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Cinco grandes novelas de Juan Marsé para pasar buenos ratos de lectura este verano

El escritor ha fallecido este domingo a los 87 años. Se va el mejor cronista de la Barcelona de posguerra. Estas son sus mejores obras.

Nadie ha retratado a la burguesía catalana como lo hizo Juan Marsé. Su literatura creo un universo propio, pero lo hizo en un momento histórico concreto, la posguerra y la dictadura, y en un lugar muy específico, la Barcelona que él conoció siendo un crío y que le marcaría siempre. Toda su experiencia se fue filtrando en forma de novelas que conquistaron a millones de escritores y que suponen un ejercicio de memoria para nuestro país, acostumbrado a perderla y a no querer mirar atrás.

Con la muerte de Juan Marsé se va el mejor cronista de la Cataluña franquista que ha conocido la literatura de nuestro país, pero deja para el recuerdo una colección de novelas inolvidables. Todas forman un caleidoscopio de su Barcelona y de la historia española. Es difícil elegir sólo cinco, pero estas son las imprescindibles que hay que leer para recordar a un escritor inolvidable, ganador del Premio Cervantes.

Últimas tardes con Teresa

La consolidación de Juan Marsé llegó con su tercera obra, que publicó en 1966. Una radiografía certera y precisa de la Barcelona de posguerra y varios personajes para la historia de nuestra literatura. Empezando por esa Teresa, progre representante de la burguesía catalana, y ese ‘pijoaparte’ del que ella se prenda por considerarlo obrero, pero que no es más que un buscavidas sin conciencia política.

Una obra nacida en pleno franquismo pero que clava sus colmillos en la sociedad española de la época de una forma única. A pesar de la maestría que todos destacaron, para el escritor «cuando escribí Últimas tardes era un aprendiz de escritor y sigo siéndolo». Una manera de narrar que entroncaba con la clásica picaresca española pero que añadía un lenguaje propio que marcaría el resto de su carrera.

Juan Marsé.

                                      Juan Marsé. Efe

 

Rabos de lagartija

Con Rabos de Lagartija, Juan Marsé conquistaría otra vez a la crítica, y ganaría por fin el Premio Nacional de Literatura que hasta entonces se le resistía. Siete libros después de Tardes con Teresa el escritor demostraba que no había perdido ni un ápice de su talento y que seguía con vida ese universo propio que le habían convertido en uno de los mejores escritores de nuestro país. Una galería de personajes inolvidables, como el adolescente David y su perro Chispa o el inspector Galván, pueblan esta novela contada desde un punto de vista original: un niño desde el vientre de su madre que habla y cuenta cómo es la Barcelona de la posguerra, una de las constantes en su inigualable obra.

 

Si te dicen que caí

Otra vez la posguerra española. Siete años después de Últimas tardes con Teresa, radiografía una sociedad tan dura en esta obra sobre un momento histórico y un lugar concreto. Lo hace gracias al retrato poliédrico formado por la visión de dos pandillas de jóvenes enfrentadas. De nuevo un mosaico de personajes únicos como Sor Paulina o el alférez Conrado, un fascista paralítico por la metralla recibida en la guerra. Un gran ejemplo de literatura política hecha durante el franquismo, y de nuevo Juan Marsé como cronista único e importantísimo para la memoria de nuestro país

Fotograma de la adaptación de El embrujo de Shanghai.

           Fotograma de la adaptación de El embrujo de Shanghai.

 

El embrujo de Shanghai

Barcelona, 1948. Una ciudad gris de un país gris y un nuevo relato de Juan Marsé, que en 1993 amplió su propio universo literario con esta historia. Entre maquis que aparecen y desaparecen, creó un relato de aventuras de un héroe que embarcó rumbo a Shanghái para cumplir una arriesgadísima misión entre pistoleros, exnazis, bellas mujeres y siniestros clubes nocturnos. Una obra sobre los sueños adolescentes rotos por la guerra y la dictadura. El libro de Marsé iba a tener una adaptación soñada, con guion de Víctor Erice, pero nunca se realizó y acabó tomando las riendas Fernando Trueba, que la estrenó en 2002 con un recibimiento tibio de la crítica.

 

El amante bilingüe

Juan Marés -atención al nombre, un claro anagrama del del autor-, es un soñador que descubre que su mujer, perteneciente a la alta burguesía catalana, le engaña. Ante el abandono de ella se hunde en la desesperación y la indigencia, y se convierte en un músico callejero que deambula por los barrios bajos de Barcelona, hasta que concibe una delirante estratagema: hacerse pasar por un charnego pintoresco y fulero llamado Faneca, para reconquistar a su ex mujer. Un juego de máscaras, de identidades y de personajes en la que Marsé divierte y se divierte y en la que ahonda en ese Barcelona franquista que vio nacer sus obras.

 

 

 

 

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