Bada: La bancarrota de Lehman Brothers
En un principio tenía pensado dedicar mi columna a recordar el 11-S de 1973, la felonía del pinochetazo. Pero conforme avanzaban los días es tanto lo que leí acerca de esa fecha infame, que se me quitaron las ganas, porque, ¿qué decir yo que no lo hayan dicho ya los demás? Y una vez hecha esta reflexión recurrí al calendario de efemérides y ¡hip hip hurra!… me gané el gordo de la lotería: hace 15 años tuvo lugar la bancarrota de la firma Lehman Brothers.
Entiendo poco (eufemismo por “nada”) de la materia económica, de modo que me intenté documentar algo para la escritura de esta columna. Con el resultado de que me enteré de muy poco (vide supra) y acabé semimareado por la magnitud de las cifras que se manejan en la complicada y larga historia de esta compañía, cuya fundación se remonta a nada menos que 1850, habiendo sobrevivido a la Guerra de Secesión (el Norte y el Sur enfrentados cainitamente) y al gran crack de la Bolsa de Nueva York en 1929 y la larga depresión que le siguió.
Antes de presentar la declaración de quiebra el 15-9-2008, Lehman Brothers era el cuarto banco de inversión más grande de Estados Unidos y tenía US$680.000 millones en activos. Con la contrapartida de que tan solo estaban respaldados por US$22.500 millones de capital firme. Es decir, sus participaciones inmobiliarias comerciales de riesgo eran 30 veces mayores que el capital. En una estructura tan altamente apalancada, una caída del 3 al 5 % en los valores inmobiliarios eliminaría todo el capital. (No me gusta adornarme con plumas ajenas, confieso pues que debo estos datos a la caritativa vocación de Wikipedia: enseñar al que no sabe).
Mi yerno, que es especialista en inversiones, entendió mi depresión al enterarme de que la quiebra le significaba un pìcotazo (gracias a los dioses no muy grande, solo que no por chico menos doloroso) a mis ahorros de toda una vida, pero me dijo a manera de miniconsuelo que los Lehman Brothers tenían engañados hasta al lucero del alba, tanto -me dijo- que si me hubieses preguntado dónde colocar parte de tus ahorros a lo mejor yo mismo te los hubiese recomendado.
Entretanto, han pasado 15 años y, gracias al eficaz desempeño de los abogados del banco alemán donde tengo colocados ⅔ de mis ahorros, ya les arañaron a los fondos de Lehman Brothers, en 35 acciones consecutivas, más o menos 7.000 euros de mis pérdidas.
Decidí celebrarlo comprando una botella de un whisky Single Malt escocés de 15 años, con el que brindaré esta noche a la salud de los buenos abogados. Creo no subvertir las leyes del mercado si declaro que se trata de un Dalwhinnie y la botella cuesta 49,90 euros. Cheers!