Colombia: Del talante de los expresidentes
Colombia no puede permitir el chantaje burdo y brutal del régimen de Maduro
Unos recuperan la libertad. Otros se quedan esclavos de sus pecados y reclaman honores desde la vanidad o el oportunismo político. Son más los primeros que los segundos pero para el caso de Colombia solo contamos con dos que han sido capaces de anteponer los intereses de una nación a los resentimientos que defienden desde sus posturas ideológicas o personales.
Mientras Nicolás Maduro cabalgaba sobre nuestras diferencias internas, como lo dijo valiente y acertadamente el expresidente colombiano César Gaviria, otros le sirvieron al régimen venezolano con su ya conocida complicidad como lo hizo Ernesto Samper desde la secretaría de Unasur; o Andrés Pastrana, que no asistió a una reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores convocada por el Gobierno, por considerar que no ha sido tratado como merece. Dijo incluso: “la comisión asesora la mató hace dos años la canciller, eso es un cadáver, los expresidentes renunciamos a eso”. Luego de haber sido tan activo en la defensa de los opositores venezolanos, no se esperaba menos para sus compatriotas.
El expresidente Alvaro Uribe por su parte, se fue para la frontera, lo hizo rápidamente, con sus candidatos a las próximas elecciones a acompañar a los deportados colombianos. Ya son más de 5 mil entre deportados, refugiados y asustados, luego de que sus casas fueran derrumbadas y marcadas, y sus familias separadas. Además de Belisario Betancur dedicado a sus escritos, el único, que ya ha dado muestras de salir a defender los temas en los que un país debe estar unido fue César Gaviria. Con su agudo vibrato le dijo claramente a Maduro:
“Si él (Maduro) cree que en Colombia tiene un problema con el presidente Uribe, está muy equivocado. El problema que él está generando es con cada ciudadano de este país. Él no va a humillar a Colombia, puede estar completamente seguro de que Colombia no se va a dejar humillar de la manera como él nos está humillando. No se lo vamos a tolerar.”
Samper salió a validar a mandatario venezolano. Sí, el expresidente colombiano ahora secretario de Unasur dijo que él había advertido que paramilitares colombianos estaban entrando a territorio venezolano para justificar que las decisiones de Maduro estaban sustentadas. Tiene razón la congresista Angélica Lozano: “Si no vio el elefante (de los dineros del narcotráfico que entraron a su campaña), cómo va a ver el sufrimiento de los colombianos en la frontera”. Lo grave es que incluso está jugando con la viabilidad de Unasur, por demás ya bastante deteriorada.
Santos terminó por llamar a consultas al embajador Ricardo Lozano luego de que se conociera que Nicolás Maduro no le pasara al teléfono al presidente colombiano, que no dejarán entrar al defensor del pueblo a territorio bolivariano y que las cancilleres de ambos países hablaran por más de 6 horas sin lograr reabrir la frontera colombo-venezolana.
El llamamiento era obligatorio y plantea la gravedad de la situación. No así la convocatoria a una reunión de cancilleres extraordinarios de Unasur pues podría terminar validando la irresponsabilidad de su secretario. Si las naciones de Unasur guardan silencio, entonces la democracia de América debe ser discutida en otros organismos y Colombia retirarse inmediatamente… Gran oportunidad tiene ahora Unasur para demostrar que no es otro inútil organismo multilateral.
Más dolor expresaron los expresidentes de la Américas que coincidencialmente se reunieron en Bogotá a hablar de democracia y del futuro de nuestras naciones, en el encuentro de los ex presidentes del Club de Madrid y la Fundación Buen Gobierno, que los expresidentes Samper, Pastrana y Uribe, a quien vale la pena decir que el Gobierno de Santos debe salir a defender de los insultos del vecino. No importa si su comportamiento resulta o no favorable al Palacio de Nariño. Él es otro colombiano, como dijo Gaviria.
El expresidente de Bolivia Jorge Quiroga pidió a Colombia no permitir el chantaje burdo y brutal del régimen de Maduro en nombre de un proceso de paz con las FARC, en que no son necesarios. Laura Chinchilla lo dijo claramente: “Lo que se está dando son circunstancias ligadas a la política venezolana que pareciera han desembocado en una sanción y un castigo a los pueblos fronterizos”. No le falta razón. Muchos analistas coinciden en que Maduro usa a Colombia con la declaratoria de un estado de excepción para evitar que los estados de la frontera, Táchira y Zulia, donde perdería las elecciones el 6 de diciembre, puedan votar.
Diana Calderon es directora de Informativos y Hora 20 de Caracol Radio en Colombia @Dianacalderonf