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Aveledo: La audacia de creer

“Tengo la audacia de creer que los pueblos de todas partes pueden tener tres comidas al día para sus cuerpos, educación y cultura para sus mentes y dignidad, igualdad y libertad para sus espíritus”, son palabras de Martin Luther King hace cincuenta y ocho años en Oslo, Noruega, cuando recibió el Premio Nobel de la Paz.

People, la palabra que utilizó, significa indistintamente en lengua inglesa pueblo y gente. Opté por la primera acepción deliberadamente. Porque pueblo somos todos nosotros, no solo una parte de nosotros. Las personas en comunidad formamos un pueblo que además de sus diferencias naturales, comparte un destino. No hay sociedad humana en la que el futuro de algunos sus integrantes sea completamente independiente de los demás. Si un número considerable de nosotros es más desnutrido, más enfermo, más ignorante, más desigual y menos digno y libre, todos somos más pobres. Esa verdad es la que fundamenta un objetivo común que cierto lenguaje más aséptico prefiere llamar cohesión social.

Que el Doctor King haya escogido “audacia”, es decir osadía, atrevimiento lo encuentro significativo. Atreverse a creer que es posible aquello que es necesario y, claro, trabajar en la vida, porque la vida es esencialmente obra como decía nuestro gran Cecilio Acosta, para ir logrando viabilidad para que los sueños que en su caso son famosos, no se queden en eso como en la obra de Calderón de la Barca. Añádale significado al anotar que otro Premio Nobel de la Paz en 2008, el primer Presidente de su raza en la nación que fue escenario de las luchas de King, Barack Obama, escribió un libro titulado La Audacia de la Esperanza. Y es que la esperanza es por naturaleza, audaz.

Alimentación sana y completa, acceso a la educación y libertad en la igual dignidad que tenemos como personas, es un programa humanista de civilización. Una sociedad, por definición, no es solitaria sino solidaria y su existencia se justifica en la vida no en la mera supervivencia. Vida que es cada vez mejor porque no se conforma con el estancamiento que en realidad es retraso, porque lo que carece de dinamismo está en pugna con el dinamismo de la realidad. Vida en sociedad que se ordena al bien común.

De la gesta de reverendo King he escrito en La Política y los Valores, mi libro disponible gratuitamente en www.fermintoro,net. El enlace al libro está AQUÍ

Lo que más me impacta es su audacia de creer en un futuro posible basado en el amor. ¿Qué mensaje mejor cuando se acerca la Navidad?

 

 

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