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Beatriz Pineda Sansone: El hombre y la búsqueda de su origen divino

El principito: descubre las lecciones vitales de amor,

 

 

La conversación imaginaria entre dos figuras tan interesantes como René Guénon y Antoine de Saint-Exupéry presenta un desafío fascinante. Es una ficción basada en las ideas y obras de ambos autores.

René Guénon (nació el 15 de noviembre de 1886, y falleció el 7 de enero de 1951): fue conocido como el Guardián de las Tradiciones. Un intelectual esotérico, fue filósofo y matemático conocido por su profundo interés en las tradiciones espirituales de Oriente y Occidente.

Saint-Exupéry: (nació el 29 de junio de 1900, y falleció el 31 de julio de 1944).   Escritor y aviador francés, famoso por su novela El Principito. Sus obras exploran temas como la soledad, la amistad, la búsqueda de sí mismo, la responsabilidad y el sentido de la vida, reflejando una sensibilidad humanista y existencialista.

Aunque vivieron en épocas diferentes y sus enfoques eran distintos, ambos compartían un profundo interés por la condición humana, la naturaleza y la búsqueda de un significado más allá de lo material.

En un salón de té en El Cairo, a principios de los años 40, Guénon, ya establecido en la ciudad, conversa con Saint-Exupéry, quien ha realizado un viaje a Oriente en busca de inspiración.

Observando a Saint-Exupéry, con una mirada penetrante, Guénon comentó: -su obra, señor Saint-Exupéry, revela una sensibilidad profunda hacia el misterio de la existencia humana. El Principito, en particular, es una alegoría rica en simbolismo, que trasciende la aparente simplicidad del cuento infantil.

Sorprendido y halagado, Saint-Exupéry contestó: -usted me honra con su opinión, señor Guénon. Es cierto que he intentado expresar, a través de esta pequeña historia, una cierta nostalgia por lo esencial, por aquello que perdemos a medida que avanzamos en la vida.

-Precisamente -comentó Guénon: –el Principito representa la parte más pura del ser humano, aquella que anhela la conexión con lo trascendente. La rosa, por su parte, simboliza la belleza efímera y la necesidad de cultivarla, a pesar de sus espinas.

Reflexionando, Saint-Exupéry respondió:

-Usted ve más allá de lo que yo mismo había imaginado. La rosa, en efecto, es un símbolo complejo. Representa tanto la belleza como la fragilidad, la necesidad de amar y ser amado.

Y el zorro, ¿qué representa para usted?

El zorro simboliza la importancia de las relaciones humanas, de los vínculos que forjamos a lo largo de nuestra vida – respondió Saint-Exupéry.

-Nos enseña que domesticar no significa poseer, sino establecer una conexión profunda y significativa.

Es una interpretación muy acertada -agregó Guénon. -En las tradiciones esotéricas, el zorro a menudo se asocia con la astucia y la sabiduría, cualidades necesarias para desvelar los misterios del universo-.

Intrigado, Saint-Exupéry preguntó: -¿Cree usted que existe un orden oculto detrás de las cosas, una especie de sabiduría ancestral a la que podemos acceder?

Absolutamente -apuntó Guenón. -Las tradiciones espirituales de Oriente y occidente guardan una sabiduría perenne, un conocimiento esotérico -oculto- que ha sido transmitido de generación en generación. Este conocimiento nos permite comprender la naturaleza de la realidad y nuestro lugar en ella.

Pensativo, Saint-Exupéry respondió:

-Sus palabras resuenan en mí. A veces tengo la sensación de que hay algo más allá de lo que nuestros sentidos pueden percibir, una dimensión espiritual que nos conecta con el universo.

-Esa intuición es el primer paso hacia la verdadera sabiduría.

El ser humano es un ser espiritual, y su búsqueda de sentido es, en última instancia, una búsqueda de su origen divino -concluyó Guénon.

 

 

Mi nombre es Beatriz Pineda Sansone. Nací en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. De niña era inquieta, llena de arrojo. Admiraba a nuestro Arturo Uslar Pietri, quien conducía el programa televisivo Valores Humanos. Su ejemplo ha sido mi norte. Gracias a mis hijas he realizado grandes aventuras a favor de los niños. Creé el Taller Literario Infantil Manzanita que devino en Fundación en 1985. Más tarde, con motivo del nacimiento de un nuevo diario en Maracaibo, fundé Azulejo, el periódico de los niños del diario La Verdad –primera etapa-. Extendí el Programa La Hora del Cuento a centros de arte, museos, universidades, colegios y McDonald’s Padilla de la ciudad con el fin de cultivar en los niños el amor por la lectura, y todas sus destrezas cognitivas, afectivas y psicomotoras.

Más tarde, en 1996, obtuve el título en Filología Hispánica con el premio Summa Cum Laude en la Universidad del Zulia. Cursé estudios de postgrado (2000-2003). Me convertí en articulista de los diarios venezolanos Economía Hoy, Panorama y El Universal.

Soy autora de: Las Memorias del Maestro Ramiro (1979); Desde otro rayo (1992). Universidad del Zulia; Los ojos de la montaña (2011). Entrelíneas Editores, España; La Hora del Cuento. Enseñar a razonar a los niños a través de la lectura de cuentos (2015). Ediciones de la Torre, España; El Principito y los Ideales. Defensa de la libertad, del amor y del razonamiento (2017). Editorial Verbum, España; La Aventura nunca imaginada de un lápiz (2018). Fundación editorial el Perro y la Rana. Venezuela; Una niña de mi edad (2019). Editorial Tandaia, España. Malika, la más pequeña de la manada (2021). Europa ediciones. Roma.

En la actualidad desarrollo una intensa labor a favor de la lectura a través de las redes sociales: @beapinpaz.escritora, los chats Aventuras Literarias y Café Lectura. 

 

Beatriz Pineda Sansone: Lo importante es la educación – América 2.1

 

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