Brasil: La corrupción en Petrobras hizo “metástasis” en la estatal Eletronuclear
El fiscal confirmó la detención del presidente de Eletronuclear, Othon Luiz Pinheiro da Silva, de quien dijo que habría obtenido unas comisiones ilegales por 4,5 millones de reales (unos 1.365 millones de dólares) por amañar contratos para la construcción de la planta nuclear Angra 3.
El gigantesco escándalo de corrupción en Petrobras se extendió a la también estatal Eletronuclear, cuyo presidente fue detenido este martes acusado de recibir sobornos a cambio de adjudicar contratos amañados a las mismas empresas que desviaban recursos de la petrolera.
“La (misma red de) corrupción se ha expandido a otras áreas de la administración pública” y de las empresas estatales, “es endémica” y está “en fase de metástasis”, afirmó en una rueda de prensa el fiscal Athay de Ribeiro Costa, quien dio a entender que las investigaciones pueden ampliarse ahora a otras firmas públicas del sector eléctrico.
El presidente de Eletronuclear, el vicealmirante de la Marina Othon Luiz Pinheiro da Silva, fue detenido en una operación de búsqueda de pruebas de supuestos desvíos de recursos en los contratos de construcción de la central nuclear Angra 3, informó la Policía Federal.
Los investigadores calculan que Pinheiro da Silva, que se apartó de sus funciones en abril pasado cuando comenzó a ser investigado, aunque mantiene su cargo, recibió cerca de 4,5 millones de reales (unos 1.365 millones de dólares) por amañar contratos para la construcción de la planta nuclear.
Los contratos fueron adjudicados por Eletronuclear, subsidiaria del grupo eléctrico Eletrobras, a varias de las empresas acusadas de desviar recursos en contratos con Petrobras.
“Dimos un paso y vimos que la corrupción no se restringe sólo a Petrobras”, afirmó Ribeiro Costa.
Según la Fiscalía, las compañías implicadas en el caso de Petrobras obtenían contratos amañados con la petrolera, inflaban sus valores y repartían los excedentes entre los políticos que amparaban las corruptelas y algunos exdirectivos de la empresa estatal.
Los fiscales ahora tienen pruebas de que el mismo método con el que fueron desviados cerca de 2.000 millones de dólares de Petrobras, según cálculos de la propia empresa, fue usado en otras firmas estatales, como Eletronuclear.
“Hay indicios de que la constructora Andrade Gutierrez pagó sobornos por contratos desde 2009 a una empresa de propiedad de Pinheiro da Silva”, dijo Ribeiro Costa al referirse a la empresa que encabeza el consorcio que se adjudicó la construcción de Angra 3.
Además de Andrade Gutierrez, cuyo presidente está preso por el caso de Petrobras, el consorcio era integrado por las empresas Camargo Correa, UTC, Odebrecht, EBE y Queiroz Galvao, todas implicadas en el escándalo de la petrolera.
La central nuclear, que comenzó a ser construida hace tres años en la ciudad de Angra dos Reis y tendrá potencia para generar 1.405 megavatios, ha tenido un costo hasta ahora de 3.000 millones de reales (unos 910 millones de dólares) pero su presupuesto es cinco veces mayor.
Las supuestas irregularidades en Eletrobras son investigadas desde abril, cuando el expresidente de Camargo Correa Dalton Avancini confesó que las obras de Angra 3 fueron adjudicadas a empresas que ofrecieron sobornos a dirigentes de Eletronuclear y del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal aliado del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Las principales empresas estatales del sector eléctrico de Brasil son dirigidas por apadrinados del PMDB, varios de cuyos líderes están en la lista de cerca de 50 políticos acusados de beneficiarse de la red de corrupción en Petrobras.
Según Avancini, el soborno era equivalente al 1 % del valor de cada contrato adjudicado por Eletronuclear a las constructoras.
El expresidente de Camargo Correa acordó colaborar con las investigaciones judiciales y fue condenado la semana pasada a quince años de prisión por el caso Petrobras.
Además del presidente de Eletronuclear, en la operación realizada hoy fue detenido Flavio David Barra, presidente de la subsidiaria de Andrade Gutierrez responsable de obras en Angra 3.
La operación incluyó allanamientos en 23 residencias y oficinas en Río de Janeiro, Brasilia, Niteroi, Sao Paulo y Baruerí y tuvo como meta la búsqueda de pruebas de supuestas irregularidades en los contratos de Angra 3, como formación de cartel, fraude en licitaciones y pago de sobornos a empleados de la estatal a cambio de favorecimiento.