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Con la marcha, la oposición le dio a Petro de su propia medicina

 

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Gustavo Petro ha planteado desde que arrancó este año que su gobierno se hará con el pueblo en las calles. Y que irá tan lejos como quiera el pueblo. Pues hoy, la oposición nuevamente le aplica al gobierno su fórmula con una nutrida movilización, que llegó en el peor momento de su gobierno.

La autodenominada “Marcha de la Mayoría” de los opositores logró convocar a 90 mil personas en las calles, según cifras de la Policía. La de los sindicatos, a la que se adhirió el presidente Petro el 7 de junio tuvo a 20 mil personas en todo el país.

La masiva participación en la marcha se convierte también en un golpe al relato que ha construido Petro sobre el respaldo popular a sus reformas y al monopolio que creía tener sobre la calle como una de sus principales estrategias políticas.

 

 

Desde empresarios hasta empleados contra las “Petro-reformas”

Mientras la Plaza de Bolívar se empezaba a llenar, a unos metros en el Capitolio se hundía la reforma laboral, una de las razones que motivaba la marcha. La inasistencia de los representantes a la Comisión Séptima de la Cámara sepultó el proyecto del gobierno y causó una respuesta del presidente Petro que habló de esclavitud.

La marcha del 20 de junio ha sido la más grande de la oposición hasta ahora. Ambos lados, gobierno y oposición, han mejorado su convocatoria en las calles. En el caso de los opositores, sus antecedentes fueron el 15 de febrero, recién presentada la reforma a la salud, y el 29 de octubre del año pasado, cuando los críticos del gobierno marcharon contra la reforma tributaria.

Desde entonces bautizaron los proyectos legislativos del gobierno como las “Petro-reformas”. A diferencia de cuando marcharon contra la tributaria, ahora que Petro presentó su paquete reformista más ambicioso (la de salud, la pensional y la laboral) la oposición sí logró consolidar varios mensajes para sacar a la gente a marchar.

Uno de esos mensajes es sobre la pérdida de empleos que, según la oposición, provocaría la reforma laboral. Aunque esa es una idea que genera un debate entre expertos, fue avalada por un grupo de investigadores del Banco de la República.

 

 

Sobre cada reforma presentada por el gobierno hubo críticas de quienes salieron a apoyar la marcha de la oposición.

 

 

Así como en la convocatoria de la marcha de Petro, el 7 de junio pasado, hubo “invitaciones” a funcionarios públicos de algunas entidades estatales, La Silla encontró que algunos empresarios convocaron a sus empleados a la marcha y también entre los marchantes había personas con uniformes de empresas. Un empresario además reconoció el llamado que le había hecho a los empleados.

“Le hice la invitación a todo el equipo de trabajo de la empresa y muchos de ellos acogieron el llamado y están aquí acompañándonos”, dijo Carlos López, de Sonaky Group, una importadora que funciona en el centro de Medellín.

 

Otro caso similar fue el de María Alejandra Galvis, quien no quiso revelar la empresa para la que trabaja. En medio de la movilización, ella contó que salió a la calle para protestar por “las incoherencias” del presidente.

“Mi jefe convocó al personal para venir a la marcha. Venimos con un grupo de trabajadores porque apoyamos a los empresarios y a nuestro jefe en especial”, dijo.

Aunque Uribe no acompañó la marcha contra el gobierno de Petro, durante la movilización se lograron conseguir miles de firmas para apoyar la consulta popular que promueve el expresidente en contra de las “Petro-reformas”.

 

 

La mezcla entre marchas y firmas tiene un antecedente en el uribismo. En 2008, durante una de las masivas movilizaciones contra las Farc, algunos integrantes del Partido de la U aprovecharon el escenario para recoger firmas para promover el referendo de la segunda reelección de Uribe.

“Petro se va a caer”

Un elefante de madera, con el número 15.000 y pegadas las fotos de Petro, Laura Sarabia, Armando Benedetti, Nicolás Petro y Francia Márquez, fue el símbolo de la marcha que llegó a la Plaza de Bolívar en Bogotá.

El número hace referencia a los millones que el exembajador Benedetti dijo que había entrado bajo cuerda en la campaña presidencial de Petro y el elefante es un viaje al inicio del Proceso 8.000 del gobierno Samper, cuando el monseñor Pedro Rubiano soltó la frase sobre la entrada de dineros del cartel de Cali a la campaña de 1994: “si a uno le meten un elefante a la casa, tiene que verlo.

 

 

Una de las razones que motivó la marcha fueron los recientes escándalos que ha sufrido el gobierno, que tocan al círculo más cercano del presidente Petro: polígrafo, chuzadas, supuesta financiación irregular y la muerte del coronel Dávila, sumaron para la convocatoria.

Por eso, durante la manifestación hubo pancartas llamando a la destitución de Petro y Francia Márquez de sus cargos.

 

 

La idea de que el presidente Petro “engañó” a quienes lo apoyaron también estuvo presente en camisetas que llevaban algunos manifestantes e incluso en quienes hicieron negocio con ventas ambulantes durante la marcha.

 

Las Fuerzas Militares y los medios de comunicación fueron dos instituciones que recibieron mensajes de respaldo en la marcha opositora.

La primera bajo el argumento de que están “desmoralizadas” con Petro. Incluso los miembros de la reserva de la Policía ya se habían concentrado el 11 de mayo en la Plaza de Bolívar para protestar contra el gobierno.

Y la segunda, por las continuas críticas del presidente a la prensa, que tuvo su último episodio en el comunicado en el que Petro le responde a los dueños de Semana después de que su directora, Vicky Dávila, publicara el testimonio de una fuente con la identidad reservada y no contrastada que asegura que él es el dueño de $3.000 millones que había en la casa de Laura Sarabia.

 

 

Las críticas de Petro a Vicky Dávila tuvieron un nuevo momento al inicio de las marchas de este martes cuando la directora de Semana publicó un tuit, con enlace a una nota de la revista, que tenía una foto falsa de las movilizaciones de la oposición en la que se veía una bandera del M-19.

 

 

Sobre la movilización de sus opositores, el presidente Petro dijo que las marchas eran la “esencia de la democracia”.

 

 

Durante la jornada, el presidente Petro además le dio retuit a mensajes que criticaban la marcha, la ortografía de algunos manifestantes y hasta un mensaje de una cuenta falsa del expresidente de Uruguay, José ‘Pepe’ Mujica.

La vitrina política

A cuatro meses de las elecciones regionales, los precandidatos de los partidos de oposición aprovecharon la marcha contra un gobierno que crece en impopularidad y en ciudades donde alcaldes como Jorge Iván Ospina en Cali y Daniel Quintero en Medellín, son aún más impopulares. Insumos que sirven para su campaña regional.

En la tarima de la Plaza de Bolívar en Bogotá hablaron Diego Molano, Enrique Peñalosa, Paloma Valencia, Enrique Gómez, el general Eduardo Zapateiro, Marelén Castillo y Miguel Uribe.

El precandidato del Centro Democrático, Diego Molano, célebre por proponer un “protestódromo” encerrado para las manifestaciones en Bogotá, salió a la calle en el recorrido entre el Parque Nacional y la Plaza de Bolívar.

 

 

Enrique Peñalosa, quien ha vuelto a sembrar la duda sobre una nueva candidatura a la Alcaldía de Bogotá fue uno de los más activos convocantes de la movilización.

 

 

En Cali, la senadora uribista María Fernanda Cabal, quien quiere ser candidata en 2026, marchó con una camiseta amarilla que llevaba el escudo nacional con el lema de “Libertad y Orden”, que fue el mensaje que los gobernadores le enviaron hace unos meses al presidente Petro.

 

 

Cali fue el epicentro del estallido social de 2021 y allí los precandidatos de la derecha también aprovecharon la marcha para hablar en tarima contra el alcalde Jorge Iván Ospina, el más impopular en las encuestas.

 

 

El 7 de junio pasado, desde una pequeña tarima, el presidente Petro anunció que “habrá más y más” en relación con marchas en respaldo a su gobierno, en un intento por demostrar que no está solo. Hoy la oposición anunció que tendrá el mismo libreto; convocó una nueva movilización para el 19 de julio, un día antes del inicio de la nueva legislatura, cuando Petro le deba hablar al Congreso en pleno.

 

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