CulturaGente y SociedadHistoriaReligión

Beatriz Pineda Sansone: Vivo vino

Celler Cecilio

 

“Yo entiendo por vid en el sentido alegórico, el Señor, cuyo fruto debemos comer mediante los cuidados de un cultivo que se hace con el trabajo de la razón” (Stromata, 1).

                                                                   San Clemente de Alejandría

 

La Biblia nos regala la primera referencia sobre la uva. El capítulo (9: 20-21) cuenta que “Noé comenzó a cultivar la tierra y plantó una viña. Un día Noé bebió vino y se emborrachó y se quedó tirado y desnudo en medio de su tienda de campaña”. Después del diluvio, Noé descubrió que el jugo de la uva había fermentado dando lugar a una bebida potable. La fermentación hizo posible que se transformara el azúcar del jugo de la uva en alcohol y anhídrido carbónico, gracias a la acción de minúsculas levaduras presentes en el hollejo de la fruta, una vez madura. Por eso, el vino constituye una suerte de misterio de la naturaleza. Poseer viñedos en esos tiempos era sinónimo de riqueza y poder.

El libro I de los Reyes (4: 25) expresa que “mientras Salomón vivió, los habitantes de Judá e Israel vivieron tranquilos, cada cual debajo de su parra y de su higuera”, es decir, que poseían vinos y frutas. Jorge Edwards apunto que “el vino bien bebido puede favorecer la inteligencia, y, sobre todo, la inteligencia de los sentimientos y de las relaciones humanas”. Quizás por ello, tanto en Judá como en Israel reinaba la alegría, pues había abundancia de comida y bebida. Y Salomón, soberano de todos los reinos comprendidos desde el río Éufrates hasta el país filisteo y la frontera de Egipto, era sabio e inteligente, y con una capacidad comprensiva poco común. Salomón pronunció, expresa la Biblia (Reyes 1, 4: 20-29), tres mil proverbios y compuso mil cinco poemas.

A lo largo de la historia, desde Grecia hasta la Península Ibérica, el vino es sinónimo de alegría controlada, de cultivo, de civilización y de cultura. No es otro el testimonio que dejan los monjes de la Cartuja de Escaladei en España.

En 1194, entre montañas de viva roca, fue creada la Cartuja de Escaladei, gracias a la iniciativa del Rey aragonés Alfonso II. Luego los monjes descubrieron que las tierras eran ricas para cultivar uvas, aceitunas y almendras y en un medio cotidiano de la más estricta pobreza, poblaron la provincia de cánticos, silencios y cultivos. La Cartuja de Escaladei, considerada la más rica zona de Catalunya, Valencia y Baleares. Su condición preponderante, entre las cartujas, determinó su papel protagónico, así como el desarrollo y la expansión de la orden de los monjes cartujanos de Escaladei, tanto dentro como fuera de España. De ello da fe la “Scala Coeli”, en Evora, Portugal, fundada en 1585.

La magnitud histórica y espiritual de Escaladei está plasmada en su conjunto arquitectónico, producto de varias campañas constructivas hasta el siglo XVIII. En la primera mitad del siglo XIX, la Cartuja sufrió las consecuencias de los movimientos populares anticlericales, que se desarrollaron en la zona, dando como resultado la triste exclaustración de sus monjes, la desaparición y dispersión de su patrimonio artístico, de sus documentos, de su biblioteca, y, finalmente, la destrucción del monasterio. Sin embargo, sus ruinas constituyen hoy el eco de un pasado vivo, fértil y próspero.

Cuando leemos en el Evangelio según san Juan que Jesús expresó: “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el que la cultiva. Si una de mis ramas no da uvas, la corta, pero si da uvas, la poda y la limpia”, comprendemos que, esta hermosa tradición de cultivar la vid, continúa viva en la comarca del Priorat en España. Entre tantas iniciativas, es digno de mención “Celler Cicilio”, una empresa familiar dedicada a la elaboración de vinos desde 1942. Fue fundada por Cecilio Vicent, padre del actual propietario, y está situada en pleno centro de la comarca del Priorat. Sus viñedos ocupan ocho hectáreas con uvas de garnacha, cabernet sauvignon y cariñena. Sus cepas están plantadas en terrazas de pizarra, lo cual otorga personalidad y carácter exclusivo a sus vinos, criados en barricas de roble francés y enmarcados dentro de la denominación d’Origen Qualificada Priorat.

El vino, la uva y la cultura conforman un ámbito de la vida, de manera que lo regional se conecta con el resto del mundo. Las ramas con frutos y flores igual que la guirnalda simbolizan el encadenamiento de todo en el universo. Y la uva denota el sacrificio y la fecundidad.

Según Eliade, a la Diosa Madre se le dio primitivamente el nombre de “Diosa cepa de vid” para representar la fuente inagotable de creación natural. Gracias a los monjes dedicados a la oración y, luego, a los particulares de la comarca del Priorat, conscientes del valor de tanto trabajo realizado en silencio, se ha logrado la prosperidad y la unión de elementos naturales, espirituales y sobrenaturales.

 

Mi nombre es Beatriz Pineda Sansone. Nací en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. De niña era inquieta, llena de arrojo. Admiraba a nuestro Arturo Uslar Pietri, quien conducía el programa televisivo Valores Humanos. Su ejemplo ha sido mi norte. Gracias a mis hijas he realizado grandes aventuras a favor de los niños. Creé el Taller Literario Infantil Manzanita que devino en Fundación en 1985. Más tarde, con motivo del nacimiento de un nuevo diario en Maracaibo, fundé Azulejo, el periódico de los niños del diario La Verdad –primera etapa-. Extendí el Programa La Hora del Cuento a centros de arte, museos, universidades, colegios y McDonald’s Padilla de la ciudad con el fin de cultivar en los niños el amor por la lectura, y todas sus destrezas cognitivas, afectivas y psicomotoras.

Más tarde, en 1996, obtuve el título en Filología Hispánica con el premio Summa Cum Laude en la Universidad del Zulia. Cursé estudios de postgrado (2000-2003). Me convertí en articulista de los diarios venezolanos Economía Hoy, Panorama y El Universal.

Soy autora de: Las Memorias del Maestro Ramiro (1979); Desde otro rayo (1992). Universidad del Zulia; Los ojos de la montaña (2011). Entrelíneas Editores, España; La Hora del Cuento. Enseñar a razonar a los niños a través de la lectura de cuentos (2015). Ediciones de la Torre, España; El Principito y los Ideales. Defensa de la libertad, del amor y del razonamiento (2017). Editorial Verbum, España; La Aventura nunca imaginada de un lápiz (2018). Fundación editorial el Perro y la Rana. Venezuela; Una niña de mi edad (2019). Editorial Tandaia, España. Malika, la más pequeña de la manada (2021). Europa ediciones. Roma.

En la actualidad desarrollo una intensa labor a favor de la lectura a través de las redes sociales: @beapinpaz.escritora, los chats Aventuras Literarias y Café Lectura. 

 

Beatriz Pineda Sansone: Lo importante es la educación – América 2.1

 

 

 

Botón volver arriba