Cómo transcurre el día de un chavista enchufado
Son innumerables las veces que se despiertan por la noche y se asoman a la ventana verificando que los efectivos de seguridad que a su vez supervisa el G2 estén en sus puestos y prestos para la acción.
La ansiedad no los deja dormir. Siempre se acuestan con el informe de los infiltrados que tienen en la oposición y gracias a esto, toman de antemano las decisiones sobre qué hacer para aplastar a los insurrectos, sin que los condene lo que queda en el país de prensa internacional.
Suena el reloj muy temprano en la mañana, reminiscencias de la época en que eran militares de una institución de verdad.
Intentan desayunar, pero están comiendo mal y a deshora. Cuando van a ese restaurante que tanto les gusta, donde la gente no los reconoce o le tienen un reservado, terminan con malestar estomacal; no por un repentino ataque de escrúpulos que entra en contradicción con su existencia misma; sino porque les asalta la idea de un triunfo repentino de la oposición, con lo cual saben que o van presos o tienen que escapar a Cuba para planificar la reconquista del poder, dejando atrás parte de lo que han robado. Gracias a Dios tengo 20 cuentas afuera bajo diferentes nombres y números, reflexionan!!!.
De todas maneras, saben que han traicionado todo lo traicionable, desde la Constitución hasta el pensamiento bolivariano; se han enquistado en el poder a la fuerza, por las malas, a punta de manipulaciones y engaños; en eso son unos artistas.
Al mediodía comienzan los síntomas del estreñimiento, las hemorroides, las acideces, el mal humor. El poco dormir les sirve de plataforma para la jerga encendida que termina con un “no volverán” en esas reuniones entre próceres del proceso o en alguno de los programas de radio o televisión que han logrado incautar.
Muy en el fondo, la situación los desquicia, los atormenta, los hace desconfiar de su sombra, y no es para menos; salvo unos pocos trasnochados convencidos de que crear miseria es hacer patria, todos los demás son mercenarios cuyas pagas ya están pidiendo aumento porque las sucesivas devaluaciones no se compadecen con el apoyo que se les exige.
De allí la importancia de esa quinta columna cubana, dispuesta a morir para que su familia no pierda el privilegio de contar con una tarjeta de racionamiento y alguno que otro dolarito que hace llegar a la familia con algún compañero que los visite; eso si, lamentablemente tiene que cambiarlo en el mercado negro y cada vez son menos los dolaritos y mas difíciles de conseguir.
Raúl les garantiza a diario que esos esbirros en alquiler están dispuestos a morir antes que dejar perder la ROBOLUCIÓN bonita.
Pasada la mañana y la reunión con almuerzo (hay que aprovechar hasta el último minuto) van a la sala situacional, la cual está en sesión permanente; “en DEFCON 5 muchachos, no se equivoquen!!!… …Tenemos que seguir contratacando con todo lo que aprendimos en la Habana, respecto a los procederes para una eterna permanencia en el poder. Tenemos que aplastar esa clase media con opinión propia, que nos cuestiona el autoritarismo, la corrupción y la ruina que generamos en todo el país. ¡Hay que convertirlos en pobres a la brevedad posible!!!, de esta forma solo se preocuparán por sobrevivir, de que le activemos la tarjeta electrónica de racionamiento; del trabajito en la empresa estatal que no produce nada pero proporciona los sueldos de 25 y 30 dólares mes; ni siquiera suficientes para comer. En otras palabras, hay que igualarlos con la otra mitad del país.”
Después de las instrucciones siguen el bien aprendido guion de la Habana; se van al Congreso y hacen una sesión de Cámara para proyectar debate de «Parlamento», lo que llaman teatro del allante democrático. Eso sí, dejando hablar solo a los rojo rojitos y cayéndole a coñazos a quienes osen pensar diferente. …”Si después de la coñaza no se callan, le damos órdenes a la Corte Suprema de Injusticia para que allanen la inmunidad y los saquemos a patadas y si todavía siguen jodiendo, los metemos presos: Qué se creen esos güevones, ¿que nos van a joder??, ¡tenemos todo esto bien amarrado a punta de billete y pistola e internacionalmente a punta de petróleo y dádivas para que nos apoyen en estos momentos de lucha contra el fascismo, no joda!!!”.
Después de esa lección de parlamentarismo, nuestro personaje se voltea y le dice al asistente: “llámame al chofer que ya me voy pa´la casa antes que se haga la cola del túnel de la Trinidad; cada vez me arrepiento mas de haber vendido el penthouse de la Florida que me compre con el primer negocio con PDVSA para mudarme a esa Mansión en la Lagunita que me queda tan lejos. Dígale a los del comando anti fascistas que la reunión es en mi casa esta noche; quiero revisar todos esos videos de los marchistas, para ver quien más se ha estado volteando; en el camino cómprate una caja de Buchanans 18 que esos carajos solo van si hay caña.”
Así emprende retirada a su hogar; se va tranquilo, su camioneta es blindada para protegerse de los fascistas tira piedras; no del hampa porque esa la controla y ya le conocen el carro. Respira profundo y le dice al asistente, “apaga la radio que quiero revisar el TUITER. Por allí echan mucha vaina; tenemos que ver cuando vamos a acabar con esas redes sociales; ¡malditos escuálidos con internet!!!”