Cultura y ArtesMúsica

Barbara, Göttingen, y Soledad Bravo

La semana pasada, en una nota sobre la «princesa del acordeón», Ksenia Símonova, decidí incluir -un asunto de nostalgia- una versión de Göttingen,  balada de los sesenta, compuesta por la cantautora francesa Barbara.

Varias preguntas surgieron inmediatamente, como por ejemplo, ¿quién era Barbara? o  ¿hay otras versiones de la canción? Demos respuesta a ambas.

 

Gottingen - Barbara | 7inch | Recordsale

 

«Barbara, (nacida Monique Andrée Serf, París 1930-1997)  cantante, compositora, pianista y actriz, fue bautizada como  “la mujer de negro”, por el color de su vestuario. Entre sus grandes éxitos destaca L’ aigle noir, (1970), que puede oírse a continuación:

 

 

En sus comienzos alternaba presentaciones entre Bruselas y París. Se hizo amiga de compositores como George Brassens y Jacquez Brel, de quien incluso interpretó algunas de sus canciones.  «Su lírica, aspecto dramático, y la profundidad de la emoción en su voz le aseguró un público que le siguió fielmente durante treinta años». 

Es considerada una de las grandes cantautoras de la música popular francesa.

Sobre el origen de su canción «Göttingen», encontré esta historia en  un blog (escriturasunidas.blogspot.com) que merece ser compartida:

Durante la ocupación de Francia por los nazis Barbara sufrió la pérdida de  parte de su familia y tuvo que vivir escondida en Saint-Marcellin por ser judía.

A pesar de eso en 1964, cuando ya era muy famosa, aceptó cantar en la ciudad alemana de Göttingen, en el teatro Junges, donde fue ovacionada. Allí, en sus jardines aledaños, escribió  “Göttingen”, una canción de reconciliación franco-alemana que fue muy mal recibida en ciertos círculos franceses, que no entendían cómo una víctima del nazismo podía escribir una canción de reconciliación; sin embargo el tema se convirtió rápidamente en una de sus obras más emblemáticas, grabado en numerosos idiomas y por diferentes artistas de todo el mundo.

En su tumba hay un cartel que dice: “Los niños de Göttingen no te olvidamos”. 

En  2002, la Asociación Cultural Franco-Alemana, la Asociación Barbara Perlimpinpin (título de una de sus canciones), el cine  Lumière  y  la municipalidad  de Göttingen colocaron una placa en homenaje a Barbara en la entrada del  Cine Lumiere (ex Teatro Junges). En 2007,  con la presencia de delegados de la Embajada de Francia en Alemania, se  plantó una rosa en su homenaje en los jardines mencionados».

En 2003  el entonces canciller alemán Gerhard Schröder mencionó parte del texto de esta canción en su discurso al 40 aniversario del Tratado del Elíseo en una reunión conjunta del Bundestag alemán y la Asamblea Nacional francesa en el Palacio de Versalles.

Por su contribución al entendimiento entre ambos países a raíz de esa canción, Barbara recibió en 1988 la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, la medalla de la ciudad y hoy una calle lleva su nombre.

Asimismo le fue otorgada la Orden de la Legión de Honor de la República Francesa. Enferma, consagró su tiempo a la redacción de sus memorias, hasta que falleció por problemas respiratorios. Sus memorias fueron publicadas en 1998. Su cuerpo descansa en el cementerio de Bagneux en Montrouge, al sur de París.

 

 

 

Entre las muchas versiones de la canción destacan la de la belga Lara Fabian, y la de la venezolana Soledad Bravo, cantante de extensa y variada trayectoria, quien la incluyó en uno de sus primeros discos. Concluyamos la nota con esta hermosa versión:

 

 

 

Aquí está la letra:

Göttingen

Bien sûr, ce n’est pas la Seine
Ce n’est pas le bois de Vincennes
Mais c’est bien joli tout de même
A Göttingen, à Göttingen

Pas de quais et pas de rengaines
Qui se lamentent et qui se traînent
Mais l’amour y fleurit quand même
A Göttingen, à Göttingen

Ils savent mieux que nous, je pense
L’histoire de nos rois de France
Herman, Peter, Helga et Hans
A Göttingen

Et que personne ne s’offense
Mais les contes de notre enfance
Il était une fois, commence
A Göttingen

Bien sûr nous, nous avons la Seine
Et puis notre bois de Vincennes
Mais Dieu que les roses sont belles
A Göttingen, à Göttingen

Nous, nous avons nos matins blêmes
Et l’âme grise de Verlaine
Eux c’est la mélancolie même
A Göttingen, à Göttingen

Quand ils ne savent rien nous dire
Ils restent là à nous sourire
Mais nous les comprenons quand même
Les enfants blonds de Göttingen

Et tant pis pour ceux qui s’étonnent
Et que les autres me pardonnent
Mais les enfants ce sont les mêmes
A Paris ou à Göttingen

O faites que jamais ne revienne
Le temps du sang et de la haine
Car il y a des gens que j’aime
A Göttingen, à Göttingen

Et lorsque sonnerait l’alarme
S’il fallait reprendre les armes
Mon cœur verserait une larme
Pour Göttingen, pour Göttingen

Mais c’est bien joli tout de même
A Göttingen, à Göttingen

Et lorsque sonnerait l’alarme
S’il fallait reprendre les armes
Mon cœur verserait une larme
Pour Göttingen, pour Göttingen

 

 

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