Biden quiere refundar la OTAN durante la cumbre de Madrid
Tras más de una década buscando apaciguar al Kremlin, los aliados preparan una nueva estrategia general
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene altas expectativas para la reunión de líderes de la Alianza Atlántica que comienza el miércoles 29 en España. Según la Casa Blanca, la cumbre de Madrid, que se produce en una crisis de seguridad sin precedentes desde la II Guerra Mundial, debe ser la de la ampliación de la OTAN y la de una refundación para volver a sus raíces: contener las ansias expansionistas de una Rusia cuyo belicismo solo va en aumento desde la invasión de Ucrania iniciada en febrero.
Según la Casa Blanca, hay dos grandes medidas que se van a aprobar en la cumbre de Madrid: un nuevo marco estratégico que renueve el de 2010 y movimientos de tropas y material bélico dentro de Europa ante recientes amenazas del Kremlin a otras naciones más allá de Ucrania.
En la cumbre participará por videoconferencia el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y han sido invitados mandatarios de Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur, señal de los apoyos internacional a la campaña de defensa de Ucrania.
Hubo ya una cumbre presencial de líderes de la OTAN tras la invasión rusa. Se produjo en Bruselas en marzo, pero fue más bien una toma de contacto para sentar las bases de la respuesta aliada a la invasión. Desde entonces, varios desarrollos han llevado a la Casa Blanca a impulsar este nuevo encuentro, que según un funcionario norteamericano, se produce en «la crisis de seguridad más grave en décadas».
Por un lado, Rusia ha fracasado en su intento de tomar Kiev, la capital ucraniana, pero ha intensificado sus ataques en el oeste del país, con importantes victorias sobre el terreno. Y por otro, Suecia y Finlandia han pedido el ingreso en la Alianza, lo que ampliará sustancialmente las fronteras de la misma OTAN con Rusia, algo que Moscú califica de «provocación». Biden también busca más cooperación europea en las sanciones al Kremlin, pues hasta ahora las penalizaciones no han logrado una devaluación dramática ni del rublo ni del precio del crudo ruso.
Punto crítico
En realidad la visita de Biden a Madrid es parte de una estrategia internacional centrada en la agresión rusa. Este sábado el presidente ha llegado a Schloss Elmau, en el sur de Alemania, para asistir a la cumbre del G7, el grupo de países de mayor peso político, económico y militar. (Rusia fue expulsada de ese grupo, que antes era G8, tras su primera invasión de Ucrania en 2014). Tras la cumbre, y verse con el canciller alemán, Olaf Scholz, Biden viaja a Madrid, donde también se verá en reuniones bilaterales con el presidente Pedro Sánchez y el Rey. Ya en juñio, Biden irá Israel, socio de Moscú, y a Arabia Saudí, un país con el que Biden fue muy crítico por sus violaciones de los derechos humanos pero al que ahora corteja para que ayude a rebajar el precio del petróleo, dado el aumento de la inflación en el mundo.
Hay un punto crítico para la Casa Blanca en esta visita a Madrid: convencer a Turquía, que es miembro de la OTAN, de que levante su veto al ingreso de Suecia y Finlandia. «La solicitud de ingreso de Finlandia y Suecia cuenta con un fuerte apoyo aliado, incluso aquí en la Administración [Biden], y también lo hemos visto reflejado en el Congreso [de EE.UU.]. Y esperamos que se incorporen rápidamente a la alianza. Seguimos confiando en que se abordarán las preocupaciones de Turquía y en que seremos capaces de alcanzar un consenso como alianza en el proceso de ingreso», dijo el funcionario antes mencionado, que pidió anonimato, al ser preguntado por los reparos turcos. Como un solo país tiene veto, el dictador turco, Recep Tayyip Erdogan, ha aprovechado la ocasión para poner todo tipo de condiciones relacionadas con el apoyo de Occidente al separatismo kurdo y la extradición de opositores a su régimen exiliados en EE.UU. El dictador ha exigido a Suecia y Finlandia que repatríen a periodistas turcos cuya vida corre riesgo en Turquía.
En general, según Max Bergman, director del programa europeo del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, tras la cumbre de Madrid, «inevitablemente la OTAN tratará a Rusia de nuevo como un adversario, y básicamente los aliados están volviendo a una postura similar a la de la Guerra Fría en cuanto a la necesidad de reforzar los estados de primera línea que limitan con Rusia, al igual que hizo la OTAN durante el periodo soviético». En el anterior marco estratégico de la OTAN, vigente desde 2010, se habla de Rusia como de un posible aliado.
Sin embargo, no sólo se abordará en la cumbre de Madrid la amenaza rusa. Tanto España como Francia han impuesto que los mandatarios debatan también sobre la seguridad ante el continente africano, en especial por los avances del yihadismo en el norte de África. Según admite John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, EE.UU. «reconoce los retos y las amenazas que siguen afectando a la seguridad de los aliados de la OTAN en el flanco sur». «En estos momentos se está prestando mucha atención al flanco oriental, como debe ser. Pero sigue habiendo un esfuerzo continuo para asegurarnos de que también prestamos atención al flanco sur. Así que creo que, en general, se tratará este asunto», según Kirby. Un asunto crucial en la relación bilateral que se prevé que Biden trate con el Rey y el presidente español es el del reconocimiento a la soberanía marroquí sobre el Sáhara, que une a Washington y Madrid, y que a Sánchez le ha provocado una crisis sin precedentes con Argelia.