Comunismo y lujo: lo que el castrismo le negó al pueblo
A continuación, repasamos varios momentos en que la familia recordó a los cubanos quienes eran ─y todavía son─ los verdaderos dueños de la “finca”
Los recientes sucesos que involucraron a Sandro Castro, nieto del fallecido dictador Fidel Castro Ruz, volvieron a poner sobre el tapete la vida de lujos y excesos de la familia real en Cuba.
Y es que, en la Isla caribeña, durante los últimos 62 años, el dinero, los autos, los yates y las grandes mansiones son patrimonio casi exclusivo de los herederos de Fidel y Raúl. También lo fueron los viajes, sobre todo en tiempos en que salir del país requería de permisos especiales que el cubano “de a pie” no tuvo hasta 2013, con la última reforma migratoria implementada.
La prebendas y posibilidades de la elite castrista no solo resultan prohibitivos para la mayoría de la ciudadanía: también exhiben ante la opinión pública el doble rasero moral de los hermanos Castro, quienes, por décadas, exigieron a los cubanos sacrificios materiales que nunca estuvieron dispuestos a cumplir.
A continuación, repasamos seis momentos en que la familia real recordó a los cubanos quienes eran ─y todavía son─ son los verdaderos dueños de la “finca”.
Fidel en “Punto Cero”
Fidel Castro nunca gobernó a través del lujo. Sin embargo, estos tampoco le faltaron. Quienes creían que el mandamás castrista vivía en la austeridad y sin sacarse el traje verde oliva, se equivocaron.
Por décadas, la vida privada del dictador cubano se mantuvo siendo casi un misterio. Y no fue hasta iniciados los años 2000 que empezaron a aparecer pistas del confort del que siempre disfrutó el dictador.
Su base fue la residencia conocida como “Punto Cero”, ubicada en el barrio habanero de Jaimanitas, en la zona oeste de la capital. Recuerda BBC Mundo que “la primera vez que el público en general vio imágenes fue en 2001, cuando Dashiel Torralba, exnovia de uno de los hijos de Castro, le entregó un video casero a la cadena estadounidense Univisión”.
Torralba, recién escapada de Cuba, no solo divulgó las imágenes de “Punto Cero”, sino que también reveló particularidades de la vida en la mansión, así como el peso específico que tenía en la familia Dalia Castro Soto del Valle, esposa de Castro y a quien el dictador solo dejó ver públicamente en sus últimos años.
Varios de los detalles ofrecidos por Torralba fueron confirmados años después por Juan Reinaldo Sánchez, quien por 17 años fungiera como miembro de la guardia personal de Fidel Castro.
Un artículo del diario británico The Guardian señaló que la “modesta casa” consta de dos pisos y cuatro habitaciones, mientras que otro reporte del diario Telegraph la describió como una edificación “bien equipada” que contrasta con “la imagen de austeridad que se exige a los ministros cubanos”.
“El cangrejo” no camina pa´ atrás
Dentro de la familia Castro, la excentricidad toma forma en Raúl Guillermo Rodríguez Castro, mejor conocido como “El cangrejo”, nieto y guardaespaldas de Raúl Castro.
Rodríguez Castro, hijo del general Luis Alberto Rodríguez López Calleja y Débora Castro Espín, salió del anonimato en 2017 tras un video difundido en redes sociales donde se le ve, notablemente pasado de tragos, bailando en una tarima donde cantaba la agrupación Gente de Zona.
Su rol de guardaespaldas obediente contrasta con su adicción a las noches de La Habana y a exclusivos centros nocturnos donde se dejó ver en más de una ocasión.
Antonio Castro, el trotamundos
Hasta 2019, el joven Antonio Castro era prácticamente desconocido para la opinión pública dentro y fuera de Cuba. Sin embargo, ese año pasó a la fama luego de que se hicieran públicas imágenes suyas en redes sociales, donde aparecía disfrutando de yates, viajes y autos, prebendas históricamente vinculadas a la elite castrista.
Hijo de Antonio Castro Soto del Valle y Lisette Ulloa, este benjamín se inició en el mundo del modelaje posando en algunos editoriales de revistas cubanas. El magazine español Hola confirma que estuvo presente en el histórico desfile de Chanel en La Habana, aunque precisa que el joven no modeló en el mismo, tal y como ha circulado en diferentes medios de Internet.
París, Madrid, Barcelona o la Riviera maya en México son solo algunos de los lugares donde se ha dejado ver Antonio Castro, quien, a diferencia de otros integrantes de la familia, sí guarda especial parecido físico con su abuelo.
Sandro Castro, un chico sencillo
“Soy una persona sencilla y así es como me considero, y las personas allegadas a mí saben que lo que estoy diciendo es verdad”, dijo la semana pasada en un video colgado en su cuenta de Instagram Sandro Castro, otro de los nietos de Fidel Castro que goza de los placeres del lujo y del disfrute nocturno.
De los herederos del castrismo, Sandro es el más activo, al menos así lo atestiguan sus múltiples apariciones públicas en fiestas y eventos organizados en La Habana y Varadero. Es un “capo” del ocio y el entretenimiento consagrado a la administración de discotecas como EFE Bar o Iluxion, ambas en la capital.
Sin embargo, no fue hasta hace quince días que este joven salió a la luz pública en redes sociales apretando el acelerador de la continuidad. Acompañado de la que al parecer era su novia, Sandro se mostró “en todo su esplendor” conduciendo un Mercedes Benz a exceso de velocidad por una carretera de la Isla.
Los cubanos no se lo tomaron bien y Sandro tuvo que salir a dar explicaciones tras la polémica generada en redes sociales, donde el joven recibió numerosas críticas, incluidas las de varios feligreses castristas, entre ellos Israel Rojas, líder de la agrupación Buena Fe.
Tony Castro: puros, yates y beisbol
Antonio Castro Soto del Valle es, dentro de Cuba, el más mediático de los hijos de Fidel Castro. Doctor de profesión, Tony fue tomando peso en la familia real tras fungir por muchos años como médico del equipo Cuba de béisbol.
“En su entorno, aseguran que es un negociador eximio y tiene un talento heredado para la conversación, para la verborragia y los lazos sociales”, señaló el diario argentino Infobae, que en 2016 perfiló al tercer hijo de Fidel Castro y Dalia Soto del Valle.
El cubano podía imaginar que la casta castrista disfrutaba de hoteles, campos de golf y otras dádivas dentro de la Isla. Sin embargo, Tony llevó las nociones de buena vida a otro nivel cuando en 2015 se dejó ver en la lejana Turquía, donde fue fotografiado por paparazzis.
“Antonio había reservado cinco suites de lujo en un hotel cinco estrellas de Badrum, Turquía, para una comitiva de 12 acompañantes. En plena noche turca, los fotógrafos fueron sacados a los empujones por parte de los custodios. Las vacaciones terminaron en Mykonos, una isla paradisíaca de Grecia”, reseña Infobae sobre aquel suceso.