Beatriz Pineda Sansone: La lógica de la simplicidad
El cuento de Jorge Luis Borges titulado Los dos reyes y los dos laberintos (Obras completas. Emecé Editores, S.A. Buenos Aires, 1974), enfrenta al lector con dos concepciones de la vida radicalmente opuestas: por un lado tenemos el mundo objetivo, complejo, intrincado y excluyente denotado a través del laberinto mandado a construir por el rey de Babilonia a sus arquitectos y magos, el cual era tan confuso y sutil que los hombres más prudentes no se arriesgaban a entrar, y los que entraban se perdían; y, por el otro, se nos presenta el vacío, lo incorpóreo denotado por el desierto: laberinto del rey de Arabia, quien visita a su homólogo e inducido por éste a penetrar en el edificio, vaga perdido hasta la declinación de la tarde. Ambas perspectivas características de la modernidad presentan sujetos como sustancias puras e independientes. El problema se presenta cuando los dos monarcas se unen. El cuento destaca que el rey de las islas de Babilonia, acostumbrado “a la confusión y a la maravilla”, burla la simplicidad de su huésped, el rey de los árabes; lo desprecia por distinto, ignorando que constituye una fuente de novedad radical; una vía para aumentar la complejidad del diálogo con su ambiente y de producir un imaginario común. El gesto constituye una postura cerrada a la nueva sensibilidad, a la forma de actuar y de conocer, a la nueva ética y estética de su visitante, el rey de Arabia. Al hacer esto, el rey de Babilonia deja al margen nociones de historia y vínculos que debilitan, no solo, las bases de su existencia entendida como devenir en la interacción, sino también, resta importancia a la construcción de nuevas perspectivas que pueden transformar su experiencia del mundo y de sí mismo, dimensiones inseparables del convivir humano.
El gesto del rey de las islas de Babilonia y su consiguiente respuesta por parte del rey de Arabia denotan, a todas luces, una ruptura contundente que nos lleva a plantear la inconcebible posibilidad de lo diverso, de lo heterogéneo. La afrenta produjo su efecto: el rey de los árabes juntó sus ejércitos y regresó a Babilonia: derribó sus castillos, rompió sus gentes, y concluye cumpliendo la promesa de mostrar su laberinto a su homólogo: lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron tres días, luego desató las ligaduras y lo abandonó, y allí el rey de Babilonia murió de hambre y de sed.
Cada rey postula su identidad como forma de permanencia infranqueable, inaccesible. Ambos constituyen polos definibles en y por sí mismos. La lógica de la simplicidad, enmarcada dentro de la modernidad, implica mundos excluyentes, y se corresponde con la geometría euclideana única y soberana. El texto nos hace pensar que el autor plantea al lector dos alternativas: la de continuar la vida con un pensamiento de exclusión, característico de Occidente, y su respectiva visión monista del mundo o la de aceptarlo, comprenderlo y transformarlo desplegando una acción subjetiva de consenso, en un espacio con múltiples dimensiones, donde la heterogeneidad y la conciliación tengan cabida.
La experiencia humana del mundo denotada por el encuentro de ambos reyes señala una expansión, pero roto el vínculo, su resultado no es la co-evolución multidimensional. La interacción no fue transformadora, aunque ambos monarcas interpenetraron sus culturas de manera forzada.
Las formas de pensar, de sentir y de actuar del hombre del siglo XXI han sido sacudidas por distintas y diversas agitaciones. Lo opuesto, el azar, el riesgo, la incertidumbre constituyen fuentes de novedad y caminos para aumentar la complejidad. El vínculo, el cambio, y la transformación ocupan el centro del espacio multidimensional requerido por el ser humano, quien adviene y deviene en el intercambio social de un mundo complejo. Esta es la razón por la cual el hombre de hoy desplaza la lógica de la simplicidad en cuyos ejes no tienen cabida las paradojas constitutivas del mundo.
Pensadores como Buber, Mounier, Jaspers, Freire, Marcel enfatizan sobre la necesidad de la unión, la conexión. Gracias a ella el hombre es humano. Por lo tanto, mi autodesarrollo depende y requiere de la libertad y el libre desarrollo del otro. En este juego y sólo en él, nace el sujeto, se conoce y trasciende. Teniendo como fundamentos del desarrollo ético-social la tolerancia y la empatía, puede desarrollarse el eje intelectual más acertadamente. Una persona que siente que el otro lo escucha y lo respeta, necesariamente se va a sentir más fuerte, con más coraje para fundamentar sus ideas. Lo ético y lo cognitivo son dos eslabones inseparables que no pueden existir el uno sin el otro. Que el texto de Borges nos recuerde siempre que una praxis es una manera de actuar en el mundo, que a través del diálogo intersubjetivo podemos acceder a la verdad, el bien y la belleza.
Mi nombre es Beatriz Pineda Sansone. Nací en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. De niña era inquieta, llena de arrojo. Admiraba a nuestro Arturo Uslar Pietri, quien conducía el programa televisivo Valores Humanos. Su ejemplo ha sido mi norte. Gracias a mis hijas he realizado grandes aventuras a favor de los niños. Creé el Taller Literario Infantil Manzanita que devino en Fundación en 1985. Más tarde, con motivo del nacimiento de un nuevo diario en Maracaibo, fundé Azulejo, el periódico de los niños del diario La Verdad –primera etapa-. Extendí el Programa La Hora del Cuento a centros de arte, museos, universidades, colegios y McDonald’s Padilla de la ciudad con el fin de cultivar en los niños el amor por la lectura, y todas sus destrezas cognitivas, afectivas y psicomotoras.
Más tarde, en 1996, obtuve el título en Filología Hispánica con el premio Summa Cum Laude en la Universidad del Zulia. Cursé estudios de postgrado (2000-2003). Me convertí en articulista de los diarios venezolanos Economía Hoy, Panorama y El Universal.
Soy autora de: Las Memorias del Maestro Ramiro (1979); Desde otro rayo (1992). Universidad del Zulia; Los ojos de la montaña (2011). Entrelíneas Editores, España; La Hora del Cuento. Enseñar a razonar a los niños a través de la lectura de cuentos (2015). Ediciones de la Torre, España; El Principito y los Ideales. Defensa de la libertad, del amor y del razonamiento (2017). Editorial Verbum, España; La Aventura nunca imaginada de un lápiz (2018). Fundación editorial el Perro y la Rana. Venezuela; Una niña de mi edad (2019). Editorial Tandaia, España. Malika, la más pequeña de la manada (2021). Europa ediciones. Roma.
En la actualidad desarrollo una intensa labor a favor de la lectura a través de las redes sociales: @beapinpaz.escritora.