Carlos Giménez: Manejo de la victoria del 6D
Indiscutiblemente es, además de impactante muy satisfactorio, la victoria de una parte muy importante del país que, anteriormente ha tenido serios inconvenientes para convertir sus proposiciones e ideas en la aceptación del pueblo mayoritario y verlos materializados en resultados electorales, no obstante que eran dos posiciones muy equiparables en términos de peso poblacional.
Muchas pueden ser las interpretaciones que se pueden dar a lo sucedido; sin embargo, pareciera importante identificar los elementos causales de unos resultados que se palpaban en la calle, pero que se dudaba de su expresión, debido a la dinámica política de confrontación que se ha venido estableciendo en el país, dando carácter de sorpresa a una decisión popular que ya venía siendo indicada y señalada por encuestadoras y por expertos en materia de opinión.
Entre las variables causales de los resultados se pueden señalar, entre otras, las siguientes:.
1.-Valoración negativa de la política económica instrumentada por el Gobierno.
La valoración negativa de la política, la venían haciendo todas las clases sociales presentes en nuestro país y que se han clasificado como: A, B, C, D y E. Siendo las clases A/B/C, las señaladas como económicamente solventes, pero, también las que han sido objeto de los mayores ataques por parte del régimen. Las clases D/E, las menos favorecidas económicamente y, las más fuertemente presionadas por el populismo ante la pretensión del régimen de convertirlas en soporte permanente del poder. Tanto las clases A/B/C como D/E coincidieron en el propósito antes identificado por las clases A/B.
2.- Valoración equivocada de las reservas morales del venezolano.
Una de las fallas de la política que se ha implantado en las casi dos últimas décadas, consiste en hacer creer que “alguien está mal porque otro está bien”. Parecido a creer que si alguno tiene dos vehículos y otro no tiene como movilizarse, eso se debe a, ese alguien, que tiene dos vehículos. Ese falso positivo es ampliamente utilizado por el régimen y ha creado un resentimiento entre clases que es además de innecesario, altamente nocivo para el presente y futuro del país. Resulta que, en todas partes y en cualquier actividad, para que se reparta riqueza es necesario crearla y la tradición venezolana señala mediante dichos o refranes cosas como: “Pobre pero con dignidad- No me gusta que me den, denme la oportunidad”. Se trata de una reserva moral que es parte de la manera de ser del venezolano.
3.- Concepto simplista e injusto de valoración de las clases más empobrecidas.
Es indudable que los niveles de escasez e inflación existentes en el país, han venido acumulando unos índices de pobreza muy elevados (particularmente clases D/E) y ese venezolano, que está sometido a ella, espera que su futuro sea distinto, pero, contando consigo mismo. Por lo tanto, tiene la disposición irrenunciable a ser parte de sus propias soluciones. Eso explica que no tuvieran efecto las regalías, y, a su vez, habla muy bien del conjunto general de los venezolanos, porque en épocas anteriores, en que también se dieron repartos, el pueblo respondió al propósito de ese reparto; sin embargo, debe estar claro que el pueblo no estaba vendiendo su conciencia, simplemente coincidía la aceptación del regalo con la convicción de apoyar un proceso que levantó lógicas expectativas sociales, y de esa manera brindaba el apoyo a través de su voto. Esta convicción fue decisiva en los resultados electorales.
4.- Dar a entender que existía un cepo inquebrantable entre las decisiones del jefe de la revolución y las fuerzas sociales D/E, así como de las Fuerzas Armadas.
Con esta proyección y quizás apreciación equivocada del Gobierno, se inició un proceso de clarificación unas semanas antes de las elecciones. En primer lugar debemos señalar con justicia que la clarificación hecha por el General Padrino López fue oportuna y por qué no decirlo, probablemente nos evitó males muy graves para el país por lo siguiente: Cuando estamos frente a un discurso confuso de medio reconocimiento, pero, con señales de arrebato tipo Jalisco y que sí, pero que no, se crea una confusión peligrosa. Se dispararon frases que posiblemente en boca de funcionarios medios podían o no tomarse en consideración, pero, que en boca del Primer Magistrado generan una profunda preocupación; frente a ello, sale una voz institucional y constitucionalmente válida que es la de Padrino López, con seguridad que tuvo la particularidad de evitar confrontaciones el día de las elecciones y que no hay duda fue factor de confianza en la población venezolana. Ahora bien, la conquista de la clase D/E a compartir con las fuerzas democráticas fue un hecho que tiene raíces históricas. Llega un momento en que no se satisfacen las expectativas de la gente y reacciona a través del mecanismo tradicional que es el voto. Todos tenemos derecho a tener un Estado de Bienestar y si es a través del voto que puede lograrse, simplemente, el pueblo lo utilizó en un país en que ello se permite. En Venezuela con todas las dificultades observadas para el libre ejercicio del voto, se logró el imperativo de una voluntad férrea como es la voluntad de las clases populares quienes son los verdaderos actores del triunfo en el reciente proceso electoral. Cabe resaltar el gran trabajo circuital que se desplegó por parte de la MUD y de los factores juveniles, así como de los vínculos tradicionales del actual Director Ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba.
5.- Los ojos de la Democracia mundial fijos en Venezuela.
No obstante la intención de utilizar selectivamente las instituciones y personalidades internacionales, no sabemos con qué propósito, porque es difícil dudar que esos factores no están acreditados moral y éticamente. Se añade, con mucho peso, el trabajo realizado por la MUD a través de la figura de Ramón Guillermo Aveledo, al lograr trasmitir a esos factores el verdadero ambiente que existía en el país y la necesidad de afianzar la credibilidad en el voto de la población electoral venezolana, a lo que contribuyó seriamente la comunidad democrática internacional.
En conclusión, es importante manejar la victoria con conceptos de grandeza; es necesario descartar el revanchismo, es necesario persuadirse de que sí, hemos criticado y rechazado durante mucho tiempo ciertas prácticas políticas presentes como: la mentira, la manipulación, el revanchismo presente e histórico, la descalificación y el atropello; no podemos practicar lo que hemos objetado. En consecuencia, manejemos la victoria con humildad y con una fuerte convicción Mandeliana ya que, como dice Eduardo Mackenzie, “Mandela supo renunciar al odio y dedicarse a reconstruir, en paz, la fraternidad entre los sudafricanos”.- NO AL RESENTIMIENTO Y LA VENGANZA, PERO, SIN DARLE RIENDA SUELTA A LA IMPUNIDAD HACIENDO USO DE LOS ORGANOS JURISDICCIONALES CORRESPONDIENTES.