El anuncio de Boris Titov, funcionario del Kremlin que dirige el Consejo Empresarial Rusia-Cuba, de que el plan para la reforma de la economía de Cuba asesorado por Moscú propone basarla en el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas fue puesto en duda por el economista cubano Pedro Monreal.
En un extenso hilo en su perfil de Twitter, el experto advirtió que la «reforma de mercado» esbozada por el también oligarca ruso encargado por Vladimir Putin de asesorar a La Habana en una presunta renovación de su modelo económico tiene lo que parecen errores o «‘informaciones’ para despistar intencionalmente».
«El más reciente episodio informativo sobre un plan de ‘reforma de mercado’ en Cuba bajo asesoría rusa es probablemente el más confuso. Intenta presentarse bajo una cobertura ‘teórica’, pero es cuestionable no solo por la teoría, sino principalmente por la historia», indicó Monreal.
El economista señaló que, aunque «cabría suponer que en algún momento se informen detalles» sobre tal reforma, mientras «convendría identificar lo que, a falta de más información, parecerían ser errores, o quizás ‘informaciones’ para despistar intencionalmente».
Monreal recordó que desde la década de 1970 «ninguna ‘reforma de mercado’ de una economía de planificación centralizada subordinada a un sistema político controlado por un partido comunista estuvo basada en el desarrollo de empresas pequeñas y medianas».
«La historia de las reformas de los esquemas de planificación centralizada, cualquiera haya sido su resultado final, no ofrece evidencia sobre la centralidad de las PYMES. Fue mucho más importante la reforma de la empresa estatal, incluyendo privatizaciones en gran escala», indicó.
«Se conoce que las reformas económicas de sistemas controlados por partidos comunistas terminaron en transiciones hacia el capitalismo, con matices importantes en China y en Vietnam. En todos los casos fueron decisivos los procesos políticos».
«Contrario a lo que se le atribuye a los ‘asesores’ rusos, en una reforma económica es mucho más importante el apoyo político que un apoyo ‘social’ no definido; es decir, el respaldo (o como mínimo la anuencia) a modificaciones en las relaciones del poder público», advirtió.
Luego, sobre la idea de Titov en torno a que «la cuestión fundamental de la reforma sigue siendo la gestión de los precios» en Cuba, subrayó que es «cuando menos exagerada. Hay tres cuestiones fundamentales: cambios políticos institucionales, relaciones de propiedad y ‘cálculo económico'».
Sobre el concepto de cálculo económico, advirtió que no lo usa en referencia al modelo de gestión usado en Cuba en décadas de socialismo, sino «al proceso necesario para resolver los dilemas asociados a las posibles combinaciones de recursos en una economía».
«En una economía capitalista, los precios desempeñan la función que genera el ‘cálculo económico’, sin que signifique que el resultado sea inevitablemente positivo. En un modelo centralizado, esa función la ejercen las entidades de planificación centralizada», señaló.
«Un esquema de planificación centralizada expresa una variante para hacer funcionar el ‘cálculo económico’, reduciendo la función del mercado en la formación de precios y reemplazándola por intervención estatal dirigida centralmente por el núcleo del poder político».
Y recordó: «Lo que se hizo en China y Vietnam, como parte de largos procesos que no fueron lineales, fue precisamente reemplazar la planificación centralizada con algo que, en mi opinión, es una variante de capitalismo de Estado. Aclaro que no propongo esos casos como modelo».
«Convendría mayor precisión en cuanto a la reforma necesaria en Cuba. ¿Por qué la asesoría rusa utiliza un término superficial como ‘reforma de mercado’? El hecho de que afirmen que no se trataría de una ‘terapia de choque’ en realidad no aclara mucho», concluyó.
Titov, millonario ruso y uno de los principales asesores económicos de Putin, dijo el jueves que «los economistas rusos le ofrecieron a Cuba un plan de cambios de mercado que conserva el apoyo social. La reforma económica la pueden y deben promover las pequeñas y medianas empresas. En Cuba las PYMES equivalen a las empresas privadas, ya que el Estado controla todas las áreas estratégicas».
Titov no mencionó que la mayoría de las MIPYMES en Cuba son trabajadores y cooperativas privadas cuya denominación cambió, y que el régimen cubano ha privilegiado en ese nuevo diseño empresarial a exfuncionarios y familiares de personas cercanas al aparato de poder.
El funcionario ruso anunció que en los próximos días llegará a Moscú una delegación cubana, que forma parte del grupo de trabajo que se ocupa de la transformación de la economía de la Isla y que estaría preparando «transformaciones económicas en Cuba basadas en el desarrollo de la empresa privada», informó Interfax en enero último.