Conferencia Episcopal lamenta muerte de monseñor Moronta
El obispo emérito de San Cristóbal falleció este lunes 4 de agosto

La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) expresó su «profundo dolor» por la muerte del obispo emérito de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, quien falleció este 4 de agosto a la edad de 76 años.
En sus redes sociales destacaron la larga trayectoria de Moronta, quien fue durante 25 años el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, cargo que desempeñó hasta el año 2024 cuando al cumplir los 75 años debió retirarse.
«Monseñor Moronta, un incansable pastor al servicio de la Iglesia en Venezuela, dejó una huella imborrable por su dedicación, su firme defensa de los valores evangélicos y su compromiso fiel con el pueblo tachirense y venezolano», dijo la CEV en su cuenta de la red social Instagram.
Moronta fue ordenado sacerdote en el año de 1975. Sus primeros cargos pastorales los desempeñó en Los Teques y otras localidades del estado Miranda. En 1990, Juan Pablo II lo designó obispo. Comenzó su episcopado como auxiliar en la Arquidiócesis de Caracas hasta su nombramiento como titular de la Diócesis de Los Teques en 1995.
Quinto obispo de San Cristóbal
Ya en 1999 asumió la Diócesis de San Cristóbal, en la que se mantuvo hasta su «jubilación en el año 2024. Moronta también fue miembro de la Congregación de la Doctrina de la Fe, que el fallecido papa Francisco le cambió el nombre como Discaterio de la Fe.
«Su liderazgo y cercanía pastoral marcaron la vida de innumerables personas. Elevamos nuestras oraciones al Señor para que reciba a su fiel siervo en su Reino y le conceda el descanso eterno; y que la Santísima Virgen lo acoja bajo su manto maternal», reiteró la Conferencia Episcopal sobre el trabajo de Moronta.
Al obispo se le señaló de su cercanía con el fallecido Hugo Chávez, con quien mantenía comunicación frecuente. El diario La Nación de Táchira recuerda la queja del político por el envío de Moronta a San Cristóbal. Además, de que fue él quien ofició la misa del funeral del entonces jefe de Estado, quien murió en marzo de 2013.
Impulsó la construcción de un nuevo santuario para la devoción del Santo Cristo de La Grita, donde también se ganó algunas enemistades. La Nación, en una nota del periodista Daniel Pabón, dice que Moronta pidió que al fallecer su cuerpo reposara en la catedral de San Cristóbal, a los pies del Cristo del Limoncito, pero expresó que su corazón reposara en el Santuario Diocesano del Santo Cristo en La Grita.
La CEV en su mensaje también destacó que «nos unimos en la fe y la esperanza a la Diócesis de San Cristóbal, a sus familiares, amigos y a todos los que hoy lloran su partida. Que el Señor de la Vida nos fortalezca en este momento de duelo.