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Casabón: Zancadilla a los españoles

Es razonable poner en valor la costumbre, y respetar la mayoría natural antes que crear la coalición de los tiranuelos provincianos

El martes 23 las televisiones y los periódicos nos cogían con la investidura en bikini, por el calor y el tedio veraniego, en medio de nuestras ensoñaciones y manifiestos de esa España del 78. Sánchez ha proclamado que el ganador de las elecciones es el perdedor y puede que tengan ya todo apañado. Pero llegaría el Rey en la tarde a zanjar el tema dando prioridad al candidato más votado. Ya ha dicho lo que tenía que decir, ha puesto en valor lo votado y no hay que perderse en las divagaciones de los otros. Yo me he acordado de las memorias de la Transición de Calvo Sotelo, donde desliza detalles de su complicada relación con los rivales Suárez y Fraga. Los tres aspiraban a liderar en España la «mayoría natural», una hipotética mayoría que para Fraga estaba unos centímetros más a la derecha que para Suárez. Pero la invocación a esa ‘mayoría natural’ que reiteraban en sus frases lo largo de 1981 y 1982 nunca fue tal, sino que desde el año 80 la mayoría que daba el CIS era socialista.

Aquí el dato relevante es que el señor Calvo Sotelo reconoce que una hipotética coalición entre UCD y AP no habría representado en los 80 a la mayoría de españoles. Todo esto parece que suena a utopía, pero aquí se elude a una «falta de sintonía» entre los líderes de la coalición de centroderecha y la mayoría natural, la calle. Digo esto porque el carrusel alegre de la Historia devuelve en este verano político la ‘mayoría natural’ al centroderecha en toda España. Bastante claramente lo expresaban los resultados electorales, elocuentes y literatos. El pasado y la memoria se archivan lentamente, pero es razonable poner en valor la costumbre, y respetar la mayoría natural antes que crear la coalición de los tiranuelos provincianos, de los listillos, los ingeniosos y los reyes del desplante institucional. ¿Y cómo se ha relajado y enviciado tanto nuestra democracia para que lo votado deje de importarle a los hermosos segundones?

La batalla de los políticos de izquierda por imponer su mayoría parlamentaria es legítima, pero no serán capaces de formar una mayoría acorde con la sensibilidad del electorado en el inmenso verano de la España profunda. Nos garantizan un futuro político indigno y un ejemplo de vida en común que es un chantaje institucionalizado. Lo que más necesita la España plurinacional es reencontrarse con los españoles y hacer las paces con la Constitución, pero los socialistas están dejando que sus covachuelistas les pongan en bragas, incluyendo el páter Juliana invocando al fantasma de Jaime Balmes para que le explique como hacer una España plurinacional con mayoría del PP en el Senado. Por eso hay que denunciar esa falta de sintonía total entre el voto mayoritario y los pactos y enigmas con sus largos parlamentos de silencio. Nos pasan en todo y están ya como chicos en el recreo, poniendo zancadillas al resto de los jugadores. Pero a ver si todavía queda alguien con cabeza que sabe recoger la pelota y decide pasársela a los españoles.

 

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