infante. Ella trabaja como ingeniera de sistemas en la petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA). «Los hijos de Padrino se mudan frecuentemente de casa por motivos de seguridad. Hasta ahora han viajado mucho a Venezuela, pero ahora misma nadie sabe dónde están», prosigue la misma fuente.
Mitchell es un firme defensor del gobierno de Nicolás Maduro y no oculta su orgullo de ser el primogénito de su ministro de Defensa. Pero a la hora de descorchar botellas, la ideología pasa a un segundo plano. No importa que uno haya abandonado el país huyendo de la miseria y del yugo del Régimen para aceptar una copa y una buena parranda a cargo del primogénito del hombre que el pasado jueves se enfundó el uniforme de gala para apoyar al cacique chavista.
Y todos los días mueren 7 niños por falta de alimento, servicios médicos y medicinad.
ES JUSTO ESO?, MALDITA SEA LAS PERRAS MADRES QUE LOS PARIERON.