Beatriz Pineda Sansone: Un corazón sabio e inteligente
El lenguaje del hombre se viste de símbolos, signos o imágenes, y aún así no describe estrictamente. Los signos no hacen más que denotar, significar los objetos a los que están vinculados, pero los símbolos poseen connotaciones específicas, además de su significado corriente y obvio. Los símbolos representan algo vago, desconocido u oculto para nosotros, de forma que una palabra o una imagen es simbólica cuando representa algo más que su significado inmediato. Las cosas que ocurren en la vida son absorbidas subliminalmente, es decir, sin nuestro conocimiento consciente, aunque más tarde afloren bajo la forma de reflexiones tardías, o en forma de sueños.
Realizo estas reflexiones tomando como base la Teoría de los sueños de Carlos G. Jung para referirme al sueño descrito en el libro Reyes I, capítulo tercero, versículo primero de la Biblia, el cual cuenta que Salomón habló a Dios en un sueño de la manera siguiente: ¡Oh Yavé! mi Dios, me has hecho reinar en el lugar de David, mi padre, no siendo yo más que un mocito, que no sabe por dónde ha de entrar y por dónde ha de salir, y que está tu siervo en medio del pueblo que tu elegiste, un pueblo grande que por su muchedumbre no puede contarse ni numerarse, da a tu siervo un corazón prudente para juzgar a tu pueblo y poder discernir entre lo bueno y lo malo, porque ¿quién si no, podrá gobernar a un pueblo tan grande?
Agradó al Señor que Salomón le hiciera esta petición y le dijo: Por haberme pedido esto y no haber pedido para ti ni larga vida, ni riquezas, ni la vida de tus enemigos, sino entendimiento para hacer justicia, Yo te concedo lo que me has pedido, y te doy un corazón sabio e inteligente, tal como antes de ti no ha habido otro ni lo habrá en adelante después de ti….
Sucedió que cuando Salomón, hijo de David, llegó al trono, Israel había salido de grandes penalidades, trabajos y migraciones, y, aun cuando, no es tierra rica, ni privilegiada en ninguna producción determinada, este hombre cuerdo le asegura un gran poderío, concibiendo una política sabia de intercambio y reciprocidad. Esta rosa del este se yergue a través de los siglos y constituye un buen ejemplo de gobernante sabio que prefirió el equilibrio antes que el trauma que la explosión de la guerra genera. Con la experiencia que le proporcionó la vida y el conocimiento de los hombres, además de la sabiduría adquirida en los libros y la ciencia, fue tejiendo una aureola aún no empañada.
Yavé, expresa la Biblia, le concedió un corazón sabio e inteligente. El corazón ocupa una posición central en el cuerpo humano. Este lugar le otorga el privilegio de absorber o concentrar en la imaginación popular la idea de otros dos puntos fundamentales: el cerebro y el sexo. El corazón situado entre ambos, viene a ser en general, el símbolo del sentimiento, del amor, del coraje. Así se ha considerado desde siempre como la fuente de la comprensión, del amor, del valor, del dolor o de la alegría. El corazón es como el centro o la palanca que impulsa el motor humano.
Curiosamente, Israel ocupa una posición central privilegiada. Está en la encrucijada de los grandes caminos comerciales del mundo antiguo. De allí la sabia idea de una política de intercambio, más beneficiosa que una serie de guerras. Con este propósito realiza una serie de alianzas con los principales Estados vecinos. El país hace frontera con el Líbano al norte, con Siria al nordeste, con Jordania al este y sudeste y con Egipto al suroeste. El libro I Reyes narra cómo se emparentó con el faraón, rey de Egipto, tomando a su hija por mujer: la trajo a la ciudad de David, hasta acabar de edificar su casa, la casa de Yavé, y las murallas de Jerusalén en derredor.
No eran navegantes los israelitas, por ello, Salomón concierta un tratado de amistad y reciprocidad con Hiram, el rey de los fenicios, considerados lobos de mar. Hiram facilitó a Salomón cuanta madera de cedro y de ciprés quiso, y a cambio, Salomón le envió trigo y aceite de oliva. Los siervos de Hiram utilizaron balsas para hacer llegar a Salomón la madera del Líbano. Hiram, personalmente, se encargó de la obra de construcción de la casa-templo-fortaleza de Salomón, pues era un excelente labrador de todo tipo de bronce.
Con relación a la sabiduría, Salomón ha dejado un episodio insólito que narra el libro de Reyes I, capítulo tercero, versículo dieciséis, que cuenta el caso de dos mujeres de mala vida que se disputan la maternidad de un niño. La primera alegó que habitaba en la misma casa que la otra mujer y que allí dio a luz un niño. A los tres días también la otra mujer dio a luz un niño. Ningún extraño había entrado en la casa. El hijo de la segunda mujer murió una noche por haberse acostado sobre él; y ella se levantó en medio de la noche le quitó de su lado el hijo a la primera, mientras dormía, y puso su hijo muerto. Cuando por la mañana se levantó para darle el pecho al niño, la primera mujer le halló muerto, pero mirándolo, atentamente, vio que no era su hijo, el que había parido.
Salomón mandó a llamar a las dos mujeres para interrogarlas y la segunda mujer dijo: No mi hijo es el que vive; el tuyo es el que ha muerto. Y la primera replicaba: NO, tu hijo es el muerto, y el mío el vivo. Y así disputaban en presencia del rey, entonces el rey tomó la palabra: Traedme una espada. Partid por el medio al niño vivo y dad la mitad de él a la una y la otra mitad a la otra. Entonces la primera mujer cuyo hijo era el niño vivo dijo al rey, pues se le movían las entrañas por su hijo: ¡Oh, señor rey, dale a ésa el niño, pero vivo, que no le maten! Y el rey concluyó dando a la primera el niño vivo, sin matarle: ella es su madre. Desde entonces, todo Israel supo la sentencia que el rey había pronunciado, y desde entonces todos sienten temor a su sabiduría para hacer justicia.
Salomón dejó a la humanidad el libro de los Proverbios, el Eclesiastés y uno de las más grandes joyas literarias de la historia de la humanidad: El Cantar de los Cantares, poema de amor.
Con tantos y excepcionales atributos no extraña que este hijo de David haya alcanzado tanta gloria, ni que su sabiduría y buen juicio aún sirvan de modelo a los gobernantes del mundo actual abatido por el terrorismo y la ceguera de los intereses particulares.
Mi nombre es Beatriz Pineda Sansone. Nací en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. De niña era inquieta, llena de arrojo. Admiraba a nuestro Arturo Uslar Pietri, quien conducía el programa televisivo Valores Humanos. Su ejemplo ha sido mi norte. Gracias a mis hijas he realizado grandes aventuras a favor de los niños. Creé el Taller Literario Infantil Manzanita que devino en Fundación en 1985. Más tarde, con motivo del nacimiento de un nuevo diario en Maracaibo, fundé Azulejo, el periódico de los niños del diario La Verdad –primera etapa-. Extendí el Programa La Hora del Cuento a centros de arte, museos, universidades, colegios y McDonald’s Padilla de la ciudad con el fin de cultivar en los niños el amor por la lectura, y todas sus destrezas cognitivas, afectivas y psicomotoras.
Más tarde, en 1996, obtuve el título en Filología Hispánica con el premio Summa Cum Laude en la Universidad del Zulia. Cursé estudios de postgrado (2000-2003). Me convertí en articulista de los diarios venezolanos Economía Hoy, Panorama y El Universal.
Soy autora de: Las Memorias del Maestro Ramiro (1979); Desde otro rayo (1992). Universidad del Zulia; Los ojos de la montaña (2011). Entrelíneas Editores, España; La Hora del Cuento. Enseñar a razonar a los niños a través de la lectura de cuentos (2015). Ediciones de la Torre, España; El Principito y los Ideales. Defensa de la libertad, del amor y del razonamiento (2017). Editorial Verbum, España; La Aventura nunca imaginada de un lápiz (2018). Fundación editorial el Perro y la Rana. Venezuela; Una niña de mi edad (2019). Editorial Tandaia, España. Malika, la más pequeña de la manada (2021). Europa ediciones. Roma.
En la actualidad desarrollo una intensa labor a favor de la lectura a través de las redes sociales: @beapinpaz.escritora, los chats Aventuras Literarias y Café Lectura.
Muy interesante su artículo sobre la sabiduría y la inteligencia, la historia del rey Salomón.
Muchos éxitos, un gran abrazo desde Venezuela.
Me encantó este artículo. Te permite asomarte a la rica y prolongada historia de la tierra de los judíos y a la vez te deja con mucha sed de saber más sobre esta parte de la historia antigua.