Chitty: Notas sobre el golpe de Estado a la soberanía y la nación en estampida
“Querer el olvido es un problema antropológico: Desde siempre el hombre sintió el deseo de reescribir su propia biografía, de cambiar el pasado, borrar sus huellas y las de los demás (,,,) la lucha contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido.”
Milán Kundera
¿Cómo calificar la inhabilitación de María Corina Machado, a todas luces, por cierto, inconstitucional e ilegal, decidida por la Contraloría General de la República? Me refiero desde el punto de vista político, social y moral que el citado exabrupto conlleva.
«Ab initio» resaltaremos un hecho indubitable. En un ataque no solo contra los derechos políticos de MCM, sino que también irradia gravosamente a los derechos de los conciudadanos que ven obstruidos los naturales canales de expresión de su participación en el espacio público nacional que se cumple con una consulta a la soberanía del pueblo venezolano, al enervar el ejercicio libre y democrático de los comicios de la elección primaria.
A mi juicio, se trata de una maniobra sórdida y ominosa que la desesperación y el cinismo del fracasado régimen adelanta. Es una vía de hecho por la cual se agrede a la sociedad política y se pretende eliminar a una aspirante, para, al mismo tiempo, amedrentar, intimidar a cualquier otro que se atreva a presentar su nombre, para por su intermedio, retar al oficialismo, a Maduro, al autoritarismo incapaz de resolver los problemas que nos afligen a todos los coterráneos.
Es una acción fraudulenta y delictual que desnuda por ella sola el grado de desconstitucionalización, desinstitucionalización y desconvencionalización que, hoy victima a la república, convirtiéndola en una suerte de satrapía pragmática, carente de principios éticos e incluso de los más elementales valores democráticos.
Es menester, en provecho de la verdad, denunciar lo que puede llamarse un golpe de Estado a la soberanía; sin embargo, no nos impedirá continuar la ruta de la ciudadanía que sabe que asume la vía electoral como antesala para la liberación y que la misma no estará exenta de tensiones y peligros, pero que debemos llevarla a cabo, hasta el final.
Insisto cuando digo y más bien repito, se trata de un duelo de voluntades entre aquellos enajenados, ideologizados, alienados al injusto propósito de intentar que continúe el mal gobierno por un lado y, el resto mayoritario del país que pugna por cambiar a los actores y renovar la planta dirigente y dignatarios nacionales.
Por otra parte llamo la atención sobre otro hecho constitutivo por sí solo, en la gran angustia de la Venezuela en crisis. Se sigue yendo nuestra gente, se habla ya de más de ocho millones de venezolanos allende nuestras fronteras y la hemorragia sigue. ¿Cuándo se detendrá ese flujo que debilita la nación, la vacía, la compromete? Si no ponemos un torniquete en la vena de la herida abierta de la migración, nos exponemos al colapso. ¿ Podemos acaso, permitirnos vivir intentando obviar, desconocer, olvidarnos de lo que nos está pasando?
Todos hemos sido afectados en lo personal y en lo familiar, pero, es mucho más grave y cabe un ejemplo a considerar lo dicho por el Doctor Douglas Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana quien lamenta la marcha de cuarenta mil médicos venezolanos cuya ausencia duele y todavía más lo hará con el tiempo. La lista es mucho mas extensa y la compone, entre muchos otros, profesionales cuya preparación y formación le costó mucho al país de cuya performance necesita y demandará la nación.
Los que se van, lo hacen porque han perdido confianza en su país como escenario para su desarrollo en lo económico, primeramente. Los corre la miseria de un salario, entre los más bajos del mundo, una inflación morbosa y omnipresente, el desempleo, la inseguridad, los malos servicios públicos y el miedo de que no podamos lograr el cambio. El temor a perder toda posibilidad de futuro.
¡Si Maduro continúa, Venezuela se nos muere!
Nelson Chitty La Roche, @nelson_chitty, nchittylaroche@hotmail.com