Cómo HBO cambió la televisión
Hace poco se cumplieron cincuenta años de la primera emisión de HBO: un partido de hockey. La primera oferta de la cadena de televisión combinaba el deporte en directo con películas sin censura. Al ser un canal de cable de pago, no estaba sujeto a las mismas restricciones gubernamentales sobre contenidos que tenía la televisión abierta, ni tenía que complacer a los anunciantes.
Aprovechando esta libertad, HBO empezó a desarrollar dramas originales, creaciones a menudo llenas de violencia, sexo y palabrotas. «No es televisión. Es HBO», proclamaba un famoso eslogan utilizado por primera vez en 1996. La cadena no tardó en marcar tendencias televisivas. El éxito de la serie de gángsters «Los Soprano» creó un gusto por los antihéroes, algo que posteriormente copió AMC (la cadena, no la compañía cinematográfica) con series como «Mad Men» y «Breaking Bad».
«Juego de tronos», la serie dramática de mayor éxito de HBO, con 59 premios Emmy en sus ocho temporadas, avivó el apetito por la fantasía. Con altos valores de producción y narrativas exigentes, la cadena cambió las expectativas de los espectadores respecto a la televisión y allanó el camino a empresas como Netflix. Estas empresas son ahora la principal competencia de HBO.