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Cien días

Desde el punto de vista electoral queda mucho tiempo todavía. Pueden pasar muchas cosas en el camino, muchas de ellas inesperadas, tal y como lo hemos visto en los pasados cien días, durante los cuales hemos visto cambios en la tendencia y resultados de las encuestas.

 

Quedan apenas cien días para la elección presidencial y los comicios parlamentarios fijados para el 16 de noviembre de 2025. Chile está viviendo un momento histórico y podría definirse la marcha del país por las próximas décadas.

Hace algunos años leí el notable libro de Joseph Roth que se titula precisamente así: Los cien días ((Madrid, Pasos Perdidos, 2013), 250 páginas. Estamos frente a un escritor muy prolífico, de novelas, ensayos y cartas, que en esta obra narra los últimos días de Napoleón en el poder, con todas sus grandezas, contradicciones y pérdida de poder. El libro, entre histórico y literario, mezcla aspectos de alta política con otros de carácter más personal. Ahí emerge un hombre notable, al grito de “Viva el Emperador”, con otro -que es él mismo, por cierto- ser humano que sufre la derrota, pierde el poder y debe alejarse de los centros neurálgicos de su propia biografíaa. ¡Cuántas cosas pueden pasar en solo cien días!

Me parece que esa es una de las enseñanzas de la historia que es preciso tener a la vista cuando pensamos en lo que ocurrirá el próximo domingo 16 de noviembre. En el camino, podemos tener muchos análisis, encuestas y proyecciones, habrá debates, campaña y actos públicos, será posible apreciar afirmaciones y contradicciones, avances y retrocesos, campañas al alza y otras que se van deteriorando. En ese breve tiempo veremos la dualidad propia de la política: llamados a la unidad frente a divisiones en los hechos; consistencia y transfuguismo; respeto hacia quienes piensan distinto y descalificaciones hacia quienes no comparten las propias ideas. En fin, veremos las grandezas y miserias que son propias de la política. En solo cien días.

Desde el punto de vista electoral queda mucho tiempo todavía. Pueden pasar muchas cosas en el camino, muchas de ellas inesperadas, tal y como lo hemos visto en los pasados cien días, durante los cuales hemos visto cambios en la tendencia y resultados de las encuestas; fue elegida Jeannette Jara (candidata del Partido Comunista) en las primarias de la izquierda, se han consolidado pactos electorales; la Democracia Cristiana decidió apoyar precisamente a Jara para los comicios de noviembre (la decisión, simbólicamente aunque de seguro en forma impensada, se tomó el mismo día del histórico asalto al cuartel de la Moncada en Cuba, acontecimiento de 1953 que marcó el inicio de la lucha armada encabezada por Fidel Castro y que se transformó en mito fundacional de la Revolución. El futuro de los democratacristianos de la isla terminaría siendo dramático, como está debidamente documentado). Así mismo se ha visto una difuminación del Socialismo Democrático y las derechas no han logrado ni candidatura única ni lista parlamentaria única, como era previsible hace medio año por lo menos.

En otras palabras, en un tiempo similar puede haber todavía giros importantes, consolidación de las encuestas o cambios relevantes, la inscripción real de las candidaturas, las listas de parlamentarios (con candidatos de siempre y nuevas figuras en cada sector), renuncias a cargos en el gobierno y otras tantas formas de expresión de la lucha política, el debate de ideas y, finalmente, la definición electoral, cuando los chilenos hablan en las urnas. ¿Qué va a pasar el próximo 16 de noviembre?

En primer lugar, es preciso comprender que falta mucho y que el resultado está abierto. No está definido qué ocurrirá en la elección presidencial ni tampoco en los comicios parlamentarios. Por cierto, hay ciertas tendencias que podemos mirar con atención: en principio, la derecha tiene más posibilidades de triunfar en su camino a La Moneda, mientras la izquierda tiene la dificultad de representar la continuidad de un gobierno que tiene considerablemente menos apoyo que rechazo. En segundo lugar, en términos electorales más precisos, parece claro que pasarán dos expresiones contradictorias a segunda vuelta: una de derecha y una de izquierda, en principio José Antonio Kast y Jeannette Jara, pero eso es hoy y puede variar en los meses siguientes. Lo mismo puede decirse de los comicios parlamentarios, que tienen la complejidad de realizarse en todo Chile y que tendrán resultados cruzados según el distrito o circunscripción. Ahí aparecerán los partidos mayoritarios, los que experimentan una decadencia y los que están próximos a terminar su vida.

Me parece que debemos considerar tres claves para analizar los próximos cien días, que incluyen principalmente los temas personales con otros de carácter más instrumental. En lo primero, la consistencia de los liderazgos, la preparación para gobernar y el carácter de los candidatos. Será una campaña agotadora, dura, con guante blanco a veces y otras con codazos cuando no algo peor; tendrá programas, ideas, adaptaciones de la realidad e inconsistencias. La política no es fácil, y será una gran instancia para ver la templanza y fortaleza de los líderes, su conocimiento y capacidad, la capacidad de acertar en el momento preciso, de recuperarse de los errores, de llegar a la meta.

El segundo tema es el de las encuestas. Ellas se han transformado cada semana un termómetro de la opinión pública, un anticipo virtual de las elecciones, una expresión de la voluntad ciudadana a través del tiempo. Me parece que no hay que sobrevalorar las encuestas, pero tampoco hay que subestimarlas. Cada una es una foto de la realidad: un conjunto de encuestas y su trayectoria en el tiempo es mucho más que eso, se trata de una película y es necesario analizar con inteligencia y de forma desinteresada (no cómo me beneficia o afecta) dichas encuestas.

Finalmente, hay un aspecto que es meramente coyuntural, que podría ir desde la anécdota a una genialidad o un drama, desde el aprovechamiento del poder a un hito determinante (como en su momento fueron los 30 pesos, el asesinato de tres carabineros u otra circunstancia análoga). Son situaciones que tienen un origen determinado, pero rebotan en otros lugares, y eso puede ser muy influyente en un año electoral.

La suerte no está echada y queda un camino decisivo hacia adelante. Son solo cien días, suficientes para cambiar la historia.

 

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