Casabón: El fin del PSOE o la belleza

Escucho una canción de Aute, ‘La belleza’, que escribió cuando rompió con el PSOE. Es una canción sincera y una crítica a todos aquellos santones del partido: «El combate es la escalera / y el que trepe a lo más alto / pondrá a salvo su cabeza / aunque se hunda en el asfalto / la belleza». Ahora, a finales de junio, el país está arrasado por un fuego psicológico que está llevando a los políticos a las playas calientes de la vacación permanente y la sorpresa. Hay una riada de fuentes del partido que hablan, entrecomilladas, sin dar su nombre, como el que prendió una cerilla en el arranque de Ferraz y que, con precaución espera que no incendie el partido por si aún puede vivir de la política. Estas vocecillas anónimas aluden las más de las veces a una buena conciencia.

Tenemos ya una colección de vocecillas discordantes del partido que nunca dan su identidad, y que van dejando cagaditas, no sabemos si son varios o si todas son el mismo hombre. Y el sanchismo ha llamado «tontos útiles de la derecha» a los barones díscolos del PSOE. Lo cierto es que necesitan mantener el mito del buen PSOE, aquellos santones que algún día enseñarán la patita y salvarán lo que quede del partido. Yo empiezo a pensar que no existe izquierda en España, ni siquiera la más ilustrada, al margen de estas utopías. Es cierto que la élite progre y la clase política antes tenían otro nivel moral e intelectual, pero a mi me cuentan que los posibles sucesores de Sánchez podrían ser Patxi López o Pilar Alegría. A Pachi hay que reconocerle el valor de llevar la praxis religiosa hasta el final. Esencialmente, y esto lo cuenta bien Escohotado, no hemos sido capaces de ver que el socialismo es una praxis religiosa. El sanchismo es la praxis del socialismo y es lo que hay. O sea que el vaquero guarda las formas, pero ya solo quedan trepas agarrados a la escalera.

El combate es la escalera, y Sánchez ha colocado bien a su círculo para asegurarles un escaño cuando pierdan el cargo. «Aunque se hunda en el asfalto la belleza»… En el momento extático de la crisis la duda es si el experimento del socialismo debía fracasar porque era una especie de imposibilidad natural (una utopía), o si su declive se debe a la praxis, o sea al desgaste apresurado del sectarismo, de unos políticos que han abrazado el identitarismo, el particularismo, el populismo, el nacionalismo y hasta el puritanismo. En esta traca final, vemos un partido que intenta convencer al votante medio de que Bildu es más patriota que las derechas. La crisis es moral, y es profunda. Nuestra democracia está perdiendo sus monstruos sagrados de camino a las elecciones de julio. Y esto no hay Patxi ni Patxita que pueda arreglarlo. En la traca final, celebremos y cantemos a viva voz los versos de Aute, que supo ver el declive del socialismo español: «Antes iban de profetas / y ahora el éxito es su meta / mercaderes, traficantes / más que nausea dan tristeza / ro rozaron ni un instante / la belleza».